El ministro del Poder Popular para las Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro, rechazó un comunicado emitido por el Departamento de Estado de EUA, en donde pretenden dictar normas para grupos de la oposición venezolana, a fin de que las organizaciones civiles hagan presión al Gobierno Revolucionario.
“Rechazamos esta injerencia de Estados Unidos, una vez más interviene en asuntos que son exclusiva competencia de nuestro país”, indicó.
Recordó que las propuestas que los jóvenes de la derecha venezolana están haciendo frente a la OEA, están siendo escuchadas y evaluadas, “ellos están haciendo una propuesta y el Gobierno los está escuchando y generando un espacio para el debate”, puntualizó.
Maduro denunció que desde Miami están tratando de montar un Egipto virtual, instigando la huelga “irresponsablemente a estos muchachos” pretendiendo generar la sensación de caos para desestabilizar.
Dijo que la periodista, abogada investigadora Eva Golinger ha denunciando recientemente que estados unidos está financiando y apoyando al grupo de la derecha venezolana para desestabilizar, “Golinger ha desclasificado documentos en donde hay financiamiento por parte de ese gobierno (EUA), implicados con parte de grupo de la ultraderecha venezolana”, sentenció.
Maduro preguntó ¿por qué el gobierno de Estados Unidos no señala otras huelgas que existen en la región, como en Nicaragua, Argentina, Brasil incluso EUA?, “¿por qué no se pronuncian sobre huelgas de campesinos, pescadores, inmigrantes que hay bastantes en EUA?
Nos parece que lo que quieren es continuar con su injerencia para imponer actos de desestabilización y abogar por unos delincuentes que están presos por hechos punibles tipificados en las leyes venezolanos y no por ser presos políticos”, afirmó.
El canciller negó que el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, haya solicitado formalmente venir a nuestro país, “para hacer una solicitud debe hacerlo ante la Cancillería, no en el “Miami Herald”, como lo hace él desde EEUU”, sentenció.
Lamentó que este organismo sea utilizado para la injerencia en los países de Latinoamérica y no para resguardar la democracia de los países latinoamericanos.
