“Religiosos belgas reconocen a las víctimas en su status, su
sufrimiento, la soledad y abandono” señaló la comisión de arbitraje que
trata dichos actos de agresión homosexual y pedofilia sobre los menores.
La Gran Época
La Iglesia Católica de Bélgica reconoció y confirmó que indemnizará a más de 80 víctimas de abuso sexual ocurridos en su comunidad entre 1973 y 1986, entregando a cada uno de los afectados de 2500 a 25 mil dólares
dependiendo si los actos eran solo agresión, violación homosexual o
reincidencia por parte de los sacerdotes sobre los menores y mayores de
16 años de su comunidad.
Una comisión de arbitraje compuesta por médicos, psicólogos y jueces anunció que decidirá el monto de los daños a pagar.
“Se trata de una acción sin precedentes de los religiosos belgas, que reconocen las víctimas de abusos sexuales en su status, su sufrimiento, la soledad y abandono”,
declaró Karine Lalieux, presidente de la comisión parlamentaria sobre
los abusos sexuales al interior de la Iglesia, informó hoy el medio
RTBF.
Las compensaciones señaladas por la comisión son:
- 2500 euros a las víctimas sobre 16 años sin violencia física
- 5000 euros si es menor de edad sin violencia física o mayor de edad con violencia
- 10000 en caso de violación
- 25000 en casos de reincidencia de cualquiera de los tres hechos
El
reconocimiento de la iglesia belga se suma a la de Estados Unidos,
Irlanda y Alemania en que sacerdotes con comportamientos homosexuales y
pedofilia atacaron a los menores de su comunidad.
En
septiembre de 2010, una comisión encabezada por un psiquiatra infantil
había publicado el testimonio de cerca de 500 personas acusando a
sacerdotes de abusar sexualmente de ellas durante su juventud, informó
Fígaro.
Como
los hechos ya se habían prescrito para la justicia normal y
eclesiástica, después de meses de discusiones, los obispos belgas en
junio reconocieron su "responsabilidad moral" y se comprometieron a
compensar a las víctimas.
Según
el medio informativo solo unas 80 presuntas víctimas iniciaron ese mes
la nueva acción legal civil a la Santa Sede y los más altos funcionarios
de la Iglesia Católica en Bélgica.