Ollanta Humala.
La verdad salió a la luz. El contenido del WikiLeaks hecho público por Gana Perú para acusar a Alejandro Toledo de haber interpuesto sus oficios para incentivar en la embajada de Estados Unidos en Lima una campaña de guerra sucia en contra de Ollanta Humala el 2005 fue conocido ayer en su totalidad.
El “wikicable”, publicado por el diario español El País, confirma que fueron dos ex funcionarios del gobierno de Alejandro Toledo, Fernando Rospigliosi y Rubén Vargas, los protagonistas de la solicitud, pero no confirma ni alude a que Toledo o su gobierno hayan estado involucrados en el caso.
Rospigliosi, ex ministro del Interior toledista, y Rubén Vargas, ex director general de la Oficina General de Defensa Nacional, acudieron el 18 de noviembre del 2005 a la sede diplomática y plantearon a los consejeros políticos de EE.UU. iniciar una campaña “sucia” en contra del nacionalista.
Vargas, interrogado por una radioemisora sobre si cobra honorarios a la Embajada, dijo hacer estudios e informes sobre drogas y terrorismo, pagados para agencias estadounidenses.
Similar relación fue reconocida por el principal protagonista del escándalo, Fernando Rospigliosi, el exministro del Interior y exhombre de alta confianza de Toledo.
Según reseña el WikiLeaks Nº 46333, de fecha 29 de noviembre del 2005, ambos funcionarios expresaron su preocupación pues la visión “ultranacionalista” de Humala se establecía como una fuerza política en esa época.
El “wikicable”, escrito por el ex embajador James Curtis Struble, precisa que Rospigliosi calificó a Humala como “el típico militar” y con “poca comprensión de los matices políticos”.
Luego, el diplomático escribe que “los ex funcionarios del Ministerio del Interior arrojaron la pelota al tejado del gobierno de EE.UU. con dos sugerencias”.
Una de ellas, agrega, era “que la empresa Nexum, que realizaba monitoreo de medios para la embajada, incluyera las noticias sobre Humala en las zonas cocaleras para poder “medir mejor su influencia/popularidad” en esas regiones rurales, ignoradas por los grandes medios y las encuestadoras.
El otro pedido, era que la embajada considerase “apoyar un programa de comunicaciones antiHumala”.
El cable indica que Rospigliosi trabajaba entonces para la ONG CHS Alternativa que tenía por objeto difundir trabajos de lucha contra las drogas en las zonas de mayor incidencia del narcotráfico en el Perú.
Sin embargo, según refiere el documento, el embajador de entonces James Curtis rechazó la propuesta de Rospigliosi y Vargas.
Por la noche, trascendió que a pesar de que Alejandro Toledo dijo no conocer a Rubén Vargas, éste último forma parte del entorno del ex mandatario, pues su nombre aparece en su Plan de Gobierno.
Esta información fue confirmada por Carlos Bruce a un portal web, sin embargo, aseguró que Vargas y Fernando Rospigliosi fueron a la Embajada de EE.UU. por iniciativa propia.
En diálogo con RPP Noticias, Ollanta Humala, consideró que Alejandro Toledo debe explicar la presencia de Rubén Vargas, otro de los ex funcionarios que acudió a la Embajada de EE.UU. para pedir un plan de comunicaciones contra el nacionalista, en el Plan de Gobierno peruposibilista.
“Rubén vargas era el otro ex funcionario que pidió el plan de comunicaciones contra Ollanta Humala.
El señor Toledo dice que no lo conoce. Yo me pregunto: si no lo conoce, no conoce su Plan de Gobierno, porque el señor Vargas es miembro del Plan de Gobierno del señor Toledo”, dijo a RPP Noticias.
“Podemos hacer inferencias, pero yo me pregunto: el señor Toledo cómo puede tener al señor Rubén Vargas en su entorno de campaña, sabiendo que él ha tocado las puertas de la Embajada norteamericana. Evidentemente, eso lo debe explicar el señor Toledo”, agregó.
Humala Tasso volvió a calificar como “lacayo” al ex ministro Fernando Rospigliosi, quien reconoció haber acudido a la Embajada norteamericana, en 2005, para solicitar apoyo contra el nacionalista.
“El problema es cuando uno va a pedir apoyo a una Embajada como EE.UU. para establecer un plan de comunicaciones para destruir una candidatura nacional.
Eso no tiene nombre.
En otros países se llama traición a la patria.
Para mí, solo lo puede hacer un lacayo y la verdad me asombra la capacidad de frescura que tiene este señor”, apuntó.