
***La campaña de limpieza étnica de Israel en Gaza ha afectado desproporcionadamente a los civiles; las autoridades informan que más de dos tercios de los muertos son mujeres y niños.
En un informe publicado por Haaretz el 4 de junio, un teniente coronel israelí que supuestamente dio órdenes a las tropas de abrir fuego contra los residentes palestinos en Gaza que sostenían banderas blancas fue ascendido por el ejército israelí.
Según el periódico, los soldados que sirvieron bajo el mando del oficial testificaron que éste había ordenado disparar mortalmente contra civiles palestinos desarmados durante recientes operaciones militares que ondeaban visiblemente banderas blancas, una clara señal de rendición.
Una vez más, haciendo sonar las alarmas que ya se escuchan a lo largo de la brutal campaña de Israel contra Gaza, los observadores de derechos humanos y los expertos legales insisten una y otra vez en que esos ataques contra civiles constituyen una grave violación del derecho internacional, que a menudo cae en oídos sordos.
Desde el 7 de octubre de 2023, la ofensiva de Israel ha dejado más de 175.000 palestinos muertos o heridos, la mayoría de ellos mujeres y niños, y más de 11.000 siguen desaparecidos bajo los escombros.
Fuentes revelaron que el ejército israelí ha relajado los controles operativos, autorizando ataques a los llamados “centros pesados”, incluyendo escuelas, hospitales y edificios municipales, incluso cuando sólo hay presentes militantes de bajo rango, poniendo conscientemente en peligro a los civiles y dando como resultado un número desproporcionadamente alto de víctimas civiles.
Estos cambios en las reglas de combate se describen como parte de una estrategia más amplia, en la que el ejército israelí sigue justificando los ataques con poca o ninguna evidencia verificable.
Los ataques aéreos israelíes han tenido como objetivo repetidos edificios escolares que se utilizan como refugios civiles, matando a más de 120 personas en los últimos meses.
The Guardian informa que el ejército israelí ha marcado intencionalmente varias escuelas como objetivos futuros, incluidas Halawa, Al-Rafaai, Nusiba y Halima Sadia, todas ubicadas cerca de Jabaliya.
El 25 de mayo, un ataque aéreo israelí contra la escuela Fahmi al-Jarjawi mató al menos a 54 personas desplazadas, incluidos niños, mientras dormían. Se incendiaron aulas y posteriormente se recuperaron cuerpos con quemaduras graves.
Una investigación de AP documenta que soldados israelíes obligaron sistemáticamente a civiles palestinos a actuar como escudos humanos tanto en Gaza como en la Cisjordania ocupada.
Según informes, numerosos civiles, incluidas mujeres y ancianos, fueron enviados a edificios y túneles antes de que las tropas israelíes los desalojaran, bajo amenaza de muerte.
El grupo de denunciantes Rompiendo el Silencio, integrado por ex soldados israelíes, proporcionó imágenes y testimonios que respaldan las afirmaciones de que se trataba de una práctica generalizada y sancionada, refutando por completo las afirmaciones israelíes de prohibición y de práctica militar ética.
Estas prácticas se ven subrayadas aún más por los recientes ataques mortales contra civiles en los sitios de ayuda de la Fundación Humanitaria de Gaza ( GHF ), zonas declaradas seguras a pesar de que provocaron un gran número de víctimas.
Sólo desde marzo, cuando se lanzó la Operación Carro de Gedeón, los ataques israelíes han matado entre 2.300 y 3.300 civiles palestinos, según el Ministerio de Salud de Gaza y fuentes médicas citadas por WAFA.
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