Rusia podría salirse del Tratado de reducción de armas estratégicas
ofensivas firmado con EE. UU., si Washington sigue adelante con sus
planes para desplegar el escudo antmisiles en Europa y sigue sin ofrecer
garantías jurídicas de que el sistema no va dirigido contra las fuerzas
estrategicas rusas. Así lo ha informado el presidente de Rusia, Dmitri
Medvédev.
Rusia siempre se opuso a los planes de EE. UU. de desplegar su escudo
antimisiles en Europa. Según Estados Unidos se trata de una medida
necesaria para proteger su territorio y los países aliados de una
posible agresión por parte de Irán. Moscú, por su parte, argumenta que
ninguno de los así llamado ‘país problemáticos’ posee misiles con
alcance de entre 5.000 y 8.000 kilómetros que podría suponer una amenaza
real para Europa”.
La situación pareció cambiar en noviembre de 2010, cuando en la cumbre de Lisboa Rusia y la OTAN acordaron colaborar en la defensa antimisil para Europa.
Sin embargo, las negociaciones se vieron entorpecidas por la renuencia de EE. UU. a presentar garantías jurídicas de que el sistema que se despliega en Europa no va dirigido contra las fuerzas estratégicas rusas.
Un año después de aquellla histórica cumbre de Lisboa, en el reciente foro de la APEC en Honolulú (Hawái), el presidente ruso, Dmitri Medvédev,
y su homólogo norteamericano, Barack Obama, admitieron que los dos
países están lejos de alcanzar un consenso sobre la cuestión.
"Hemos
acordado seguir buscando una posible solución a este tema [defensa
antimisiles, DAM], dando por hecho que nuestras posiciones al respecto
son todavía muy distantes", anunció Medvédev al término de su reunión
con Obama.
Sin embargo, acentuó que en los últimos años se produjo un
importante avance en asuntos “que quedaban pendientes durante décadas",
citando el ejemplo el Tratado de reducción de armas estratégicas ofensivas firmado en Praga en 2010.
Varios países como Polonia, Rumania, Turquía y España colaborarán en la puesta a punto escudo antimisiles norteamericano. El 22 de noviembre EE. UU. anunció también el cese temporal de una parte de sus obligaciones respecto a Rusia en el marco del Tratado de Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE).
Por su parte, Moscú ha advertido en varias ocasiones que se verá obligada a tomar las medidas correspondientes
si no se aceptan sus numerosas propuestas de acuerdo sobre el
despliegue del escudo. Medvédev comentó el 21 de noviembre que la
respuesta de Rusia "será sensata, suficiente y no cerrará camino para continuar la discusión con nuestros socios de la Alianza del Atlántico Norte”.
http://actualidad.rt.com/actualidad/rusia/issue_32756.html
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