Investigadores de la Universidad de Rutgers en Nueva Jersey (EE.UU.) y de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) utilizaron uno de los más modernos telescopios, el Telescopio Atacama Cosmología (ACT), ubicado en el desierto chileno, para recoger las milimétricas ondas de longitud de radio que revelan imágenes del fondo cósmico de microondas, que, de otra forma, serían invisibles.
El lugar de observación, uno de los más secos del planeta, ha sido fundamental para que la vista llegara tan lejos, ya que estas ondas, reliquias de Big Bang, son fácilmente bloqueadas por el vapor de agua, lo que impide que sean detectadas. En la Cordilllera de los Andes, en el sequísimo norte de Chile, la humedad atmosférica apenas afecta al telescopio.
Los científicos fundamentaron su trabajo en el efecto Sunyaev-Zel'dovich o efecto SZ, la interacción, predicha hace 40 años por los teóricos Rashid Sunyaev y Yakov Zel'dovich, entre los cúmulos de galaxias y la radiación de la gran explosión.
Las grandes agrupaciones de galaxias producen «sombras» sobre el fondo de microondas y así pueden ser descubiertas.
«Sabíamos que nuestro experimento estaba funcionando cuando pudimos ver claramente los cúmulos gigantes», explica el astrónomo Felipe Menanteau, de la Universidad de Rutgers.
Los científicos creen que el método utilizado en su trabajo permitirá ampliar el inventario conocido de los grupos de galaxias más masivos y distantes en el Universo.
Fuente: Diario ABC España
Informó: Guillermo D. Giménez - Arg