28 de febrero 2017, muere la campesina nicaragüense Vilma Trujillo, días después de ser lanzada al fuego por miembros de una congregación.
¡Me voy a morir!, gritaba desesperadamente la joven Vilma Trujillo García, que se rindió a la muerte debido a las graves quemaduras que sufrió al ser lanzada a una hoguera, según, para liberarla de los demonios, los responsables del hecho: el pastor y cuatro miembros de la Iglesia Visión Celestial.
CRONOLOGÍA
15 de febrero de 2017 - Vilma Trujillo García es llevada a la iglesia
21 de febrero - A las 5:00 a. m. encienden la hoguera; su padre, Catalino López Trujillo, la encuentra a mediodía
22 de febrero - Vilma es llevada de El Cortezal a Rosita
23 de febrero - Traslado por vía aérea a Managua
28 de febrero - Vilma muere en el hospital
Vilma Trujillo García nació el 11 de agosto de 1993 en San Miguel de Casa de Alto, del municipio La Cruz del Río Grande, Región Autónoma de la Costa del Caribe Sur de Nicaragua (RACCS), hija de Catalino López Trujillo y Eduvina García Blandón, quien falleció en 2014, y tras la muerte de su progenitora Vilma y su tía se trasladaron a El Cortezal, comunidad de la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACCN), donde todo es distante, no hay agua potable, energía eléctrica, escuelas, ni centros médicos.
Solo estudió hasta tercer grado, pues se comprometió a los 16 años con un joven de 17, con quien tuvo un hijo en 2012, pero con el tiempo empezó a abusar de ella físicamente y verbalmente, tras una denuncia se fue y no se volvió a saber de él, posteriormente se unió a Reynaldo Peralta Rodríguez, de 36, con quien procreó a una niña, actualmente de nueve años.
Para subsistir vendía frescos de arroz a cinco córdobas, Vilma horneaba pan de maíz y harina en un caldero, cocinaba sopas de gallina y criaba gallinas, y los domingos vendía cajetas, hechas por ella misma. No nació en ningún hospital, sino en su casa y su abuela Juliana Blandón fue quien se encargó del parto, afirma Anagilmara Vílchez de la Revista Niú en su texto "Las cajetas de Vilma Trujillo".
En septiembre de 2016 Vilma empezó a frecuentar la Iglesia Visión Celestial de las Asambleas de Dios, donde también aprovechaba para vender sus productos, pero con los días empezó a sufrir de problemas emocionales, y la tarde del 15 de febrero de 2017 Vilma fue llevada a la casa pastoral de la comunidad donde fue atada de manos y los pies por orden de Juan Gregorio Rocha Romero, de 23 años, el pastor de la iglesia, para hacer oración y ayuno porque presuntamente, Vilma estaba poseída.
Según declaraciones de sus familiares, Vilma hablaba sola y no hacía caso cuando la llamaban, por lo que necesitaba ayuda, pero el médico más cercano estaba a un día de camino y se hizo el llamado a Rocha, quien habitaba al frente de la casa pastoral.
Vilma estuvo confinada en esa pequeña propiedad, donde la tuvieron sin agua ni alimentos, mientras la congregación de la iglesia rezaba por ella, cuando sus familiares trataron de visitarla, les dijeron que "todavía no estaba curada" y los mandaron de regreso, detalla Viky Baker de BBC News Mundo en su artículo "El exorcismo que mató a Vilma Trujillo: el explosivo cóctel de religión, misoginia e ignorancia por el que quemaron a una mujer en Nicaragua".
A las 1:00 a.m. del 22 de febrero de 2017, Esneyda del Socorro Orozco Téllez, de 25 años, según por una revelación de Dios, recomendó encender una hoguera y lanzar a Vilma para liberarla de los demonios, así se dirigieron al patio, avivaron el fuego y junto al pastor Juan, Franklin Jarquín Hernández, de 28, Pedro José Rocha Romero, de 26, y Tomasa Rocha Romero, de 24, desnudaron y amarraron a Vilma al tronco de un árbol y a las 5:00 a.m. la lanzaron al fuego, sufriendo quemaduras de tercer grado.
De acuerdo al artículo del Diario La Prensa "Grandes crímenes: El brutal exorcismo contra Vilma Trujillo García", el pastor ordenó cerrar sus ojos, levantaran las manos y elevaran una oración, que fue cuando los acusados procedieron a lanzar a Vilma a las llamas, y cuando uno de los feligreses de nombre Miguel Ángel Zamora abrió los ojos y observó que se estaba quemando procedió a sacarla, los demás se molestaron y lo acusaron de interferir en la oración.
Marlene Trujillo, (hermana menor de Vilma), quien también se encontraba en ese momento, escuchó cuando Vilma gritaba de dolor y escapó para pedir ayuda.
Vilma fue trasladada de urgencias al Hospital Rosa Previa de Rosita, (a 40 km de El Cortezal) por su padre, su primo Roberto y Ervin Girón, de Acción Médica Cristiana. “Cuando llegamos estaba un poco inconsciente, tenía quemaduras en su brazo, piernas, los médicos la canalizaron para estabilizarla”, relató Girón al programa "Esta Semana".
Debido a su grave condición por las heridas, fue trasladada vía aérea hacia Managua, siendo internada en el Hospital Antonio Lenin Fonseca, mientras tanto, Rocha sus dos hermanos y los dos colaboradores fueron detenidos el viernes 24 de febrero, bajo el cargo de asesinato y secuestro simple.
La condición de Vilma se agravó, su brazo estaba calcinado, tenía constantes infecciones, uno de sus pulmones estaba dañado y sus riñones empezaron a fallar, rindiéndose a la muerte en punto de las 4:22 a.m. del 28 de febrero a causa de un cuadro de daño multiorgánico.
“Es que Dios dijo que iba a sacar un espíritu malo de ella y que pusiéramos fueguito ahí porque ahí iba a ser expulsado el espíritu”, expresó el pastor a los medios, sin embargo, el otro acusado, Franklin Hernández declaró a El Nuevo Diario que el demonio que se había apoderado era de adulterio.
Ella cometió un error y ante Dios falló porque ella tenía su compañero de vida y cometió error con otro hombre, fue un espíritu que se impulsó en ella y cayó al fuego, y por eso Dios la castigó de esa manera”, expresó.
Rafael Arista, presidente en ese entonces de las Asambleas de Dios, afirmó que Juan Rocha no tenía credenciales de dicha congregación, ya que se les otorga una credencial para poder ministrar en las asambleas. "Él (Rocha) no tiene credencial de pastor para que digan que es pastor, él es evangélico laico, pero no pastor, nadie lo ha acreditado pastor", expresó el ministro.
El esposo de Vilma ignoraba la situación, pues desde el 3 de febrero había viajado a Río Grande para trabajar en una finca por unos días, cuando supo la noticia, quiso buscarla y la congregación no se lo permitió.
El 9 de mayo de 2017 el Dr. José Alfredo Silva Chamorro, juez quinto del Distrito Penal de Managua, condenó a los cinco acusados a 30 y 36 años de prisión.
Tras los acontecimientos la iglesia fue cerrada, y Vilma fue sepultada en el Cementerio Municipal de San Miguel de Casa de Alto.
Su caso es el primer crimen atroz ocurrido en la comunidad de El Cortezal y uno de los más impactantes de Nicaragua.
