La embajadora de Nicaragua en la Organización de las Naciones Unidas
(ONU), María Rubiales de Chamorro, denunció la injerencia extranjera en
Libia.
La postura de la diplomática fue expresada durante la reunión de la
Asamblea General, que este viernes aprobó que el autodenominado Consejo
Nacional de Transición (CNT) ocupe el lugar del Gobierno libio en el
organismo internacional.
“La libre determinación la deben reconocer los propios pueblos y no la Otan”, afirmó Rubiales, en referencia a los bombardeos que desde hace siete meses lleva adelante la Organización del Tratado para el Atlántico Norte (Otan) contra Libia.
La representante nicaragüense afirmó que “las revoluciones no pueden ser auténticas si son dirigidas por un grupo de naciones con intereses hegemónicos que violan, incluso, la Carta de Naciones Unidas”.
La Asamblea General reconoció al CNT, lo que permitirá a sus integrantes ocupar el asiento del país norteafricano en la cámara del órgano multilateral, con 114 votos a favor, 17 en contra y 15 abstenciones.
La Unión Africana y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) demandaron un retraso en la decisión, lo que fue rechazado.
Ahora los miembros del organismo libio, integrado por fuerzas procoloniales, podrán participar en los debates públicos del 66 período de sesiones del órgano multilateral, que se inician formalmente la próxima semana.
Entre los países que votaron en contra del reconocimiento del CNT están Angola, la República Democrática del Congo, Sudáfrica, además de los representantes de las naciones del Alba: Cuba, Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Bolivia, Antigua y Barbuda, Dominica y San Vicente y las Granadinas.
Por su parte, el representante venezolano ante la ONU, Jorge Valero, aseveró que el reconocimiento al CNT “representaría un precedente abominable y violaría los más elementales principios de la legislación internacional que Naciones Unidas reconoce”.
El pasado 9 de septiembre, los ministros de Relaciones Exteriores del Alba emitieron un comunicado en el que se condena “la intervención de la Otan en Libia, y la agresión militar ilegal llevada a cabo al amparo de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU y aprovechando con oportunismo la situación de conflicto político interno en ese país”.
Hasta el momento la incursión militar, liderada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan) en el país magrebí ha acabado con al vida de más de 50.000 personas.
Este viernes, las fuerzas imperiales dieron luz verde para el recrudecimiento de las operaciones militares en Sirte y Bani Walid.
“La libre determinación la deben reconocer los propios pueblos y no la Otan”, afirmó Rubiales, en referencia a los bombardeos que desde hace siete meses lleva adelante la Organización del Tratado para el Atlántico Norte (Otan) contra Libia.
La representante nicaragüense afirmó que “las revoluciones no pueden ser auténticas si son dirigidas por un grupo de naciones con intereses hegemónicos que violan, incluso, la Carta de Naciones Unidas”.
La Asamblea General reconoció al CNT, lo que permitirá a sus integrantes ocupar el asiento del país norteafricano en la cámara del órgano multilateral, con 114 votos a favor, 17 en contra y 15 abstenciones.
La Unión Africana y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) demandaron un retraso en la decisión, lo que fue rechazado.
Ahora los miembros del organismo libio, integrado por fuerzas procoloniales, podrán participar en los debates públicos del 66 período de sesiones del órgano multilateral, que se inician formalmente la próxima semana.
Entre los países que votaron en contra del reconocimiento del CNT están Angola, la República Democrática del Congo, Sudáfrica, además de los representantes de las naciones del Alba: Cuba, Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Bolivia, Antigua y Barbuda, Dominica y San Vicente y las Granadinas.
Por su parte, el representante venezolano ante la ONU, Jorge Valero, aseveró que el reconocimiento al CNT “representaría un precedente abominable y violaría los más elementales principios de la legislación internacional que Naciones Unidas reconoce”.
El pasado 9 de septiembre, los ministros de Relaciones Exteriores del Alba emitieron un comunicado en el que se condena “la intervención de la Otan en Libia, y la agresión militar ilegal llevada a cabo al amparo de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU y aprovechando con oportunismo la situación de conflicto político interno en ese país”.
Hasta el momento la incursión militar, liderada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan) en el país magrebí ha acabado con al vida de más de 50.000 personas.
Este viernes, las fuerzas imperiales dieron luz verde para el recrudecimiento de las operaciones militares en Sirte y Bani Walid.
.jpg)