Tras las revelaciones de los casos de pederastia en el seno de la Iglesia Católica en todo el mundo se deja ver el siguiente patrón:
Los que exigen su renuncia
1) Un sacerdote pederasta abusa de un menor.
2) La iglesia se entera pero hábilmente oculta al delicuente de sotana para evitar el escándalo.
3) El pederasta continua cometiendo los abusos.
4) La Iglesia traslada al pederasta a otra parroquia.
5) Los abusos se repiten.
6) En caso de que alguién quiera denunciar se intenta callar. Se le amenaza por las graves consecuencias que esto traería para la ICAR, se le soborna, o se le acusa de difamación.
7) Las víctimas cuando adultas deciden denunciar, ya en una sociedad más secular.
8) La ICAR sale a rasgarse las vestiduras y decir que nunca encubrió nada.
9) Los sacerdotes pederastas no son entregados a la justicia de cada país. Usualmente mueren en la impunidad. Pocos terminan en la cárcel.
10) La ICAR intenta minimizar el escándalo o arreglarlo con una "pedida de perdón"
Miren esta noticia del escádalo de pederastia en Irlanda del que hemos informado en este blog:
Pederastia: cardenal irlandés no renuncia
El jerarca de la Iglesia Católica de Irlanda, cardenal Sean Brady, rechazó las exigencias de renuncia luego de ser acusado de tratar de encubrir las denuncias de pederastia en contra de un sacerdote, hace más de tres décadas.
Las demandas de renuncia se producen tras saberse que el cardenal Brady estuvo presente en reuniones, en 1975, en que dos víctimas del sacerdote pederasta Brendan Smyth firmaron un acuerdo de silencio. El purpurado no notificó a las autoridades policiales de lo ocurrido.
El propio Brady reconoció haber sido el representante de la Iglesia en las reuniones en que los dos adolescentes, que afirmaban haber sido victimados sexualmente por Smyth, se comprometieron, bajo juramento, a no revelar que estaba en curso una investigación de la Iglesia. Activistas de los derechos de las víctimas de abuso sexual le enrostran a Brady haber sido parte de una maniobra de encubrimiento.
Las razones de Brady
El cardenal se defiende aduciendo que puso todos los antecedentes en conocimiento del desaparecido obispo de Kilmore, Francis McKiernan, de quien Brady, en ese tiempo, era secretario a media jornada. En cuanto a la confidencialidad que se les hizo guardar a los dos adolescentes bajo juramento, el cardenal insiste en que era imprescindible: "su propósito era darle credibilidad a la investigación para que pudiera resistir cualquier reto", dijo.
La Iglesia Católica de Irlanda emitió un comunicado en el que confirma que el cardenal Brady actuó en consonancia con lo que le pidió en ese momento.
Los que exigen su renuncia
Maeve Lewis, directora ejecutiva del Grupo de Víctimas "Uno de cada Cuatro" ("One in Four") exigió la renuncia del cardenal Sean Brady con el argumento de que si el cura pederasta Brendan Smyth hubiera sido encarcelado en los años '70, decenas de niños se habrían salvado de su acoso sexual.
Lewis agregó que esta últimas revelaciones le quitan a Brady la autoridad moral para dirigir la respuesta que la Iglesia debe dar frente a una serie de escándalos de tipo sexual que han salido a la superficie recientemente.
Por su parte, el director de Amnistía Internacional para Irlanda, Colm O'Gorman, él mismo víctima de abuso sexual perpetrado por sacerdotes, declaró que el cardenal Brady debía darse cuenta de que la pederastia es un delito grave y que debe ser denunciado a la policía. "Lo que resulta obsceno- agregó O'Gorman - es que se les exigiera guardar silencio bajo juramento a estás víctimas de violación o de acoso sexual llevados a cabo por Brendan Smyth".
Se estima que Smith cometió abusos de tipo sexual contra cientos de niños a lo largo de un período de 40 años y, recién en los '90, fue enviado a prisión, donde murió.