Palestina: Un grito en la oscuridad: Hind Rajab, “Por favor, ven, ven y llévame”

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La peligrosa presencia militar de EEUU en Centroamérica

Al inicio fue de manera casi silenciosa, pero ahora es cada vez mas abierto y descarado el despliegue de unidades del Ejercito de Estado Unidos en la región de Centroamérica y el Caribe. Y no nos referimos al estacionamiento de un 20% de la flota de Estados Unidos ejerciendo un cerco militar y bloqueo en los hechos contra Venezuela.

La base de Palmerola en Honduras

Formalmente, después de la entrega de las bases militares yanquis de Zona del Canal en el año 2000, en Panamá, producto de los tratados Torrijos-Carter de 1977-1978, la única base militar norteamericana que todavía existe en Centroamérica, es la base de Palmerola, conocida con el pomposo nombre de base aérea “José Enrique Soto Cano”, en honor a un coronel de la Fuerza Aérea de Honduras (FA), considerado un héroe nacional, que se destacó en la llamada “guerra del futbol” entre El Salvador y Honduras en 1969.

Estados Unidos decidió instalar una base militar norteamericana en Palmerola, a 100 kilómetros de Tegucigalpa, el contexto de la guerra fría y para hacer frente al ascenso de las guerrillas en El Salvador y Guatemala, después del triunfo de la revolución sandinista de 1979.

 Posteriormente, la base militar de Palmerola sirvió, entre otros aspectos, para descargar la ayuda logística y militar a la guerra de guerrillas contrarrevolucionaria de los contras contra el gobierno sandinista en el periodo 1982-1990.

Con la firma de los Acuerdos de Paz en el periodo 1987-1996, con la derrota electoral del FSLN en 1990 y con el posterior desarme de las guerrillas del FMLN y URNG, --las que se transformaron en dóciles partidos políticos adaptados al nuevo orden imperialista en la región--, la presencia de la base militar de Palmerola pareció quedar sumida en el olvido total, pero la verdad es que ahí está, intacta, como un tumor maligno, como una afrenta al espíritu de lucha antiimperialista del pueblo de Honduras (fueron quienes, sin temor alguno, fusilaron a William Walker en 1860), formando parte de la infraestructura militar de Estados Unidos en la región.

Recientemente, como una política preventiva ante el advenimiento de la segunda presidencia de Dolad Trump, en enero de 2025, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, en cadena nacional, declaró lo siguiente: “(…) Frente a una actitud hostil de expulsión masiva de nuestros hermanos, tendríamos que considerar un cambio en nuestras políticas de cooperación con Estados Unidos, especialmente en el campo militar en el que, sin pagar un centavo, por décadas, mantienen bases militares en nuestro territorio, que en este caso perderían toda la razón de existir en Honduras”, (CNN, 01/01/2025)

Fueron “llamaradas de tusa”, dicen en el campo. Esa declaración fue una simple estrategia de negociación con Trump, al final de cuentas la base militar de Palmerola sigue en su sitio, es una pieza clave de dominación militar imperialista en la región.

La utilización de aeropuertos en El Salvador

Debido al rechazo popular que genera en mucho de nuestros países la instalación de una base militar norteamericana, últimamente Estados Unidos en su afán de recuperar la hegemonía en América Latina, no necesariamente presiona a los gobiernos de Centroamérica para que permitan la instalación de bases militares, sino que, una novedad, se limita a utilizar las infraestructuras de pistas y aeropuertos existentes, con fines aparentes de combatir el narcotráfico, pero en realidad es con fines militares.

En marzo del año 2000, bajo el primer gobierno de Nayib Bukele, Estados Unidos firmó un acuerdo que le permitía usar por un periodo de 10 años, el moderno aeropuerto de Comalapa.

Como en la región no hay guerrillas, ahora el enemigo central del Ejercito de Estados Unidos es el narcotráfico. Casi todos los movimientos militares se encubren bajo la supuesta lucha contra el narcotráfico, aunque en realidad no siempre es así.

Los medios de comunicación en Estados Unidos han reportado que, en el contexto del cerco militar contra Venezuela, al menos tres aviones de combate AC-130J Ghostrider y también revelaron la presencia de un avión de reconocimiento P-8A Poseidón de la Marina estadounidense.

Ante la insistencia de los periodistas, Estados Unidos afirma que el aeropuerto de Comalapa se clasifica en Ubicaciones de Seguridad Cooperativa (CSL en inglés), antiguamente llamadas Ubicaciones de Operaciones Avanzadas (UAF).

Hasta hace poco, en América Latina solo había tres CSL: una en el aeropuerto de Comalapa, en El Salvador, y otras dos en Aruba y Curazao, islas del Caribe.

La nueva utilización de Panamá

El articulo V del tratado Torrijos Carter, estableció que “después de la terminación del Tratado del Canal de Panamá, solo la República de Panamá manejara el Canal y mantendrá fuerzas militares, sitios de defensa e instalaciones militares dentro de su territorio nacional.”

No obstante, el gobierno cipayo de Jose Raúl Mulino, arrodillándose ante las presiones de Trump, autorizó en abril de este año a su canciller Frank Abrego para que firmara un memorando con Pete Hegseth, secretario de Guerra de Estados Unidos, con el objetivo de utilizar tres áreas adyacentes al canal donde funcionaron las bases militares Howard, Rodman y Sherman hasta 1999, con el fin de entrenar tropas, “llevar a cabo ejercicios”, “almacenar” material bélico “propiedad de los Estados Unidos”, lo cual “no supondrá ningún cobro para el Departamento de Defensa de los EE UU”.

Con este memorando, aunque no lo diga, el gobierno de Mulino reabrió en los hechos las bases militares y la presencia de tropas yanquis, aunque en una cantidad todavía limitada, en lo que fue la Zona del Canal. En este caso, no se utilizó como pretexto la lucha contra el narcotráfico, sino el supuesto peligro de la presenciad y control de China en el Canal de Panamá.

En octubre se realizaron los primeros entrenamientos militares en la selva de Panamá, con presencia de tropas yanquis. Recientemente, el Servicio Nacional Aeronaval (SENAN) de Panamá acaba de confirmar que ese país será sede de un programa de entrenamiento conjunto con Estados Unidos, a desarrollarse entre el 28 de noviembre y el 18 de diciembre de 2025.

Ha resucitado en los hechos la tenebrosa Escuela de Las Américas, en la que instructores norteamericanos entraban las tropas contrainsurgentes de los ejércitos de América Latina

La utilización del territorio de Republica Dominicana

El 26 de Noviembre del 2025, Pete Hegseth, secretario de guerra de Estados Unidos, firmó un acuerdo, con Luis Abinader, presidente de República Dominicana, para utilizar “temporalmente” la Base Aérea de San Isidro y el Aeropuerto Internacional Las Américas con fines logísticos, como el reabastecimiento de aeronaves miltares y el transporte de equipos y personal.

En pocas palabras, una base militar gratis en los hechos, sin los gastos y los costos políticos que implica. Otra Ubicación de Seguridad Cooperativa (CSL en inglés),como la que existe en el aeropuerto de Comalapa en El Salvador y en otras islas del Caribe.

Un peligro creciente

Esta construcción de una infraestructura militar yanqui en Centroamérica y el Caribe, en paises que forman parte del SICA (El Salvador, Honduras, Panamá y Reublica Dominicana), forma parte de la estrategia de la administración de Trump de reimplantar su hegemonía en su “patio trasero”, su "bajo vientre", para extender su indiscutible dominio en el resto de América Latina.

La izquierda centroamericana debe despertar de su letargo. El enemigo ya tomó posesión de una parte de nuestra casa y no tiene buenas intenciones.

Es corresponsal de la revista "El Socialista Centroamericano".Fuente:
https://www.elsoca.org/index.php/america-central/centroamerica/7152-centroamerica-aumenta-la-peligrosa-presencia-militar-yanqui-en-la-region

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