La palabra terrorismo o terror es la más peligrosa en Estados Unidos y, como se mostró en el debate de precandidatos presidenciales republicanos celebrado la noche del martes, se usa para justificar posibles guerras, intervenciones, más medidas antimigrantes y hasta la restauración de la Doctrina Monroe.
La palabra terror o terrorismo fue mencionada más de 40 veces
en el debate tanto para demonizar a regímenes antagonistas a Washington
como para calificar situaciones como la de México, en un contexto donde
se podría aplicar una respuesta bélica.
Hasta la migración es considerada amenaza terrorista y, por tanto, se justifican las leyes antimigrantes, como la militarización de la frontera.
Si fuera presidente, se preguntó al gobernador Rick Perry,
¿usaría la fuerza militar estadunidense para enfrentar las amenazas
desde México?
El gobernador texano respondió que el asunto es más grande
que sólo México: es América Latina.
Creo que es tiempo para una Doctrina Monroe del siglo XXI.
Estamos viendo países que empiezan a infiltrarse.
Sabemos que Hamas y
Hezbollah están trabajando en México, como Irán, con su maniobra para
venir a Estados Unidos. Hugo Chávez e Irán, agregó, tienen amplia
relación.
Con
todo esto, afirmó, la idea de que necesitamos tener seguridad
fronteriza entre Estados Unidos y México es de capital importancia para
todo el hemisferio occidental.
Indicó que tener una frontera segura, con
bardas estratégicas, con botas sobre el terreno, con aviación y
“trabajar dentro de México en particular –sea con sanciones contra los
bancos o trabajar con ellos sobre seguridad”, podría hacer del vecino un
país más seguro.
Concluyó que si es electo presidente, prometo que en
los primeros 12 meses desde la toma de posesión esa frontera será
cerrada y será segura.
Herman Cain
afirmó que una frontera insegura es una amenaza para la seguridad
nacional por estas razones: uno, sabemos que los terroristas han
ingresado a este país por México; dos, 40 por ciento de la gente en
México, según un sondeo, cree que su país es un Estado fallido; tres, el
número de gente asesinada en México el año pasado equivale a los
asesinados en Afganistán e Irak, combinados.
Por tanto, subrayó, hay que
asegurar la frontera, aplicar las leyes de migración y permitir que los
estados tengan autoridad para hacer lo que el gobierno federal es
incapaz de hacer.
Es decir, expresó su apoyo a las leyes antimigrantes
impulsadas en varios estados.
Mitt Romney,
quien encabeza las preferencias entre los republicanos, afirmó que para
facilitar la inmigración legal y darle prioridad, tenemos que detener
la inmigración ilegal anulando los imanes y la amnistía. Insistió en que
el Partido Republicano ama a los inmigrantes legales, pero hay que
detener el flujo ilegal por varias razones, incluyendo que llega gente
que, en algunos casos, pueden ser terroristas.
Irán y los gobiernos socialistas de América Latina
El
debate, dedicado a temas de seguridad nacional, se realizó en
Washington anoche.
Todos los precandidatos repitieron la amenaza
terrorista como razón para aplicar sanciones, amenazar con acciones
militares y adoptar medidas para atacar a todo lo que se tache de
terrorismo –incluyendo los gobiernos de Irán, Siria, Venezuela y los que
se encuentran dentro de México.
Estamos hablando de cómo Siria es socio
de Irán en exportar el terrorismo por toda esa parte y alrededor del
mundo, insistió Perry.
Los
precandidatos identificaron el potencial de un Irán con armas nucleares
como la amenaza más inmediata, seguido por Pakistán (que también posee
armas nucleares) y China como la amenaza más grande, a largo plazo, a la
supremacía de Estados Unidos.
Newt Gingrich
dijo que está dispuesto a hablar abiertamente de derrotar y sustituir
al régimen iraní con el uso mínimo de fuerza y desarrollar estrategias
para derrotar al Islam radical donde se presente.
Afirmó: podríamos
romper el régimen iraní, creo, en un año, empezando con cerrar el flujo
de gasolina a Irán y después sabotear la única refinería que tiene.
Rick Santorum
indicó que una de las principales amenazas es la difusión del
socialismo en América Latina. Estoy muy preocupado por los socialistas
militantes y los islamistas radicales juntándose en esa región.
Romney
dijo estar de acuerdo con Santorum en que América Latina aún no recibe
suficiente atención como amenaza. Recordó el 11 de septiembre y decenas
de ataques más que han sido detenidos por las fuerzas de seguridad, y
advirtió que Hezbolál, que está trabajando a través de América Latina,
en Venezuela, en México.
En
la lista también hay ciberataques, un ataque de pulso electromagnético
mencionado por Newt Gingrich, pero siempre la amenaza de un terrorista
con un arma de destrucción masiva.
El
terror parecía ser la mejor justificación para imponer el poder
estadunidense en el mundo y para descalificar a sus opositores (con
excepción del precandidato Ron Paul quien, como libertario conservador,
se opone a las guerras y denuncia las limitaciones de los derechos
individuales en casa bajo el rubro del antiterrorismo).
Romney
sostuvo que la herramienta de guerra que se está utilizando contra
Estados Unidos y alrededor del mundo es terror. Perry enfatizó la
urgencia de dar más fondos a la CIA y la inteligencia militar para
prevenir que ocurra el próximo atentado terrorista en este país.
Gingrich y la legalización
Lo
más notable de la noche fue la nota disonante de Gingrich sobre el tema
migratorio. Arriesgando el voto de la base ultraconservadora y
antimigrante de su partido, expresó su apoyo a promover una reforma que
incluya un programa de trabajadores huésped y una vía, muy limitada, a
la legalización (no la ciudadanía) para algunos indocumentados, como
aquellos menores que llegaron de manera ilegal y cumplan ciertos
requisitos.
Recordó
que votó en favor de la reforma migratoria promulgada por Ronald Reagan
y que ahora favorece un giro en esa política, siempre y cuando empiece
con controlar la frontera.
Gingrich
sorprendió al afirmar: no creo que el pueblo de Estados Unidos vaya a
tomar a gente que ha permanecido aquí un cuarto de siglo, que tiene
hijos y nietos (aquí), que son integrantes de sus comunidades,
separarlos de sus familias y expulsarlos. Indicó que los que han llegado
recientemente y no tienen vínculos con este país sí deberían de ser
deportados.
Por: David Brooks/ La Jornada/La Radio del Sur