
Toda la física de la materia puede ser dividida en tres áreas complejas, según sus dimensiones.
Así tenemos el área de lo muy pequeño, basada en el funcionamiento de las PEs y átomos, el área de lo muy grande, basada en el funcionamiento del universo y sus cuerpos estelares, y el área de lo normal, basada en el funcionamiento de las moléculas y de todos los fenómenos que vemos.
Después que en el siglo XIX, la incipiente ciencia física oficial basara sus trabajos en el área normal, descubriendo principios de la Termodinámica, de la Electricidad, de la Química, de la Radiactividad, de la Evolución, de la vida y de los fenómenos climáticos entre tantos, tan necesarios para el desarrollo de la humanidad, en el siglo XX, emerge una nueva ciencia física oficialista, asustada, arrastrada y controlada como nunca por los poderes de turno, políticos democráticos ultrareligiosos dañinos, y peligrosas religiones judías y judeocristianas por su pensamiento único, inmutable y dirigido, y que tras los éxitos de los descubrimientos del poder de las reacciones nucleares de fisión, se lanzaron a la investigación de esas otras dos áreas extremas, de lo muy pequeño y de lo muy grande, abandonando ignorantemente ese maravilloso campo de la molécula, que es la base del funcionamiento de la materia, de la energía, de la vida y del propio universo, aunque no lo sepan.
Y así, a punto de concluir la primera década del siglo XXI, el conocimiento de la humanidad sobre el entorno físico y metafísico que le rodea, es el mismo (a grosso modo), que el de hace un siglo, a excepción de conocer algunas nuevas moléculas del ADN por ejemplo y algunos mecanismos de reproducción de las células, pero nada nuevo en Termodinámica, en Energía, en fuentes de energía, en Química, en los fenómenos climáticos, en el vacío, en las propiedades del agua, en la presión atmosférica, en la luz, en los colores, en la energía térmica, etc, etc.
Nada se sabe, después de este tiempo, cómo es físicamente la molécula y sus diferentes variedades y características posibles, ni cuales son los mecanismos de su funcionamiento y formación, no se sabe nada de los mecanismos de funcionamiento de la radiación, de la luz, de los colores, porque y cuales son los mecanismos que hacen que un explosivo funcione o que un neutrón solo pueda fisionar (dividir en dos) un átomo de uranio cuando choca lentamente y no lo puede hacer cuando lo hace rápido, o tampoco se sabe como se formaron las células de la vida o como se formaron las moléculas de petróleo o como funciona el mecanismos energético del Sol y de las estrellas, que es imposible a todas luces, que sea por eso que dicen de la fusión nuclear del hidrógeno.
Y lo peor, nadie sabe porque se da el calentamiento global, que es una de las grandes plagas inmediatas y próximas de la humanidad, y al que la ciencia física oficialista atribuye al CO2 ante su ignorancia e impotencia por desconocer el funcionamiento de la materia y de las moléculas.
Y para colmo, seguimos sin tener las fuentes de energía de la materia, que necesariamente vendrán de la investigación de esta área normal de la molécula, mediante mecanismos de RME (reutilización de la materia elemental), exactamente iguales que los mecanismos que dosifican de cara al exterior, la energía del Sol y de las estrellas.
En cambio, en el último siglo se ha desarrollado y potenciado forzadamente una ciencia física del área de lo muy pequeño y de lo muy grande, invirtiendo ingentes cantidades de dinero como el que necesita continuamente la NASA o la AEE, para investigar el espacio y el universo, o como necesita el CERN, para su LHC con casi 10.000 millones de euros de coste y sin acabar.
En el primer caso, las investigaciones se basan en elucubraciones extraídas de una serie de datos relativos, originados en unos “fueguecillos artificiales” provocados por el choque de haces o hilillos de materia (núcleos y átomos), que viajan a velocidades extraordinarias, incluso cercanas a la velocidad de la luz y en direcciones opuestas, como nos dicen, concretados en unas teorías que nacen de otra fantástica e imposible, que llaman Mecánica Cuántica, de la que el famoso físico R. Feynman, ya dijo en 1960, que prácticamente nadie podía entender a excepción de una o dos personas en el mundo..
Con lo cual, pueden ser millones las elucubraciones que de esta forma y modo podemos encontrar y definir, como explicación de esos fenómenos y fueguecillos artificiales, sin necesariamente llegar a ningún conocimiento práctico de la materia. De echo, algunos de esa ciencia física oficialísta se atreven ha decir en sus elucubraciones absurdas, que el vacío es cuantico, que en la expansión del universo se crea materia constantemente, o como hoy mismo, que el universo es como un holograma.
Y en el segundo caso, en las elucubraciones a base de fotografiar y detectar las radiaciones del universo y en las conjeturas sobre su formación y funcionamiento, siguiendo unos principios basados en unas teorías relativistas sin demostrar, porque es imposible, que basa su conocimiento en ideas sin sentido, como, que el espacio y el tiempo se deforman por la masa, que la gravitación es lo mismo que la aceleración (principio relativista de equivalencia), que el universo se expande por una formulita y por una constante que llaman cosmológica, que la velocidad de la luz es una constante o que los relojes se atrasan o adelantan según la velocidad a la que vayan, etc, etc, y que en cualquier caso nada nos dirá sobre su origen y su futuro, sin una adecuada Física Teórica Unificada suficientemente testada.
Como vemos, la humanidad, de la mano de esta ciencia física oficialista actual, hace un siglo que abandonó prácticamente la investigación de la molécula para centrarse infructuosamente en el mundo de las PEs y del universo, sin haber conseguido ningún resultado práctico o útil en este tiempo, al que la humanidad llega con serios problemas de desarrollo, porque no tiene energía, se le agota el petróleo y los combustibles radiactivos que nadie quiere, y los pronósticos de la fusión nuclear como fuente de energía, que decían solucionarían los problemas energéticos del mundo, se desvanecen porque no funciona, al ser una predicción de esas teorías relativistas, que ahora se sabe, son erróneas, y porque tiene en ciernes un gravísimo problema como es el calentamiento global, que no es debido al CO2 como dicen farisea e ignorantemente para engañarnos.
¿Y todo esto porqué está sucediendo así?
Pues sencillamente, porque parece ser que, a esos políticos y religiosos judíos que todavía hoy ostentan el poder en Occidente, a base de engañar a las gentes y a los pueblos con ideas y creencias religiosas falsas e imposibles, lo único que les preocupa de la materia, de la vida y del universo, son dos cosas: primero, encontrar a su díos judío o por lo menos vestigios físicos de su existencia, y segundo, encontrar las armas de destrucción masiva con las que seguir engañando y conquistando por la fuerza a la humanidad en su pensamiento único religioso y peligroso, por lo que de dictadura tiene, como podemos constatar todos los días, con las masacres impunes y asesinas de moros palestinos inocentes, incluidos niños, ancianos y mujeres, por esos malditos judíos de Israel, con la colaboración de sus correligionarios de EEUU, del Vaticano y de la misma Inglaterra que se saltan a la torera los acuerdos internacionales.
Creen que rebuscando entre los mas pequeño y entre los mas grande, pueden encontrar (como decía otro físico vaticanista judeocristiano), a la santísima trinidad en las constelaciones del universo, o a ese su díos judío que es un fraude, ya que es una elucubración falsa e imposible, pues de ser cierta, tendríamos a los ojos de toda la humanidad, a un dios judío asesino y psicópata, caprichoso y miserable, maldito y pedófilo, corrupto y falso, ignorante y chapucero que no sabe hacer una creación sin que existan volcanes, mareas, tsunamis, explosiones atómicas sobre ciudades japonesas, inundaciones, desastres de Chernobil, guerras, riadas y matanzas de hombres mujeres y niños inocentes, como estos días impunemente hacen en Palestina los que dicen ser su pueblo escogido de Israel, o como otrora hiciera con esos mismos judíos, la dictadura de Hitler en los campos de concentración nazis, lo que resulta a todas luces imposible.
Que curioso, más de 6.000 millones de personas en el mundo, estamos siendo manejados por las ideas judías peligrosas de pensamiento único de unos cuantos, que dicen que escuchan voces y que hablan con su dios judío del que reciben las instrucciones de muerte, de crisis de escasez, de desolación y de atacar Irak o Palestina.
Y lo peor, que el conocimiento de la física y de la metafísica de la materia, de la vida y del universo, está siendo intencionadamente secuestrado y controlado por una ciencia física domesticada, ignorante y corrupta, a las ordenes de las iglesias, políticos afines y religiones judías y judeocristianas, que basa su trabajo de fondo (aunque no lo sepan los distintos científicos en ella contratados para fines ya establecidos), en encontrar a un díos judío falso y fraudulento que no existe, y elevar así su religión a la categoría de ciencia, y en encontrar de forma secreta y fraudulenta armas de destrucción masiva para acabar con la libertad, con los hombres que no son como ellos, y con el conocimiento, basándose en la teorías de la Mecánica Cuantica y de la Relatividad, que son falsas, erróneas, fraudulentas e imposibles (a su imagen y semejanza), y con la excusa de encontrar el dichoso y fantasioso bosón de Higgs que llevan buscando desde los años 60s y que también llaman ya del dios judío, que dicen que les falta.
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