Apenas unas hora de enterarnos de la muerte comandante Jorge Briceño, conocido como Mono Jojoy, anunciada por los cuerpos de seguridad del estado lacayo colombiano.
La derecha latinomericana cursa felicitaciones oficiales y montan fiesta por la muerte de alguien que murió como lo escogió desde muy jóven, luchando por la libertad y la justicia para nuestro continente del a opresión imperial.
Recordamos ahora todos los debates contradictorios que se han tenido del ejercito popular mas antiguo y consecuente de América Latina, en el que el Mono llegó a tener por sus reconocida audacia combativa y su incomparable habilidad estratégica el grado mas alto que puede tener un guerrillero revolucionario, el de Comandante.
No empezó su camino en las aulas, ni en la palabra, ni en el debate intelectual, sino en el campo, cultivando al tierra en el seno de una familia desplazada y simpatizante de la guerrilla que desde los años 50 se forma para defender de las matanzas a la población campesina, por la persecución política contra los liberales y comunistas, despues de la muerte de Gaitan y para despojarlos de sus tierra a favor de la voracidad de la sangrienta oligarquía neogranadina.
El Mono es un excelante ejemplo del perfil campesino y popular de la base social de la guerrila que fundaran Jacobo Arenas y Manuel Marulanda, en la estirpe de ellos y de una leyenda de arrogo y magia que fortalece y fortalecerá la vida de la larga resistencia social que aún le espera a nuestros pueblos.
No en vano es uno de los pocos comandantes guerrilleros que lleva, como a la usanza de las partidas del ejército libertador y de las viejas guerrillas y montoneras liberales, no el seudónimo de guerra, sino el nombre que en habla popular le pusieron sus compañeros campesinos guerrilleros, por su manera de ser y pelear: Mono Jojoy, animal escapándose un poco mas de lo esperado de la muerte, era una aventura sólo su nombre, un cuento popular, un cuento que se canta como diría Atahualpa Yupanqui.
Pudieramos mencionar sus multiples exitosas campañas militares, pero hoy como siempre nuestro discurso nos es guerrerista, nuestra respuesta al enemigo aún cuando nos ha tocado combatirlo con las armas es la paz, la paz para el Mono Jojoy así como para los millones de guerrileros campesinos de este continente, es la siembra, el fogón encendido y la alegría de los hijos.
El tuvo que crecer y vivir en la guerra, pero se atrevió a soñar y jamás abandonó las filas de soñadores al punto de convertirse para siempre en uno de sus guardianes. El Mono ahí donde los vez, no está, se ha vuelto a escapar de la bolsa trofeo en que lo lleva el enemigo, ahora esta de nuevo en la selva, es un guardián del sueño.
Si pensamos en José María Cordova y el José Manuel Piar, si decimos Rivas y Ricaute, si nombramos Boves en voz alta y Zaraza, si decimos Juana Azurduy y Manuel Rodriguez decimos el nombre de guerreros que tuvieron que aprender el nombre de un ideal entre las balas y los mosquitos, porque no les dio tiempo de estudiarlo en la calma del claustro o no tuvieron oportunidad.
Porque algunos de ellos no tuvieron derecho al estudio de colegio titulado y claustropata. Aprendieron si en la lengua de la multitud, en la alta sierra y en la inmensa llanura, que guardan en un palmo y en un suspiro mas conocimientos que la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, por mencionar a uno de los Museo del conocimiento Burgués inútil.
El Mono sabía mucho y todo lo que sabía estuvo cada segundo al servicio del pueblo, por eso no es extraño que los diarios de Bogotá y Caracas no lamenten su muerte en combate.
Para ellos el Mono era solo un bandido despiadado. pero se les está olvidando la furia despiadada de nuestros héroes para combatir al enemigo de clase a partir de 1814 y se les está olvidando las órdenes de impiedad en el combate del propio Simón Bolívar.
Por eso donde ellos ven terrorismo, nosotros vemos ternura y sonrisa franca, donde ellos ven delincuentes nosotros vemos biblioteca viva y aprendizaje, memoria, donde ellos ven asesino, nosotros vemos justicia y combate por los nuestros.
Nosotros solo podemos honrarlo en las luchas sociales, en las luchas indias y campesinas, en la toma de las fábricas y en los ojos de nuestros presos de todo el continente. un día como dice una canción, también al Mono, lo enseñaran en la escuela. Por eso debemos luchar hasta vencer, para que esa escuela sea escuela de la libertad y la dignidad.
El Mono jojoy era una de las lanzas mas altas del Ejército popular libertador. Un soldado de Bolívar.