El
siguiente articulo creado por un ruso y difundido por nosotros desde el
Partido Comunista Chileno (Acción Proletaria) PC(AP), debido a la
importancia histórica que le confiere el tema sobre la "represión
estalinista", su propaganda desde los imperialistas y la repetición de
estas calumnias por muchos que diciéndose de izquierda, por ignorancia,
desinformación o con objetivos ocultos atacan a las URSS de Lenin y
Stalin, utilizando las mismas fuentes que la GESTAPO, la CIA, el
revisionismo y el trotskismo (valga la redundancia) sostienen.
Aquí
desde lo que respecta a la misma vida histórica y desde la experiencia
que de ella emana veremos que tan ciertos son estas aseveraciones hechas
por los mismos que sostiene la sociedad de explotación capitalista,
contra el mañana que los trabajadores debemos conquistar: El Socialismo.
Para
poder demostrar que el “rey está desnudo”, no se necesita ser un sastre
profesional.
Basta con tener ojos y no tener miedo de pensar, aunque
sea un poquito.
Después de ver cuántas veces se ha reescrito la
historia, alardeando de alambicadas metodologías estadísticas, “capaces
de demostrar” lo que se quiera, la gente ya no se cree nada. Por eso no
pretendo cansar al lector con cálculos estadísticos, sino simplemente
apelar al uso del sentido común.
Cuando se habla de la represión, que se produjo en la época de Stalin, la propaganda antisoviética asegura lo siguiente:
- Los fascistas aniquilaban a otros pueblos, los comunistas al suyo propio.
- 20 millones de muertos en la guerra con los alemanes. Otros veinte en la guerra contra su propio pueblo.
- 40, 50, 60 y hasta 120 (!) millones de personas que pasaron por los campos.
-
Prácticamente todos los arrestados eran inocentes.
Los condenaban por
delitos como que una madre arrancase 5 espigas de trigo para sus hijos
hambrientos, o que por llevarse del trabajo un ovillo de hilo, te caían
10 años.
-
Casi todos los arrestados eran enviados a campos, donde trabajaban en
la construcción de canales o en la repoblación forestal. La mayoría de
los condenados murió.
Alexander
Solyenitzin: Reaccionario ruso, el principal instigador a estas
mentiras anticomunistas, de familia de terratenientes y kulaks, estimo
estas cifras de "30 hasta 60 millones los muertos en el tiempo de
Stalin, a pesar que la URSS perdió 27 millones en la II Guerra Mundial, y
su población total era de 170 millones.
Una total demagogia demográfica
considerando que después la URSS se transformo en una potencia mundial y
que no hubo una levantamiento ni previo ni posterior contra los
bolcheviques, al menos desde los trabajadores obreros y campesinos.
Cuando
se pregunta por qué el pueblo no se rebeló, si lo estaban aniquilando,
la respuesta habitual es: “el pueblo no lo sabía”.
El hecho de que el
pueblo no sospechase el alcance de las represiones, es algo que pueden
confirmar no solo toda la gente que vivió en aquellos años, sino
numerosas fuentes escritas.
En este sentido vale la pena señalar una
serie de importantes cuestiones, para las que no hay no ya una
explicación convincente, sino en general respuesta alguna...
¿De
dónde sacan esa inverosímil cantidad de presos? 40 millones de
prisioneros, equivale a la población que sumaban entonces Ucrania y
Bielorrusia juntas, a toda la población de Francia, o a toda la
población urbana de la URSS de aquellos años.
El arresto y deportación
de miles de ingushes y chechenos fue señalado por los historiadores como
un acontecimiento impactante.
Algo perfectamente comprensible. ¿Cómo es
que el arresto y traslado de una cantidad de gente infinitamente mayor
no cuenta con testigos?
Durante
la famosa “evacuación hacia el este” en los años 41-42, 10 millones de
personas fueron trasladadas a lo más profundo de la retaguardia, Los
evacuados vivían en escuelas, campamentos.
Donde fuese. Es algo que
recuerdan nuestros mayores. ¿Cómo no notar el paso de 40, 50 ó 60
millones?
Prisioneros
alemanes desfilando por Moscú, la estimación es de 3 millones de estos
que pagaron el precio en campos trabajo por invadir la URSS.
Casi
todos los testigos de aquellos años señalan el traslado y el trabajo en
la construcción de los prisioneros alemanes.
Era imposible no verlos.
El pueblo todavía recuerda por ejemplo que: “este camino lo construyeron
los prisioneros alemanes”.
En el territorio de la URSS hubo cerca de
tres millones de prisioneros de guerra. Resulta imposible no advertir la
presencia de una cantidad tan grande de personas.
¿Por qué no sucede lo
mismo con un número supuestamente 10 ó 20 veces superior de “presos”?
El solo hecho del traslado y trabajo en las obras de una cantidad tan
increíble de personas debió haber conmocionado a la población de la
URSS.
Es algo que se ha ido transmitiendo de boca en boca, decenas de
años después. ¿Existió algo de esto? NO.
¿Cómo
transportar a zonas tan alejadas, con ausencia total de caminos, a esa
enorme cantidad de gente?, ¿y qué medio de transponte, de entre los que
disponían en aquellos años, debieron haber utilizado?
La construcción a gran escala de carreteras en Siberia y en el norte, comenzó mucho más tarde.
El
traslado de enormes masas humanas de varios millones por la taiga y sin
caminos es algo absolutamente irreal. No hay posibilidad alguna de
abastecer de provisiones a tanta gente durante un camino de varios días.
¿Y
dónde se ubicaba a los presos?
Se supone que en barracones. Imagino que
no se construirían rascacielos para presos.
Sin embargo un barracón por
muy grande que sea no puede albergar más gente que un bloque de cinco
pisos.
Por algo se construyen casas de varios pisos. Luego para recibir a
40 millones de presos, se supone que debieron construir 10 ciudades del
tamaño que tenía entonces Moscú. Inevitablemente deberían quedar
huellas de esos asentamientos gigantescos.
¿Dónde están? En ninguna
parte.
Si
desperdigamos una cantidad así se presos, por una enorme cantidad de
pequeños campos, localizados en puntos de difícil acceso en zonas poco
habitadas, el abastecimiento se convertiría en un problema irresoluble.
Además, los gastos de transporte en condiciones de ausencia de caminos,
serían inimaginables.
De haberse situado cerca de las carreteras, junto a
núcleos importantes de población, toda la población del país hubiera
sabido de la enorme cantidad de presos.
Ciertamente,
de haber estado en las afueras de las grandes ciudades, debería haber
un gran número de construcciones singulares, que sería imposible que
pasasen inadvertidas, o fuesen confundidas con cualquier otro tipo de
edificación.
El
famoso canal Belomor, lo construyeron 150 mil presos, El complejo
hidroeléctrico de Kirov, 90 mil.
Todo el país sabía que en esas obras
estaban trabajando presos.
Y esas cifras son insignificantes en
comparación con las supuestas decenas de millones.
Decenas
de millones de “presos-esclavos” debieron dejar tras de si
construcciones ciclópeas. ¿Dónde están y como se llaman? Podríamos
seguir haciendo preguntas que nunca tendrán respuesta.
¿Cómo
abastecer de víveres a esa enorme cantidad de gente en zonas alejadas
de difícil acceso?
Incluso suponiendo que se alimentasen con las
raciones que había en el Leningrado del bloqueo, eso representaría que
harían falta mínimo 5 millones de kilos de pan al día- 5000 toneladas.
Y
eso si nos olvidamos de que los guardias también comen, beben,
necesitan armas y uniformes.
Seguramente
todos habrán visto fotografías del famoso “Camino de la Vida”: uno tras
otro, en una hilera sin fin, vemos a camiones de 1’5 ó 3 toneladas.
Eso
era prácticamente el único medio de transporte de aquellos años, aparte
del ferrocarril (considerar a los caballos medios de transporte, dado
el volumen y peso de la carga, no tiene sentido).
Abastecimiento a la ciudad sitiada de Leningrado, durante el asedio por las tropas fascistas alemanas y finlandesas.
La
población del Leningrado bloqueado, era aproximadamente de 2 millones
de personas.
El camino sobre el lago Ladozhsky era de unos 60 Km.
Pero
el envío de mercancía, incluso en una distancia tan corta, se convirtió
en un gran problema.
Y no solamente por los bombardeos alemanes (los
alemanes no consiguieron cortar el suministro ni un solo día).
El
problema estaba en la pequeña capacidad que ofrecía un camino comarcal
como era el “Camino de la Vida”.
¿Cómo
se imaginan los defensores de la hipótesis de las “represiones en masa”
el abastecimiento de 10 ó 20 ciudades del tamaño de Leningrado,
situadas a centenares o miles de kilómetros de distancia de las
carreteras más cercanas?
¿Cómo
se les hizo llegar las herramientas de trabajo y que medio de
transporte, de entre los que había en aquel tiempo, se utilizó? Podemos
no esperar respuestas. No las habrá.
¿Dónde
se instalaba a los detenidos?
Los detenidos rara vez comparten espacio
con los que cumplen condena.
Para eso existen centros de aislamiento
especiales.
Retener a los arrestados en edificios normales no se puede;
se necesitan condiciones especiales, por consiguiente se debieron
construir en cada ciudad, en gran cantidad, centros de aislamiento,
cárceles, con capacidad para decenas de miles de detenidos cada una.
Debieron ser construcciones de unas dimensiones gigantescas, pues
incluso en la famosa “Butyrka” nunca hubo más de 7000 presos.
Incluso
suponiendo que la población de la URSS sufría de una repentina ceguera y
no se daba cuenta que se estaban construyendo cárceles gigantescas, una
cárcel es algo difícil de esconder o de hacer pasar por otro tipo de
construcción.
¿Qué fue de esas cárceles después de Stalin?
Tras
el golpe de Pinochet hubo que meter a 30 mil detenidos en un campo de
fútbol.
Por cierto, eso fue algo que no pasó inadvertido para el mundo
entero.
¿Cómo sería detener a millones?
Unos
30 mil detenidos estuvieron en el Estadio Nacional en Chile, donde no
se pudo ocultar este crimen hecho un verdadero campo de concentración,
sumado a los muertos acribillados y degollados de las calles.
A
la pregunta: ¿Y dónde están las fosas comunes de los inocentes
ejecutados, que se suponen millones? tampoco escucharán ninguna
respuesta convincente.
Después
de la propaganda antiestalinista de la Perestroika, lo lógico hubiera
sido que hubiesen salido a la luz los lugares secretos de enterramientos
masivos de millones de víctimas, donde poder levantar obeliscos y
memoriales.
Pero no hay ni huella de nada de eso.
Recordemos
los enterramientos en Baby Yar famosos en el mundo entero.
Toda Ucrania
supo enseguida que allí se había producido un aniquilamiento masivo de
civiles por parte de los fascistas.
Según diferentes fuentes, acabaron
con la vida de entre 70 y 200 mil personas.
El
exterminio en Baby Yar le costó la vida a 200 mil personas, donde los
alemanes ocuparon una depresión en el terreno para apilar a hombres,
mujeres y niños asesinados.
La masacre por parte de los fascistas a la
URSS le costó 1/3 de la población de Ucrania.
Estadísticas confirmadas
por las fosas comunes y aniquilamiento masivas de civiles.
Foto: Fosa
común de Baby Yar; por inaugurarse.
Está
claro que si no se pudo ocultar el fusilamiento y enterramiento de ese
número de personas, mucho menos se lograría con cifras 50 ó 100 veces
mayores.
Considero
que los datos aportados y las reflexiones hechas son suficientes.
Nunca
nadie ha podido rebatirlas. Incluso si alguna de las situaciones
anteriormente descritas, pudiese ser explicada de algún modo, traído
“por los pelos”, no se podría explicar todo en conjunto.
El cumplimiento
simultáneo ya no de todas, sino de una parte siquiera de las
condiciones de las que hemos hablado, es imposible por definición.
Unas
cifras de tan colosal envergadura, no fueron elegidas por los
falsificadores de modo casual.
No sólo impactan, provocando fuertes
emociones, sino que eliminan la posibilidad de crítica.
Las víctimas de
la manipulación, no están en estado de creer que se puede mentir así.
Es
algo que ya utilizó la propaganda nazi.
Los sicólogos saben
perfectamente, que para una persona media, todo lo que pase de 100 mil,
se inscribe en la categoría de “muchísimo”.
Por
eso, si nos dicen que murieron cien millones, es muy probable que lo
creamos, puesto que en la vida cotidiana no operamos con grandes
números.
Sandino Vive