Colegio San José: La Enseñanza del Terrorismo

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Asesinada la juez de Arauca que investigaba a un subteniente del Ejército

http://www.kaosenlared.net/img2/200/200870_imagesGAONA.jpg Son intocables los militares en Colombia?

Hoy fue asesinada Gloria Constanza Gaona, la juez penal de Saravena, Arauca, que investigaba a un subteniente del Ejército por la muerte de tres niños y la violación de una de ellas.

En otros casos en los que han estado implicados miembros de las Fuerzas Armadas, los investigadores también han sufrido amenazas, atentados, o incomodidades de parte de fuentes no siempre identificables. 

Si bien esto no ocurre en todas las investigaciones en las que hay militares, ni se ha encontrado responsables a los militares en estos casos, sí es cierto que en varias oportunidades quienes llevan procesos contra ellos terminan en problemas.

Este caso se une al de otros jueces, fiscales y testigos que tras su protagonismo en casos contra militares corren un destino fatal. Estos son algunos ejemplos recientes.

Gloria Constanza Gaona
 
Esta mañana la juez penal especializada del Circuito Penal de Saravena, Arauca, Gloria Constanza Gaona, fue  asesinada  a balazos en el centro de ese municipio llanero. 

La juez, queadelantaba  procesos por terrorismo y rebelión en la región, alcanzó cierta prominencia desde que comenzó a investigar el caso de tres niños asesinados el año pasado en Flor Amarillo, una vereda de Tame, Arauca.

En esos hechos, ocurridos en octubre del año pasado, dos hermanos, de 6 y 9 años, y su hermana de 14, fueron  encontrados  muertos en una fosa común de la vereda de Caño Tembladores. 

El cuerpo de la niña, además, presentaba signos de violación. Álvaro Torres, el padre de los niños,  mantuvo  desde un principio que el asesino y violador hacía parte del Ejército y que poco antes del asesinato había  recibido  una visita sospechosa de uniformados de la unidad militar de Tame. 

El 3 de noviembre un subteniente de la Brigada Móvil No. 5, Raúl Muñoz,  aceptó  haber tenido relaciones sexuales con la niña asesinada y con otra niña también de Flor Amarillo y de 13 años, pero mantuvo que eran consensuadas y que él no tuvo nada que ver en el asesinato.

Por esa confesión, fue capturado por agentes del CTI de la Fiscalía.

Ese día el Ejército  destituyó  a 7 militares entre oficiales y suboficiales que consideró que estaban relacionados con el caso. 

En diciembre la Fiscalía, que había  abierto  investigación desde finales de octubre,  radicó  una acusación contra Muñoz ante el Juzgado Penal del Circuito de Saravena.

Desde entonces Gaona se ocupó del caso.

En él, además, rechazó solictudes de las abogadas de la Defensoría Militar de que se aplicara el vencimiento de términos y las  acusó  de falta de indoneidad y de utilizar tácticas dilatorias, después de que dos abogadas renunciaran a la defensa de Muñoz. 

También  regañó  públicamente a la defensa de Muñoz por esas "tretas" dilatorias.

Por esto, hace pocos días, había  anunciado  que compulsaría copias para que el Consejo Superior de la Judicatura investigara a las abogadas de Muñoz, integrantes de la Defensoría Militar Integral, DEMIL.

El Defensor del Pueblo, Vólmar Pérez,  pidió  que el proceso se trasladara a otra parte de país por razones de seguridad, pero Gaona no  habíadenunciado amenazas, ni pedido protección especial. 

El Gobierno ya  ofreció  una recompensa de 500 millones a quien dé información sobre los asesinos, mientras que Luis Eduardo Ataya, Gobernador de Arauca,  dijo  que ya tenían identificado al sicario responsable.

María Stella Jara
 
María Stella Jara fue la juez quecondenó  a 30 años de prisión al Coronel Alfonso Plazas Vega en junio del año pasado cuando era Juez Tercera Penal Especializada de Bogotá. 

Después de esa sentencia, aumentaron las amenazas en su contra que ya venía recibiendo desde que el caso llegó a sus manos en 2009.

Eventualmente tuvo que irse al exilio. 

En agosto de ese año  denunció  públicamente que estaba siendo intimidada para influenciar su decisión final en el caso de Plazas Vega.

Dijo que desconocidos intentaron forzar la entrada de su casa. 

Luego, en septiembre, denunció que las intimidaciones se habían transformado en amenazas. 

Recibió un sufragio invitándola a su propio entierro y una carta, atribuida a un paramilitar, en la que le daba el pésame por su muerte y la de su familia y en la que se adjuntaba una columna que criticaba su parcialidad en el proceso.

También ese año  apareció  un informe falsificado del DAS en el que un supuesto testigo decía que una red de narcotraficantes había sobornado a Jara para que fallara a favor de sus miembros. 

Desde enero de 2010 se dictaron unas medidas de protección para Jara y su familia que, según ella, la Rama Ejecutiva no hizo cumplir y que sólo entraron en efecto cuando ella denunció sus problemas de seguridad en una audiencia pública tras la que el coronel Salamanca, de la Dirección de Protección de la Policía, se enteró de su situación. Jara  diceque antes de eso tuvo que recurrir a la Comisión Interameriacana de Derechos Humanos para pedir medidas cautelares, pues en Colombia nadie parecía creer que su vida estuviera en riesgo. 

Dos semanas después del fallo decidió  exiliarse  en Alemania, desde donde ha sido  crítica  de la persecución contra la Rama Judicial en Colombia.

Fiscales de los falsos positivos
 
A finales de 2008 se descubrió que, desde 2003, algunos miembros del Ejército disfrazaban a muertos civiles de bajas guerrilleras para aumentar las estadísticas de efectividad y acceder a ciertos beneficios. Varios organismos de control comenzaron investigar y, para 2009, la Fiscalía estaba investigando a 943 personas y la Procuraduría a 1043. Además, el Ejército  destituyó, en noviembre de 2008, a 27 oficiales y suboficiales por este caso.

En marzo de 2010, Christian Salazar representante en Colombia de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, presentó el  informe  de 2009 sobre la situación de derechos humanos en Colombia. 

El informe habla que en ese año hubo amenazas de muerte y presiones a los fiscales e investigadores vinculados a los procesos judiciales por falsos positivos, así como a algunos militares que decidieron colaborar con el proceso.

Ángela María Buitrago
 
Buitrago fue la fiscal encargada ante la Corte Suprema de Justicia desde 2005. 

Ella desenterró el proceso del Palacio de Justicia y pidió la condena a 30 años de cárcel a Alfonso Plazas Vegas. Por la firmeza en la toma de decisiones en este caso, los medios la llamaron ‘la fiscal de hierro’. 

En septiembre del año pasado fue  relevada  por orden del Fiscal encargado de ese entonces Guillermo Mendoza Diago justo cuando llamó a indagatoria a tres generales retirados por el asesinato del magistrado Carlos Horacio Urán durante la retoma del Palacio de Justicia.

Mendoza Diago dijo que la salida de Buitrago se debió a su ineficiencia, debido a que tenía 54 investigaciones que no había tocado desde 2008, aunque fuentes de la Fiscalía le  contaron  entonces a La Silla Vacía que la congestión en su despacho no era mayor a la de los demás fiscales.
 
Javier Giraldo
En 2005, una comisión de fiscales de la Unidad Nacional de Derechos Humanos había ido a San José de Apartadó, Antioquia, dos meses después de ocurrida la masacre en la que fueron asesinados tres niños y cinco adultos, y fue  recibida  con disparos de fusil y fuegos de mortero mientras intentaba investigar los hechos. Además, la ex alcaldesa de Apartadó, Gloria Cuartas y el sacerdote jesuita Javier Giraldo hicieron públicas amenazas a sus vidas luego de denunciar la participación de militares en la masacre.  

Giraldo  también  acusó, en 2008, al General (r.) Rito Alejo del Río de haber sido cómplice de las autodefensas del Urabá, entre al menos otros 200 crímenes cometidos por el Ejército en la zona de Urabá.

Desde 2008 ha habido amenazas contra la  Comisión intereclesiástica de Justicia y Paz, de la que hace parte Giraldo. Además, en 2010 comenzaron a aparecer  graffitis  por Bogotá en la que se pedía la muerte de Giraldo y se le acusaba de “cura marxista”.

Jorge Lara
 
En julio de 2002 fue asesinado en Medellín el juez penal militar Jorge Lara. Lara estaba a cargo de la  investigación  de la muerte de seis niños por un error militar en Puerto Rico, Antioquia. 

Durante dos años, el Ejército había culpado a la guerrilla por la muerte de los niños, pero tres meses antes del asesinato de Lara los militares aceptaron su responsabilidad

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