La señora María Elena Herrera –una de las cinco víctimas que tomó la palabra- exigió a la Procuraduría de General de la República que atraiga el caso de sus 4 hijos, debido a la negligencia y las omisiones de las autoridades locales y de la Policía Federal.
MC.- Señora María Elena, ¿cómo se siente después de la Caravana del Consuelo y de la Mesa de Diálogo?
MH.- Siento que mi dolor aumenta, porque veo que hay muchas personas igual que yo; estoy unida al dolor de todas las madres que tienen a un hijo desaparecido o asesinado, entiendo su sufrimiento.
MC.- ¿Cómo ha sido su experiencia en la búsqueda de sus hijos y ante el reclamo de Justicia?
MH.- La verdad es que nunca habíamos querido meternos en las organizaciones de derechos humanos, ahora confiamos en Javier Sicilia; somos gente humilde y de paz, vivimos lejos y aislados, nos dedicamos a nuestros hogares, de mis 4 hijos, sólo Raúl no está casado; a los otros 3 –Jesús, Gustavo y Luis Armando- los esperan sus esposas e hijos, queremos que nos los entreguen con vida, sabemos que están sufriendo, yo me doy el lujo de ir al doctor y tomarme las medicinas, pero de ellos sabrá Dios cómo están o dónde los tengan.
MC.- ¿Cuáles son las circunstancias de la desaparición forzada de sus 4 hijos?
MH.- El primer caso de desaparición fue el 28 de agosto de 2008, mis hijos Jesús y Raúl venían de trabajar desde Atoyac de Álvarez (provincia de Guerrero), un día antes del secuestro hablaron por teléfono para avisar que saldrían de regreso a casa, cabe mencionar que en el pueblito nos dedicamos a la venta de pedacería de oro, la gente va y viene a diferentes partes de la República, es el único sostén económico del pueblo.
Mis otros dos hijos dejaron de trabajar durante dos años por temor a que les pudiera pasar lo mismo, pero después necesitaron seguir trabajando y el año pasado se fueron a Veracruz y ya no regresaron, mis hijos Gustavo y Luis Armando iban acompañados de un sobrino y del esposo de una de mis nietas y tampoco sabemos dónde están.
MC.- ¿Qué indicios lograron investigar?
MH.- Los funcionarios de Caminos y Puentes Federales se negaron a entregarnos los videos de las casetas de cobro, nosotros queríamos saber si llegaron a su destino por autopista.
Mis otros dos hijos –Juan Carlos y Rafael- iniciaron investigaciones por su propia cuenta, cumpliendo con el trabajo que le corresponde a la autoridad, primero debemos superar el miedo y después debemos superar las humillaciones que nos hace el gobierno.
MC.- ¿Qué avances presentan las averiguaciones previas en las provincias de Veracruz y Guerrero?
MH.- Ninguno, las autoridades de los dos lugares dicen que todo va bien, que “están haciendo las investigaciones”; pero del primer caso de desaparición ya pasaron 3 años y no hemos obtenido ninguna respuesta sobre qué pasó con mis hijos, ni sabemos dónde están; del segundo caso de desaparición llevamos casi 9 meses y dicen lo mismo: “no se preocupe, estamos trabajando”.
MC.- ¿Les solicitaron dinero por el rescate del secuestro de sus 4 hijos?
MH.- No. En las desapariciones forzadas están coludidas las autoridades con los grupos criminales, por eso las procuradurías de justicia se niegan a investigar y cuando un policía honesto se atreve a denunciar a sus jefes, los policías desaparecen repentinamente o son misteriosamente asesinados.
MC.- ¿Escucharon algún rumor que les permita ubicar el último lugar del paradero de sus 4 hijos?
MH.- Cuando iniciamos la búsqueda de mis hijos pensamos que pudieron sufrir algún accidente automovilístico, pero nos informaron que en Veracruz había un retén del Ejército; eso lo pudimos confirmar porque mis hijos Gustavo y Luis Armando se comunicaron por teléfono minutos antes de que fueran detenidos, el pretexto por el que los detuvieron fueron las placas del auto de Michoacán.
MC.- ¿Qué pasó en la provincia de Atoyac de Álvarez Guerrero?
MH.- También sabemos que hubo un retén del Ejército en la carretera; en otro vehículo viajaba una persona que escapó del retén mediante un camino de terracería, le estuvieron hablando por teléfono para amenazarlo, él sabe quiénes estaban en el retén del Ejército, pero no quiere hablar, él vive en el Municipio de Galeana (Guerrero).
Mis otros dos hijos –Juan Carlos y Rafael- le indicaron a la policía los lugares donde pudieron estar secuestrados sus hermanos, pero las órdenes de cateo llegaron muy tarde, meses después de que entregamos la información a la policía ministerial.
MC.- Antes de la Caravana del Consuelo y de la Mesa de Diálogo, ¿los medios de comunicación habían publicado la noticia de la desaparición de sus 4 hijos?
MH.- Sólo una vez pasaron la noticia en Televisa, pero se olvidaron del caso, no le dieron seguimiento, pedimos que los periodistas continúen investigando y presionando a las autoridades; yo no quiero ofender a nadie, únicamente quiero que se toquen el corazón.
MC.- Finalmente, ¿cuál fue su petición a las autoridades federales durante la Mesa de Diálogo?
MH.- Que la Procuraduría General de la República atraiga la investigación de mis 4 hijos, porque las autoridades locales no hacen nada. La Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada ( SIEDO) desechó el caso, sabiendo que se trataba de delincuencia organizada y a pesar de que en ambos casos hay testimonios de la instalación de retenes del Ejército durante los días de la desaparición de mis 4 hijos, de mi sobrino y del esposo de mi nieta.
MH.- Siento que mi dolor aumenta, porque veo que hay muchas personas igual que yo; estoy unida al dolor de todas las madres que tienen a un hijo desaparecido o asesinado, entiendo su sufrimiento.
MC.- ¿Cómo ha sido su experiencia en la búsqueda de sus hijos y ante el reclamo de Justicia?
MH.- La verdad es que nunca habíamos querido meternos en las organizaciones de derechos humanos, ahora confiamos en Javier Sicilia; somos gente humilde y de paz, vivimos lejos y aislados, nos dedicamos a nuestros hogares, de mis 4 hijos, sólo Raúl no está casado; a los otros 3 –Jesús, Gustavo y Luis Armando- los esperan sus esposas e hijos, queremos que nos los entreguen con vida, sabemos que están sufriendo, yo me doy el lujo de ir al doctor y tomarme las medicinas, pero de ellos sabrá Dios cómo están o dónde los tengan.
MC.- ¿Cuáles son las circunstancias de la desaparición forzada de sus 4 hijos?
MH.- El primer caso de desaparición fue el 28 de agosto de 2008, mis hijos Jesús y Raúl venían de trabajar desde Atoyac de Álvarez (provincia de Guerrero), un día antes del secuestro hablaron por teléfono para avisar que saldrían de regreso a casa, cabe mencionar que en el pueblito nos dedicamos a la venta de pedacería de oro, la gente va y viene a diferentes partes de la República, es el único sostén económico del pueblo.
Mis otros dos hijos dejaron de trabajar durante dos años por temor a que les pudiera pasar lo mismo, pero después necesitaron seguir trabajando y el año pasado se fueron a Veracruz y ya no regresaron, mis hijos Gustavo y Luis Armando iban acompañados de un sobrino y del esposo de una de mis nietas y tampoco sabemos dónde están.
MC.- ¿Qué indicios lograron investigar?
MH.- Los funcionarios de Caminos y Puentes Federales se negaron a entregarnos los videos de las casetas de cobro, nosotros queríamos saber si llegaron a su destino por autopista.
Mis otros dos hijos –Juan Carlos y Rafael- iniciaron investigaciones por su propia cuenta, cumpliendo con el trabajo que le corresponde a la autoridad, primero debemos superar el miedo y después debemos superar las humillaciones que nos hace el gobierno.
MC.- ¿Qué avances presentan las averiguaciones previas en las provincias de Veracruz y Guerrero?
MH.- Ninguno, las autoridades de los dos lugares dicen que todo va bien, que “están haciendo las investigaciones”; pero del primer caso de desaparición ya pasaron 3 años y no hemos obtenido ninguna respuesta sobre qué pasó con mis hijos, ni sabemos dónde están; del segundo caso de desaparición llevamos casi 9 meses y dicen lo mismo: “no se preocupe, estamos trabajando”.
MC.- ¿Les solicitaron dinero por el rescate del secuestro de sus 4 hijos?
MH.- No. En las desapariciones forzadas están coludidas las autoridades con los grupos criminales, por eso las procuradurías de justicia se niegan a investigar y cuando un policía honesto se atreve a denunciar a sus jefes, los policías desaparecen repentinamente o son misteriosamente asesinados.
MC.- ¿Escucharon algún rumor que les permita ubicar el último lugar del paradero de sus 4 hijos?
MH.- Cuando iniciamos la búsqueda de mis hijos pensamos que pudieron sufrir algún accidente automovilístico, pero nos informaron que en Veracruz había un retén del Ejército; eso lo pudimos confirmar porque mis hijos Gustavo y Luis Armando se comunicaron por teléfono minutos antes de que fueran detenidos, el pretexto por el que los detuvieron fueron las placas del auto de Michoacán.
MC.- ¿Qué pasó en la provincia de Atoyac de Álvarez Guerrero?
MH.- También sabemos que hubo un retén del Ejército en la carretera; en otro vehículo viajaba una persona que escapó del retén mediante un camino de terracería, le estuvieron hablando por teléfono para amenazarlo, él sabe quiénes estaban en el retén del Ejército, pero no quiere hablar, él vive en el Municipio de Galeana (Guerrero).
Mis otros dos hijos –Juan Carlos y Rafael- le indicaron a la policía los lugares donde pudieron estar secuestrados sus hermanos, pero las órdenes de cateo llegaron muy tarde, meses después de que entregamos la información a la policía ministerial.
MC.- Antes de la Caravana del Consuelo y de la Mesa de Diálogo, ¿los medios de comunicación habían publicado la noticia de la desaparición de sus 4 hijos?
MH.- Sólo una vez pasaron la noticia en Televisa, pero se olvidaron del caso, no le dieron seguimiento, pedimos que los periodistas continúen investigando y presionando a las autoridades; yo no quiero ofender a nadie, únicamente quiero que se toquen el corazón.
MC.- Finalmente, ¿cuál fue su petición a las autoridades federales durante la Mesa de Diálogo?
MH.- Que la Procuraduría General de la República atraiga la investigación de mis 4 hijos, porque las autoridades locales no hacen nada. La Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada ( SIEDO) desechó el caso, sabiendo que se trataba de delincuencia organizada y a pesar de que en ambos casos hay testimonios de la instalación de retenes del Ejército durante los días de la desaparición de mis 4 hijos, de mi sobrino y del esposo de mi nieta.
Clarín de Chile/Rebelión