Dada la inminente llegada de la familia real estadounidense a Madrid y a tenor de sus características raciales y el desempeño de los funcionarios y policías con asiento en el aeropuerto español, hago públicas cuatro consideraciones que debieran tener en cuenta las autoridades y que eviten enojosas confusiones en el trato debido a las augustas visitas, ya que sería lamentable que con el tradicional celo que ponen de manifiesto funcionarios y policías españoles en Barajas, alguien confundiera a la primera dama estadounidense con una “sudaca de mierda” o con una “maldita negra”.
1/Aunque la Señora Obama no haya acreditado su correspondiente carta de recomendación, cuentas bancarias, visa y demás documentos que certifiquen no se va a quedar en la península a buscar trabajo o a vivir del Estado, ella no los necesita
2/La Señora Obama viaja acompañada de 50 agentes y guardaespaldas estadounidenses, además de un médico y cocinero personal, compañía que no acostumbran las presuntas turistas procedentes de América y Africa.
3/ No obstante la Señora Obama desconozca la lengua y la historia de España, cómo se cocina una tortilla de patatas, para qué sirve una mantilla o quien fue Frascuelo, ella tampoco está obligada a responder preguntas identitarias.
4/A diferencia de lo que ocurre con las alegadas turistas que llegan del tercer mundo, a esperar a la Señora Obama se congregarán en el aeropuerto centenares de periodistas, personal diplomático estadounidense, contingentes antiterroristas y miles de ciudadanos agitando banderitas estadounidenses y españolas.