Hernán URIBE / ALAI, América Latina en Movimiento – Cuarenta periodistas latinoamericanos de seis países perdieron sus vidas en 2010 por la aplicación de diversas formas de violencia según el informe anual elaborado por la Comisión de Investigación de Atentados a Periodistas adscrita a la Federación Latinoamérica de Periodistas (CIAP-FELAP) organismo que en 2009 registró el asesinato de 32 profesionales en ocho naciones de la región.
Los países afectados en 2010 son Brasil con dos muertes; Colombia con siete, Ecuador, dos; Guatemala, dos; Honduras, 10 y México con 17. Desde hace años la zona geográfica latinoamericana viene aportando el mayor número de informadores eliminados en calidad de profesionales si se compara con al resto del mundo.
Simultáneamente se constata que la mayor cantidad de homicidios ha ocurrido en Colombia y México y han sido ejecutados por los aparatos armados de los cárteles que manejan el comercio de las drogas en esos estados al mismo tiempo que la impunidad es manifiesta allí y en todos los casos de crímenes en contra de los trabajadores de la noticia.
Sin embargo, desde otro ángulo resalta la situación en Honduras adonde los crímenes poseen una tónica política y el número de víctimas contrasta con la pequeñez del país y de su población. Ernesto Carmona, secretario ejecutivo de CIAP, comentó en noviembre pasado que se planteó a la Fiscalía Especial de Derechos Humanos de Naciones Unidas investigue de manera especial el irrespeto a los derechos humanos en esa nación centroamericana. La peticionaria fue la red Intercambio Internacional por la Libertad de Expresión en América Latina y el Caribe (IFEX-ALC).
A su vez, en despacho desde Tegucigalpa, la periodista Thelma Mejía de la agencia IPS dijo en referencia a los homicidios de periodistas que “Organizaciones nacionales e internacionales han denunciado que durante la presidencia de Porfirio Lobo no se ha detenido la ola de represión al movimiento contrario al golpe de estado y que se extiende a la prensa”. En efecto todos los asesinatos de periodistas corresponden al período del actual presidente Lobo.
En México, que lamentablemente sigue como la nación récord en cuanto a periodistas ultimados, los esfuerzos en la denuncia y la acción de la Federación de Asociaciones de Periodistas (FAPERMEX ) se han encontrado con la inoperancia de las autoridades para los efectos de, siquiera, descubrir a los delincuentes. (Ver Informe CIAP 2009)
En 2010 hubo como ya es costumbre en América Latina numerosos atentados físicos enfilados a suprimir o suprimir las tareas periodísticas y la práctica de la libertad de expresión.
El 10 de agosto, la Policía Federal Mexicana rescató a los camarógrafos Javier Canales y Alejandro, de Multimedios TV y Televisa, respectivamente. Ambos habían sido secuestrados por narcotraficantes cinco días antes.
En Argentina, la Unión de Trabajadores de la Prensa de Buenos Aires (UTPBA) condenó el 18 de noviembre el atentado sufrido ese mismo día por la radioemisora comunitaria FM Nueva Generación de la localidad de San Martín.
Los asaltantes se llevaron los equipos de transmisión, consolas y otros elementos que impidieron que saliera al aire. El comunicado de UTPBA fue firmado por Lidia Fagale, Secretaria General de UTPBA.
En Chile, el Colegio de Periodistas denunció como un atentado a la libertad de expresión el juicio entablado contra el fotoreportero Marcelo Garay, imputado de infracción a una ley que sanciona a quienes difundan imágenes de lugares considerados como privados.
La entidad pidió la derogación de tan absurda disposición.
En Brasil, a finales de noviembre/10 fue capturado Elizeu Felicio de Souza, asesino confeso del periodista Tim Lopes (Canal Globo) perpetrado en 2002 con sevicia. El criminal había sido condenado a 23 años de cárcel y se encontraba prófugo.
En Guatemala, Julio Solórzano Foppa, presentó en noviembre/10 un recurso judicial de “exhibición personal” a favor de su madre Alaide Foppa, poeta y periodista guatemalteca.
Ella figura como desaparecida desde que diciembre de 1980 cuando fuera ilegalmente detenidas por la policía junto con su chofer, Leocadio Axtún, también desaparecido.
Alaide había regresado a su país natal para averiguar acerca del asesinato de sus hijos Juan Pablo y Mario Solórzano Foppa, ocurrido también en 1980.
En La Habana y Buenos Aires, la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) y la FELAP emitieron el 20 de octubre de 2010 una Declaración Conjunta que condena el criminal atentado que significa el ilegal y brutal bloqueo de Estados Unidos en contra de Cuba. Sostiene ese documento: “El pueblo cubano ha sufrido el más largo y criminal bloqueo en la historia del mundo.
Diez administraciones estadounidenses han perseguido hacer claudicar y renunciar al pueblo cubano a su decisión de libre determinación y avanzar en las conquistas alcanzadas en la edificación de una sociedad digna y más justa”. Finaliza: “
Las causas justas son las que tienen espacio en el mundo. La de Cuba, la de su pueblo, la de sus periodistas, vencerá, más temprano que tarde”.
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