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Banquero Stanford, vinculado a congresista Ros-Lehtinen, no será juzgado por “incapaz”


El ex multimillonario R. Allen Standord, acusado de estafarle 7.000 millones de dólares a inversionistas, fue sometido el miércoles por un juez a un tratamiento contra la adicción a fármacos que le ha permitido declararse incompetente para ser procesado. 

El juez federal de distrito David Hittner emitió la resolución debido a que a principios de mes tres psiquiatras testificaron en una audiencia que Stanford no está apto para un juicio.

Los psiquiatras dijeron que Stanford era adicto a un medicamento contra la ansiedad y que ese hábito, junto con una lesión cerebral que sufrió en una pelea en una cárcel en septiembre del 2009 y una depresión mayor que padece, lo volvían incapaz de pensar con claridad o de ayudar a sus abogados a preparar la defensa legal.

Hittner ordenó que Stanford sea internado en un hospital del sistema penitenciario de Estados Unidos donde sea tratado de su adicción a esos medicamentos, y le sean aplicadas también nuevas pruebas psiquiátricas y neurológicas para luego someterlo a otro estudio de competencia mental. Hittner insinuó una instalación en el estado de Carolina del Norte.

El proceso contra Stanford estaba fijado para empezar esta semana. Hittner ha anticipado que establecerá una nueva fecha cuando reciba más información sobre el estado mental de Stanford.

El abogado de Stanford había solicitado que el también financiero tuviera el tratamiento de desintoxicación en un centro médico privado en Houston y luego se le permitiera seguir la recuperación en un apartamento local que costearía la familia del ex multimillonario.

Pero los fiscales, que consideran que el financiero podría estar fingiendo un enfermedad mental para eludir el juicio, han dicho que Stanford debe ser tratado dentro del sistema carcelario federal.

Stanford está en una prisión sin fianza desde que fue acusado en junio del 2009 debido a que Hittner teme que huya. El juez ha negado varias solicitudes para que el financiero sea liberado y para que se impida que los abogados aborden el caso en público.

El proceso contra Stanford estaba fijado para empezar esta semana. Hittner ha anticipado que establecerá una nueva fecha cuando reciba más información sobre el estado mental de Stanford.

De momento se desconoce el tiempo del tratamiento. Los psiquiatras dijeron en su testimonio que la desintoxicación podría tardar al menos dos meses.

Stanford y tres ejecutivos de su ahora desaparecida organización Stanford Financial Group, en Houston, están acusados de montar un fraude enorme con el mecanismo conocido como pirámide, mediante el cual logró que inversionistas de 113 países colocaran al menos 7.000 millones de dólares en certificados de depósito en el Stanford International Bank en la isla caribeña de Antigua y Barbuda. El financiero les prometió ganancias colosales.

Además de operar en Estados Unidos y Antigua, el Stanford Financial Group operó sucursales en varias naciones como Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela.

LA CONEXION WASHINGTON – MIAMI

Ileana Ros-Lehtinen y sus amigos del Congreso que han embolsado contribuciones de Robert Allen Stanford se sintieron aliviados en febrero del 2010 cuando se supo que el jefe de seguridad de Stanford se encargó de destruir miles de documentos del banquero  cuando se descubrió la gigantesca estafa.

Según el Center for Responsive Politics, organismo independiente que fiscaliza las donaciones a políticos, Ros-Lehtinen y varios políticos de Florida han aceptado el dinero del magnate, así como políticos implicados en escándalos de corrupción tales como Bob Ney, Jack Abramoff y Tom DeLay.

La prensa de Miami relató que Tom Raffanello, el ex jefe de la oficina de Miami de la agencia antidroga DEA que se convirtió hace seis años en jefe de la guardia personal de Stanford, fue inculpado por haber destruido miles de documentos del banquero. 

Raffanello fue quien manejó el caso altamente político del presidente panameño Manuel Noriega y también la investigación del jefe del Cartel de Medellín Fabio Ochoa. “Coincidencia”, el banco de Stanford en Antigua ha sido vinculado con las actividades de lavado de dinero de un rey mexicano del narcotráfico.

El ex canciller mexicano, Jorge Castañeda,  ha sido miembro del Consejo consultivo del Stanford Financial Group, el grupo conformado por el banquero estafador para ampliar las actividades internacionales de su organización. 

The National Journal confirmó, cuando estalló el escándalo, cómo numerosos congresistas norteamericanos han disfrutado en el curso de los años de vacaciones gratuitas en islas del Caribe, regaladas por el financiero.

Stanford, su firma de inversión y el banco vendieron certificados bancarios por 8 000 millones de dólares, una actividad calificada por la Comisión de Valores y de la Bolsa (SEC, en inglés) de “fraude masivo”. El fraude dejó miles de víctimas en numerosos países que, en muchos casos, perdieron en esta aventura los ahorros de toda una vida.

Los expedientes secretos de Stanford estaban almacenados en un bunker del banco situado al lado del Aeropuerto Internacional Fort Lauderdale-Hollywood.

Detalle significativo: en su afán de comprarse la complacencia de políticos, una práctica característica de la democracia norteamericana, Stanford ha contribuido también a engordar el fondo de campaña de Barack Obama con 31 750 dólares. 

Con este mismo concepto de generosidad calculada: Stanford Financial Group ha regalado 2.4 millones a candidatos federales, partidos y comités a partir del 2000, el 65% de esos fondos a los demócratas.

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