Una de las querellas en un juicio que se lleva a cabo en Argentina por delitos de lesa humanidad durante la dictadura pide prisión perpetua para los exmarinos Alfredo Astiz y Jorge Acosta por el asesinato del escritor Rodolfo Walsh, informaron hoy fuentes judiciales.
La solicitud al Tribunal Oral Federal 5 de Buenos Aires fue hecha por los abogados Miriam Bregman y Luis Bonomi, quienes representan a la exdiputada Patricia Walsh, hija del escritor.
Los letrados hicieron el pedido en una de las jornadas de alegatos de las partes querellantes en el juicio contra 19 represores que actuaron en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), la principal cárcel clandestina del régimen militar (1976-1983).
Astiz y “El tigre” Acosta son dos de los 19 acusados en este proceso, que también ventila, entre otras, las desapariciones de las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet.
Durante las audiencias, Patricia Walsh pidió a los acusados, en especial a Acosta, conocer el destino del cadáver de su padre y también la devolución del original del último cuento del autor, “Juan que iba por el río”, robado por los militares que allanaron la residencia donde vivía luego de enfrentarse a tiros con Rodolfo Walsh.
Al declarar por escrito en este proceso, Acosta aseguró que el autor de “Operación Masacre”, miembro de la organización guerrillera Montoneros, se suicidó en 1977.
El exmarino dijo que no tiene dudas de que Walsh “no estaba dispuesto a permitir su detención con vida” cuando fue atacado en marzo de 1977 por agentes de la dictadura, en momentos en que había comenzado a distribuir una “carta abierta” al entonces presidente de facto, Jorge Videla, con motivo del primer aniversario del golpe de Estado de 1976.
La historia oficial indica que Walsh se enfrentó a tiros con agentes de la dictadura en el barrio de San Nicolás, en el centro de la ciudad de Buenos Aires, y fue herido de muerte.
Sobrevivientes de la ESMA han declarado que el escritor fue asesinado ese día y su cuerpo fue exhibido posteriormente a quienes estaban en cautiverio en esa cárcel clandestina.
La de la ESMA es una de las “megacausas” que se reabrieron en Argentina tras la derogación parlamentaria en 2003 de las “leyes del perdón”, que libraron de responsabilidad a más de un millar de vinculados con violaciones a los derechos humanos durante la dictadura y cuya nulidad fue confirmada en 2005 por la Corte Suprema.
Unas 30.000 personas desaparecieron en Argentina durante el último régimen militar.
(Con información de EFE)