(PL) El 61 por ciento
de los cubanos residentes en Estados Unidos se opone al regreso de las
fuertes restricciones vigentes contra la isla en 2004, cuando regía el
gobierno del entonces presidente George W. Bush.
De acuerdo con encuesta del Departamento
de Estudios Globales de la Universidad de Florida (FIU) y el Cuban
Research Institute (CRI), además un 58 por ciento de los cubanos
consultados apoyaría un restablecimiento de relaciones entre Washington y
La Habana.
Igualmente el 53 por ciento de los interrogados consideró que “no es
funcional” el bloqueo económico, comercial y financiero mantenido por
Estados Unidos durante medio siglo contra Cuba.
El rechazo ante las normas prohibitivas de la era Bush es mayor (76
por ciento) entre aquellos individuos que llegaron a Estados Unidos
después de 1994, refleja el sondeo difundido esta semana por las
mencionadas instituciones.
Analistas políticos subrayan que los datos revelados por este estudio
refutan aseveraciones del legislador cubanoamericano Mario Díaz-Balart,
quien alega que “la mayoría de los exiliados apoya su propuesta” para
reforzar el bloqueo contra Cuba.
Díaz-Balart, entre otros congresistas vinculados a la extrema-derecha
cubanoamericana, han presentado proyectos para que la Casa Blanca
elimine la flexibilización de las visitas y el envío de dinero a
familiares en la nación antillana.
También la parlamentaria de origen cubano Ileana Ros-Lehtinen,
presidenta del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de
Representantes, pidió al presidente Barack Obama tomar medidas para
impedir supuestas violaciones de leyes sobre el turismo a la Isla.
En otro acápite de la encuesta del CRI un 48 por ciento de los
entrevistados indicó estar completamente a favor de que compañías
norteamericanas vendan medicinas y alimentos a la isla.
Las ventas de alimentos a La Habana recibieron un respaldo de 42 por
ciento, mientras que el 57 por ciento de los consultados consideró que
Washington debe permitir, sin restricciones, los viajes de
estadounidenses a Cuba.
Las pérdidas de Cuba por el cerco económico que le impone Estados
Unidos hace más de 50 años ascienden a 975 mil millones de dólares,
cifra que tiene en cuenta la depreciación del dólar frente al oro desde
1961 hasta 2010.
Cuba reiteró el mes pasado que está lista para discutir con Estados Unidos
problemas pendientes mediante el eventual establecimiento de un diálogo
respetuoso y en condiciones de equidad, reciprocidad e igualdad.
“Cuba reafirma su posición tradicional a sostener un diálogo el
presidente Obama tiene una oportunidad histórica para cambiar las
relaciones”, señaló al periódico The Havana Reporter Josefina Vidal, jefa de la Dirección de América del Norte del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.