

El objetivo central era matar al presidente Salvador
Allende lo que no lograron pues es conocido que él como lo había
anticipado y en un acto de grandeza se auto eliminó.
http://www.argenpress.info/2011/09/38-anos-del-golpe-emergen-en-chile-mas.html
El
palacio de La Moneda, que alberga a la presidencia y ministerios, es
una edificio construido a finales del siglo XVIII en la zona centro de
Santiago y carece por completo de valor militar.
El bombardeo fue pues
un fracasado alarde de fuerza castrense que no ocultaba la intención del
asesinato.
De hecho, una treintena de
colaboradores del presidente que lucharon junto a él serían apresados y
vilmente eliminados en un regimiento con el agravante de que hasta ahora
no se ubican sus cadáveres.
En este caso, los golpistas violaron además
las leyes de la guerra que establecen respeto por los vencidos.
A
propósito es conocido que Pinochet decretó a Chile en “estado de guerra”
con el burdo plan de justificar las matanzas de opositores, fueran
ellos reales o imaginarios.
La fiebre homicida
encabezada por Augusto Pinochet (AP) permanecería durante 17 años.
Denuncias acerca de la permanente violación de los derechos humanos se
formularon desde el mismo año 1973 ante Naciones Unidas y otras
entidades, pero no todos los crímenes fueron conocidos y la prueba de
ello es que al cumplirse ahora 38 años del golpe prosiguen en 2011 las
denuncias sobre torturas, asesinatos y desaparición de personas al mismo
tiempo que se descubre a militares culpables.
Un
informe que menciona a diez mil víctimas de la dictadura y cuyos
nombres no conocieron antes, fue entregado el 18/8/11 al presidente
Sebastián Piñera por un comité investigador conocido como Comisión
Valech, apellido del obispo que lo presidió al crearse.
Organismos en
defensa de los derechos humanos (DDHH) calculan en cincuenta mil los
torturados y en cinco mil a los asesinados.
“Una
luz sobre la sombra” es el título de un libro publicado en octubre del
año pasado que relata la muerte o desaparición de una treintena de
funcionarios de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC).
Según
relató el periodista Ernesto Carmona, ese texto fue la culminación de
un acucioso trabajo a cargo de una quincena de estudiantes
sobrevivientes de la peor tragedia del siglo XX en los 200 años de la
historia política de la nación.
En octubre de
2010 organizaciones de DD.HH presentaron 141 denuncias ante tribunales
de justicia por crímenes de lesa humanidad durante la dictadura, apunto
la agencia Prensa Latina en despacho desde Santiago. Agrega:
“Los
recursos fueron interpuestos por la Agrupación de Familiares de
Ejecutados Políticos en alusión a la muerte de 157 personas detenidas,
incluidos 10 niños”. Agreguemos que la corporación mencionada ha
formulado 350 querellas de esa naturaleza.
Cuando
habían transcurridos 36 años desde el golpe, en septiembre de 2009, el
juez Victor Montiglio encausó y condenó a 120 ex agentes de la Dirección
de Inteligencia Nacional (DINA) principal aparato represor en el que
actuaban uniformados de todas las ramas castrenses.
Entonces, ya se
encontraba en prisión el ex general Manuel Contreras Sepúlveda, director
de la DINA, condenado prácticamente a perpetuidad por acumulación de
varios procesos
La DINA y su heredera, la
Comisión de Inteligencia Nacional (CNI) fueron aparatos represivos
indignos de las fuerzas armadas.
Al mejor estilo nazifascista mataron,
por ejemplos, a los directivos de los partidos Comunista, Socialista y
Movimiento de Izquierda Revolucionario, MIR.
Agentes de esos dos
organismos envenenaron, mataron a golpes o aplicaron gases venenosos a
los detenidos y luego, en ocasiones, desfiguraron los cadáveres y los
enterraron en cuevas montañosas, según denunció el diario “La Nación”
(Santiago de Chile, 2/9/09)
En los procesos
contra miembros de la DINA-CNI se estableció que 14 encausados
pertenecían aún a las Fuerzas Armadas pero en calidad de contratados
como “civiles”.
Entre quienes vivían todavía del dinero castrense
figuraba el ex coronel Juan MacLean Vergara, quien fuera secretario de
Pimochet.
Este sujeto había sido enjuiciado por colaborar en los robos
que enriquecieron ilegalmente a AP, episodio conocido como el Caso Riggs
por el nombre del banco donde el dictador ocultaba su riqueza. (I.
Escalante “La Nación”, 2/9/09)
El juez-ministro
Milton Juica, presidente de la Corte Suprema de Justicia expreso en
febrero pasado que “La investigación de las causas (juicios) por
violaciones a los derechos humanos ocurridos durante la dictaduras
militar no tienen plazo de término
Para los
jueces, puntualizó, los importante es avanzar en las investigaciones y
no hay ninguna orientación en el sentido de establecer plazos por el
término de estas”.(periódico “El Mostrador”,3/2/11)
En
Santiago de Chile hay dos cárceles “especiales” para militares y donde
no están todos los que son y además los presos gozan de comodidades
impensables si se compara con las prisiones comunes.
Ha habido y hay
intentos para amnistiar a sus ocupantes y muy posiblemente las
declaraciones del ministro Juica tengan relación con esos proyectos.
El
ex ministro José Tohá González fue asesinado el 15 de marzo de 1974
mientras estaba encarcelado apunta un informe del Instituto Médico Legal
(IML) emitido en—mayo de 2011.
La investigación del caso se realizó a
petición de la familia del extinto que al parecer siempre sospechó que
era falsa la versión de un suicidio a cargo de la tiranía. La Corte de
Apelaciones abrió un juicio al respecto
El IML
elaboró el estudio luego que los restos mortales fueron exhumados. Tohá
fue apresado el 11/9/73 aunque ya no ejercía funciones estatales.
Fue el
primer jefe de gabinete (Ministro del Interior) de Allende y ejerció
también como ministro de la Defensa.
Fue llevado al campo de
concentración de Isla Dawson, cercana al Estrecho de Magallanes y luego
trasladado a una cárcel en Santiago en calidad de “prisionero de guerra”
Fue sometido a torturas y vejaciones. Un hombre de 1.90 m. de estatura
al morir pesaba 40 kilogramos
El médico
criminalista, Alfonso Chelén, quien examinó el cadáver de Tohá
inmediatamente después de su deceso en un hospital militar, acotó en
noviembre de 2010:
“Algo que no voy a olvidar es el estado extremo de
caquexia en que se encontraba el señor Tohá, un estado de desnutrición
irrecuperable. Por tal razón considero imposible que él se hubiera
suicidado ahorcándose por sus propios medios”.Un juez busca a un
culpable, ahora en 2011
Otra búsqueda de un
eventual asesino corresponde al caso del general de la rama aérea,
Alberto Bachelet quien falleció en una cárcel el 12 de marzo de 1974.
Se
trata del padre de la ex presidenta Michelle Bachelet (MB) aunque el
proceso del caso-iniciado en junio de 1011- corresponde a una iniciativa
de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos.
El
militar fue detenido el 14/11/73 nada más porque en el gobierno de
Allende se desempeñó en una función estatal civil. Junto con él fue
apresado el capitán de la Fuerza Aérea, Raúl Vergara y ambos fueron
imputados de “traición a la patria” y torturados afirmó Vergara.
Otro
detenido y ahora testigo es el ex coronel de la FACH, Augusto Galaz
quien sostuvo que Bachelet sufrió tales torturas que se vieron obligados
tratarlo en el hospital aunque pronto fue regresado a la prisión donde
murió..
La ex presidenta ejerce ahora la
Subsecretaría General de la Mujer en Naciones Unidas pero el cinco de
septiembre prestó declaraciones en Santiago ante el juez que lleva la
investigación y lo propio hizo su madre, Angela Jeria viuda del general
Hernán Uribe es periodista y escritor chileno.