
Si la masa de un pueblo derroca por sí sola a un gobierno autoritario
tiene, en determinadas condiciones, una probabilidad significativa de
lograr su autodeterminación y la defensa genuina de sus intereses.
En
cambio, si intervienen terceros y peor aún las grandes potencias
extranjeras la probabilidad decrece significativamente.
En el conflicto
de Libia se suma una guerra de cuarta generación con el protocolo
británico de la guerra de masas, el nuevo modo de guerra de Washington, y
el perfeccionamiento del procedimiento formal de guerra de la OTAN,
basado en la experiencia de Yugoslavia (1999).
A
una década de distancia espacio-temporal los grandes multimedios de
información, prolongaciones de las grandes potencias, se centralizan en
la conmemoración del atentado del 11-S.
La zona cero marcó un comienzo,
la respuesta del imperio no fue de suma cero, superó con creces la ley
del Talión que aparece en uno de los cuerpos legales mas antiguos, el
código de Hammurabi (Irak, 1700 a.C.).
Una reacción mucho mayor que la
acción, un escarmiento y un mensaje dirigido al mundo con cientos de
miles de muertos en las invasiones a Afganistán e Irak.
Marcó un cambio
en las relaciones internacionales, el inicio de la guerra contra el
terrorismo y la guerra preventiva, el recrudecimiento del control social
y las nuevas doctrinas de seguridad interior, y una hoja de ruta de
conquista definida, en particular para siete países del arco de
inestabilidad en el Gran Oriente Medio, que continúa hoy con Libia y
mañana el 11-Siria.
Sin embargo desde otro
ángulo, el 11-S no fue un inicio sino que tiene necesariamente una
historia previa poco difundida.
Hace exactamente 38 años concluía el
proyecto FUBELT de Washington para derrocar al gobierno de Salvador
Allende, otra de las sangrientas intervenciones en América Latina, y si
como se afirma el atentado del WTC fue obra de un grupo fundamentalista
árabe, como al Qaeda, es consecuencia de una reacción extremista frente a
las intervenciones de Estados Unidos en Oriente Medio. (1)
El
20 de Marzo de 2003, G.W. Bush lanzó la Operación Libertad Iraquí.
Casi
exactamente 8 años después, el 19 de Marzo de 2011, y con la
experiencia de Irak, Obama autorizó sobre Libia la Operación Odisea del
Amanecer, que continuó desde el 31 de Marzo con la Operación Protector
Unificado de la OTAN, autorizada esta vez por el Consejo de Seguridad de
la ONU mostrando que la organización aprendió las lecciones de
Yugoslavia.
Hasta el 10 de Septiembre, se habían realizado
22.228 misiones aéreas en Libia, incluyendo 8.346 de ataque (2), lo que
significa en promedio una operación aérea cada 10 minutos, o 137 por día
de las cuales 51 son de ataque.
Estiman que la 'reconstrucción' de la
tierra arrasada llevará 10 años.
Este despliegue militar furibundo
estuvo siempre dirigido al cambio de régimen, como lo habían anunciado
los líderes del tríptico de potencias que lo encabezan.
Los
rebeldes locales armados no mostraron capacidad militar propia como
para derrocar al régimen de Kadafi pero, si la masa de población libia
que apoya al Consejo Nacional de Transición (CNT) y hoy festeja la ayuda
de la OTAN, cree que una vez finalizada su misión, las grandes
potencias occidentales simplemente se replegarán respetando los
intereses populares y dejando a los libios sus asuntos, es que no se
visualiza del todo la dinámica del proceso histórico y geopolítico.
No
hay indicios que los grandes polos de poder concentrado subyacentes en
Estados Unidos y Europa Occidental hayan abandonado sus líneas
ideológicas históricamente colonialistas e imperialistas, aunque las
hayan mimetizado a la modernidad.
La 'ayuda' a Libia no es gratis es a
pagar, traidores libios mediante, por el pueblo libio todo.
El
Kadafi antimperialista hasta la caída de la URSS, y luego converso
pragmático colaboracionista para mantener su gobierno frente al contexto
de las nuevas relaciones de fuerza internacionales, se había reservado
algunos grados de libertad nacionalista, pero nunca resultó fiable para
los imperialistas.
Para las grandes potencias la apertura y servilismo
de un régimen no solo no garantiza su protección ni estabilidad, sino
que es interpretado como debilitamiento y decaimiento.
En el marco
generalizado de las revueltas árabes, la excesiva represión del régimen
para mantener la estabilidad entre las regiones tribales del Oeste y
parte del Sur favorecidas por su gestión, y la empobrecida del Este, dio
la oportunidad al triplete para fogonear una guerra de masas usando la
OTAN.
Aunque los imperialistas no se irán de Libia porque ya estaban,
ahora van por todo.
Miembros del actual CNT ya
habían pagado la intervención de Francia previamente al ataque de la
OTAN, comprometiendo la entrega luego de la caída de Kadafi, del 35% de
la producción petrolera total de Libia. Por supuesto las partes lo
negaron.
Pero los hechos están mostrando que los privilegiados de la
repartija petrolera, serán los países de la OTAN que votaron a favor de
la tramposa y permeable resolución 1973 del Consejo de Seguridad y
apoyaron al CNT desde el principio.
Se ha desatado una fuerte puja entre
las potencias y sus multinacionales francesas, italianas, alemanas,
británicas y estadounidenses en que no solo el CNT deberá respetar los
acuerdos realizados con Kadafi, sino con miras a obtener las mejores
nuevas tajadas de la parte del león.
De esa exacción trata parte de los
pagos y carencias económicas y culturales que deberá afrontar el pueblo
libio.
El consejero de Obama, Ben Rhodes, (con
el mismo apellido de los imperio-colonialistas europeos 'dueños de
Africa' con un país a su nombre Rhodesia (hoy Zambia y Zimbawe)),
declaró '...la aproximación multilateral y la marca suave de la
administración Obama para un cambio de régimen es más efectiva que el
estilo de ocupación duro con tropas usado por George W. Bush en Irak y
Afganistán'.
Y agregó que esta estrategia para la intervención militar
tendrá mejores resultados para el futuro de Libia y '...forma la base
del modelo preferido de Obama para otras futuras intervenciones
militares'.
Rhodes está hablando del nuevo modo de guerra
americano, al estilo del poder inteligente del gobierno demócrata de
Obama, que diluye la exposición frontal directa.
A éste se suma la
aplicación en Libia de la guerra de cuarta generación, que esta
relacionada con el protocolo británico de la histórica guerra de masas.
Uno de los rostros de la guerra de cuarta generación basada el concepto
de espectro total, se pudo observar en la manipulación deliberada de la
información sobre Libia que transmiten al público las 4 grandes agencias
internacionales de noticias que generan el 80% de la información
mundial, y los grandes multimedios de comunicación internacional que
luego era replicada por la mayoría de los medios locales.
Esta es la
componente que corresponde a la guerra psicológica.
Por
su parte, a diferencia de los bombardeos de la OTAN sobre Serbia (1999)
sin la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU, los votos de
abstención de China y Rusia permitieron el bombardeo humanitario con
autorización. La OTAN afinó su procedimiento de guerra también para
futuras aplicaciones en otros países del mundo, como Siria.
Aunque su
gobierno es más tolerante con Israel que Kadafi, pero como éste con la
violenta represión a la población está dando a los imperialistas la
excusa para que repitan el modelo de guerra libio.
Hace un par de
semanas con esta retórica, Obama afirmó '...
Por el bien del pueblo
sirio, es el momento de que el presidente al Asad se vaya ...se le ha
pedido que encabezara una transición democrática o que se hiciera a un
costado.
No lo ha hecho'. Estados Unidos y la Unión Europea repitieron
unilateralmente las sanciones económicas para Damasco, por su parte
Moscú se opuso.
Rusia, temerosa de quedar
relegada en el reparto como ocurrió en Irak, se apuró en reconocer al
CNT como nuevo gobierno libio, que a su vez se comprometió a cumplir los
contratos firmados anteriormente con el régimen de Kadafi.
Hace tres
años, Moscú había condonado a Libia una deuda de más de 4.000 millones
de dólares a cambio de contratos equivalentes para sus petroleras, la
construcción de 500 kilómetros de vía para el ferrocarril Sirte-Bengasi y
la compra de armamento, como aviones de combate, tanques y misiles.
Además Rusia expresó su predisposición a participar en una misión
humanitaria de la ONU en Libia, si las nuevas autoridades lo solicitan, y
las invitó a visitar Moscú.
El proyecto
estadounidense del Gran Oriente Medio (GMEI) posteriormente extendido
como Iniciativa Oriente Medio y Africa del Norte Ampliado (BMENA) (3),
intentaba reformas capitalistas en principio políticas y económicas para
relacionar éstas dos regiones, diferenciándolas de Africa. Aunque se
suponía que el plan había perdido impulso por la resistencia de los
regímenes autocráticos del Golfo, Washington nunca anunció la
desactivación de la estrategia subyacente.
La iniciativa apareció en el
gobierno de G.W. Bush (2003), y se presentó como una estrategia
multilateral de dos décadas de duración para difundir la liberalización
económica (libre mercado) y política (democracias capitalistas) a los
países árabes y no árabes islámicos.
Sin embargo en el diseño del
proyecto habían participado varios de los principales tanques de
pensamiento, el Departamento de Estado y el Pentágono, lo que le
confiere una dimensión geopolítica extra en que Washington ampliaría su
influencia y control militar desde Marruecos a las fronteras de Rusia y
China.
La Libia del CNT encuadra con el BMENA, y quedará alejada de
Africa y cerca de Arabia.
Después de la reunión en París de los amigos
de Libia, las potencias entregarán 15.000 millones de dólares para la
reconstrucción del país a los rebeldes del CNT, que se comprometieron en
la transición hacia la democracia. Hillary Clinton afirmó '...
Ganar una
guerra no ofrece garantías para la paz... Vamos a estar vigilando y
apoyando a los nuevos líderes de Libia mientras mantengan sus
compromisos asumidos'.
Una vez desatada la
guerra de masas dipolar entre los pro y los anti régimen, los
imperialistas de la OTAN deben controlar el país para que no se iraquice
(hace una semana fueron descubiertos en Trípoli varios coches bomba), y
asegurar el saqueo a sus multinacionales.
Al alcanzar el cambio de
régimen, están resurgiendo la complejidad de las disputas intestinas en
los bandos, milicias, tribus y clanes, especialmente la 'ganadora' y
heterogénea oposición a Kadafi, y qué peso pueden tener los que rechazan
la ocupación extranjera.
Para proyectar
control, las potencias necesitan presencia militar permanente sobre el
territorio, sea directa a través del AFRICOM por ejemplo, o tercerizada
mediante tropas de sus satélites árabes y los contratistas. Pero también
necesitan que Kadafi y algunos de sus hijos sean suprimidos.
En su
pragmatismo y venganza podría negociar con al Qaeda, como lo hizo con
Occidente y desatar una guerra de guerrillas en contra de los rebeldes y
sus patrocinadores extranjeros.
De aquí la urgencia con que el fiscal
argentino Luis Moreno Ocampo de la Corte Criminal Internacional lo ha
acusado, junto a su hijo Saif al Islam (ex alumno del London School of
Economics) y su cuñado Abdalá al Senussi, a lo que sumó el pedido de
captura internacional de Interpol con la notificación roja de los más
buscados, lo que recuerda el destino de Saddam Hussein.
Para este fin,
Washington y Tel Aviv disponen de otra técnica mucho mas rápida y
efectiva pero no tan legal, las ejecuciones extrajudiciales y
decapitación de liderazgos, normalizada por la Mossad desde 1972 (que es
aplicada a líderes y milicianos opositores. Así ‘desaparecieron’ a bin
Laden).
Con menor frecuencia, los asesinatos selectivos también son
metodología de otros países como Francia, Rusia, Inglaterra, Colombia.
En sintonía, el CNT puso un precio millonario a la cabeza de Kadafi y
declaró que la guerra continuará hasta que se lo encuentre vivo o
muerto, y que el proceso democrático comenzará cuando Libia sea
declarada 'liberada'.
Al igual que el fiscal de
la Corte Criminal Internacional, el CNT anunció que la captura de
Kadafi es 'sólo cuestión de tiempo', y para su cacería a muerte se ha
creado una unidad de fuerzas especiales, que actuará con información de
inteligencia local y occidental de la DGSE, CIA, Mossad y MI6 entre
otros.
Las grandes potencias occidentales, Arabia Saudí e Israel tienen
desplegados sus agentes de Inteligencia dentro del país desde mucho
antes del inicio de la revuelta, otros como Qatar, y Jordania lo
hicieron recientemente junto con las unidades militares de comandos
especiales de las potencias.
La misión principal de estos comandos
extranjeros, fue recopilar sobre el terreno información sobre la
ubicación exacta de los objetivos estratégicos clave y de defensa de las
tropas de Kadafi para orientar el bombardeo por saturación de la OTAN.
En especial, el ataque con bombas antibunker de penetración subterránea
contra el refugio de Kadafi en Sirte fue desarrollado por los
británicos.
En el asalto blitzkrieg a Trípoli y la movilización de los
grupos de oposición participó el Servicio Especial Aéreo británico
(Special Air Service; SAS), que ahora está desplegado para cazar a
Kadafi.
El SAS británico activo desde la
Segunda Guerra Mundial y que operó en Bosnia, en la guerra del Golfo,
Irak y Afganistán entre otros, es el mismo que se infiltró en Argentina
durante la guerra de Malvinas (1982).
Lindero a la pista de aterrizaje
de la base militar Río Gallegos está la estancia inglesa El Cóndor, que
ocultaba comandos del SAS con la misión de informar sobre cada aeronave
que salía para alertar a la flota inglesa (4).
El SAS actuó en la
fracasada Operación Mikado (en japonés significa la puerta); los
comandos ingleses debían volar hasta la Base Aeronaval Almirante Hermes
Quijada (rebautizada Pioneros Aeronavales en el Polo Sur) de Río Grande
(Tierra del Fuego) fuertemente defendida por 4 batallones completos
(BIM) del Comando de la Infantería de Marina, donde estaban los aviones
de la Armada Argentina Super Étendard con sus misiles Exocet.
La
operación inglesa consistía en aterrizar en dos Hércules C-130, destruir
los misiles, los aviones, asesinar a los pilotos y refugiarse en Chile
con la excusa de un desperfecto técnico.
La penetración previa a
territorio argentino fue realizada con dos helicópteros Sea King y
comandos de elite del SAS, sin embargo fueron detectados por los radares
argentinos y rechazados, precipitándose uno de ellos a tierra al
replegarse.
En su conversión, Kadafi participó
activamente en la guerra contraterrorista lanzada despúes del 11-S por
Estados Unidos, al punto de establecer en Libia centros clandestinos de
tortura al servicio de la CIA y el MI6.
Por eso dijo, que el ataque se
trataba de una operación con respaldo extranjero y de al Qaeda; y por
eso en el ataque relámpago a Trípoli para resolver el conflicto,
participaron junto con las fuerzas especiales occidentales miembros de
al Qaeda, reconocidos y tolerados por Washington.
El máximo comandante
militar libio del nuevo Consejo Militar Trípoli es Abdelhakim Belhaj,
surgido del centro fundamentalista de la ciudad de Derna y formado en la
yihad antisoviética en Afganistán, fundador del Grupo Combatiente
Islámico de Libia (Libyan Islamic Fighting Group; LIFG) en 1995.
Durante
siguiente el quinquenio el LIFG financiado por el MI6, luchó contra el
régimen de Kadafi e intentó asesinarlo para establecer un Estado
islámico. Después del 11-S, Belhaj se trasladó a Pakistán e Irak, y fue
arrestado en 2003 por la CIA en Malasia y enviado a Libia donde recién
fue liberado en 2010.
Mientras en 2007, al Qaeda anunció oficialmente la
fusión entre el LIFG y al Qaeda del Magreb Islámico (AQIM) anunciándose
una yihad contra Kadafi, Estados Unidos y otros países occidentales.
Sin embargo algunas ramas de la red horizontal del LIFG niegan la
relación. Belhaj parece estar relacionado con el asesinato ocurrido hace
algo mas de un mes, del comandante del ejército rebelde Younis,
desertor del régimen de Kadafi que había liderado las fuerzas especiales
que combatieron furiosamente al LIFG en Cirenaica (1990 a 1995).
Libia
se habrá liberado de un tirano afín al imperialismo, pero con ayuda de
éste va camino a su nueva tiranía. Para Occidente la niebla de la
pos-guerra libia puede ser más compleja que en Kosovo (5).
Para lograr
cierta pacificación muchas tribus partidarias de Kadafi y el dudoso LIFG
deberían participar del nuevo gobierno.
Los imperialistas de la OTAN y
los rebeldes estiman, que un Kadafi prófugo podría organizar una
resistencia guerrillera de larga duración y al Qaeda una potencial
yihad.
Pero dentro de la incertidumbre, la certeza es que las grandes
petroleras y multinacionales extranjeras ya han iniciado el saqueo…
Notas:
1) Según el gobierno de Estados Unidos las causas para el atentado 9/11 estarían en el documento fatwa de al Qaeda (1998)
2) http://www.nato.int/nato_static/assets/pdf/pdf_2011_09/20110911_110911-oup-update.pdf
3)
Greater Middle East (GMEI); Broader Middle East and North Africa
Initiative (BMENA), fpc.state.gov/documents/organization/43293.pdf,
4) En 1973 el ex gobernador de Santa Cruz, Jorge Cepernic, intentó expropiar la estancia a los ingleses, no lo logró.
5) Michael O'Hanlon, ‘Libya and the Obama Doctrine’, Foreign Affairs, August 31, 2011