La Fiscalía General de Ucrania investiga entre otras hipótesis la de
que el ex mandatario Víctor Yúschenko no fue envenenado con dioxina en
septiembre de 2004 cuando todavía era candidato a la presidencia,
escribe hoy el diario ucraniano Segodnia.
Yúschenko se sintió mal en pleno fragor de aquella campaña electoral,
fue internado en una clínica de Austria donde se detectó la presencia
de dioxina en su organismo, y se vio obligado a someterse a un
prolongado tratamiento de desintoxicación.
Aquel episodio de “envenenamiento”, que nunca fue probado de forma
inequívoca, contribuyó en gran medida a su elección como jefe del Estado
a principios de 2005.
El expediente penal a raíz del suceso fue cerrado
y reabierto sin que la Fiscalía haya avanzado mucho en esa
investigación hasta hoy.
El subjefe primero de la Fiscalía, Renat Kuzmín, quien supervisa el
caso, restó hace poco credibilidad a los antiguos análisis de sangre y
pidió a Yúschenko someterse a nuevas pruebas.
El ex presidente se opuso
en un principio, luego dijo que sí pero no lo ha hecho hasta ahora.
Simplemente pasa por alto las invitaciones sin especificar los motivos
de esa renuencia, dijo a Segodnia un funcionario de la Fiscalía.
Hay dos explicaciones posibles, según esa fuente: “O Yúschenko rehúsa
contestar a las preguntas que harían parecer deliberadamente falsas sus
anteriores declaraciones (sobre el envenenamiento), o no quiere exponer
a las personas que en aquella coyuntura política tramaron el
‘dispositivo de la dioxina’ para llevarle a la presidencia”.
En ambos casos Yúschenko se expone a sanciones penales aunque no está
claro, si el fiscal general Víctor Pshonka y su auxiliar Kuzmín se
atrevan a tanto.
“En la Fiscalía se rumora que pronto darán carpetazo al
asunto”, dijo el interlocutor del periódico.