El congelamiento de los sueldos, el incremento de la jornada laboral y
la elevación de impuestos, son las primeras medidas aprobadas este
viernes por el nuevo gobierno español, liderado por el consevador
Mariano Rajoy.
El anuncio fue realizado por la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, reseñó Prensa Latina.
La funcionaria detalló que, además del congelamiento de salarios, los
empleados ahora deberán trabajar 37,5 horas semanales, cuando
anteriormente eran 35.
Sáenz de Santamaría también precisó que se decidió mantener en 641
euros el Salario Mínimo Interprofesional. Es la primera vez desde 1966
que esta remuneración no tiene un aumento.
La administración de Rajoy ya aprobó un primer recorte del gasto
estatal por 8.900 millones de euros, bajo el argumento de dar confianza a
los llamados “mercados”.
El nuevo gobierno español estima que el déficit público de este año
será de 8,0% del Producto Interno Bruto (PIB), frente al compromiso
oficial de 6,0%, como exige el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la
Unión Europea (UE).
Aunque los mayores recortes corresponden a los Ministerios de
Fomento, Industria, Economía y Asuntos Exteriores, se afectan otros como
los de Educación y Salud, cuyos presupuestos sufren un recorte de 485 y
409 millones de euros, respectivamente.
El Ejecutivo conservador sancionó a su vez “un recargo complementario
y temporal” de dos años en rentas de trabajo y “especialmente” de
capital, así como el alza del impuesto de bienes inmuebles y la
supresión de las bonificaciones al gasóleo profesional.
La vicepresidenta española expresó que se prorrogará, a partir de
febrero venidero y por seis meses más, la ayuda de 400 euros a los
desempleados, que rozan ya los cinco millones de personas.
El monto lo cobrarán los desocupados que hayan agotado sus
prestaciones, carezcan de rentas y participen en programas de formación.
El gobernante Partido Popular (PP) solamente ratificó su compromiso
del aumento de las pensiones, como lo había anunciado durante la campaña
electoral.
AVN