No pongo mis ojos en los hombres, sino en Dios que me da el poder para hacer las riquezas.
– Robert Tilton
Dios quiere que estés bien. Dios quiere que seas próspero. Dios quiere que seas una persona completa.
– Oral Roberts
Cuando te concentras en ser una bendición, Dios se asegura de que siempre seas bendecido en abundancia.
– Joel Osteen
El evangelio del dinero
La Biblia judeocristiana está llena de contradicciones, especialmente cuando se trata de la búsqueda de riquezas. Algunos pasajes nos dicen que no podemos entrar al Cielo si tenemos riquezas, como Lucas 18:24-25: “Jesús lo miró y dijo: ¡Qué difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios!
Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico entrar en el reino de Dios”.
También se nos dice que pidamos y recibiremos, y que Dios desea para nosotros una vida abundante. En Proverbios 3:9-10 se nos anima a diezmar para aumentar nuestra riqueza.
Honra al Señor con tus bienes, con las primicias de todos tus frutos; entonces tus graneros se llenarán hasta rebosar, y tus lagares rebosarán de mosto.
¿Dios quiere que los cristianos sean ricos y prósperos o pobres y oprimidos? ¿Promete la Biblia a los cristianos riqueza, lujo, salud fabulosa, relaciones perfectas y sanidad espiritual si cumplen su pacto con Dios? ¿Incluye el Reino de los Cielos todo lo que un cristiano podría desear?
Depende de cómo uno interprete las enseñanzas bíblicas, pero para los cristianos del Evangelio de la Prosperidad y de la Palabra de Fe, una vida próspera y abundante puede estar a solo una o dos oraciones de distancia.
El evangelio de la prosperidad
Un movimiento del Nuevo Pensamiento llamado Unity combina conceptos cristianos tradicionales con ideales más antiguos del Nuevo Pensamiento. Su fundador, Charles Fillmore, una vez reescribió el Salmo 23 para que dijera: “El Señor es mi banquero/mi crédito es bueno”. Se centra en enseñanzas sobre la abundancia y en pedir y recibir.
El Nuevo Pensamiento alienta a las personas a utilizar formas de oración para “alinearse con lo divino” y el poder de la creencia, la fe y la visualización constante de un deseo o una meta para convertirlo en una realidad física (para más información sobre esto, consulte mi artículo 'New Thought Movement Revolution 2.0' en New Dawn 197).
Estas enseñanzas nos dicen que tenemos acceso a los mismos materiales 'fuente' que crean mundos y que nos conectamos con esta fuente para co-crear nuestra realidad.
La Fuente ha sido equiparada con Dios, lo divino y el Universo, entre otros nombres, y es el campo invisible de potencialidad y posibilidad desde el cual se manifiesta la realidad física. Esa manifestación depende de nuestros deseos, creencias y actitudes y del uso adecuado del poder de nuestras mentes al conectarnos con la Fuente.
Tal vez era sólo cuestión de tiempo antes de que los conceptos del Nuevo Pensamiento se integraran en las enseñanzas bíblicas. Después de todo, el amor al dinero es universal, pero esa integración no siempre ha sido sencilla.
En Deuteronomio 8:17-18 del Antiguo Testamento se nos dice que Dios nos da la capacidad de producir riqueza, entonces, ¿cómo puede ser malo?
8:17 Quizá digas en tu corazón: «Mi poder y la fuerza de mis manos han producido esta riqueza para mí».
8:18 Pero acuérdate del Señor tu Dios, porque él te da el poder para producir las riquezas, y confirma así su pacto que juró a tus padres, como en este día.
Al igual que las enseñanzas del Nuevo Pensamiento que nos alientan a vernos alineados con la Fuente, la Biblia sugiere que si trabajamos del lado de Dios, podemos ser ricos.
Sí, parecería que Dios quiere el bien para nosotros en este reino material, pero se vuelve un poco más complicado que simplemente creer y recibir.
Toda una raza de pastores, ministros y maestros cristianos han creado su propia versión evangélica del cristianismo que suena más como la "Ley de Atracción" del Nuevo Pensamiento/Nueva Era, pero inmersa en creencias pentecostales y carismáticas.
Este "Evangelio de la Prosperidad" "basado en la Biblia" promete una abundancia financiera suntuosa a quienes lo siguen y ha convertido a más de unos cuantos millonarios entre quienes lo enseñan.
El movimiento del Evangelio de la Prosperidad, liderado por megapredicadores de megaiglesias, ha causado mucha controversia entre los cristianos tradicionales que consideran que el enfoque en el dinero y la riqueza contradice las enseñanzas de Cristo.
Según la historiadora Kate Bowler, autora de Blessed: A History of the American Prosperity Gospel , estas enseñanzas se formaron a partir de tres corrientes diferentes: el pentecostalismo, el movimiento del Nuevo Pensamiento y “un evangelio estadounidense de pragmatismo, individualismo y movilidad ascendente”.
Los puntos en común con el Nuevo Pensamiento no son una coincidencia, ya que estas enseñanzas han estado circulando desde la década de 1880, promoviendo el poder de la mente para alcanzar la prosperidad. Estos conceptos sirvieron como base para los movimientos cristianos posteriores.
Palabra de fe
La teología de EW Kenyon (1867–1949) estuvo fuertemente influenciada por las ideas del Nuevo Pensamiento.
La Palabra de Fe es una teología neocarismática de la prosperidad que tiene sus raíces en los escritos y enseñanzas del ministro bautista EW Kenyon (1867–1949). Influyó en Kenneth Hagin (1917–2003), quien más tarde sería conocido como el padre del movimiento Palabra de Fe en los Estados Unidos.
Kenyon asistió al Emerson College of Oratory, donde se sumergió en las enseñanzas más antiguas del Nuevo Pensamiento y más tarde escribió sobre las declaraciones positivas y el poder de la mente.
Negó sus orígenes en el Nuevo Pensamiento, pero eran obvios. Enseñó que para recibir las bendiciones de Dios, uno debe usar un lenguaje positivo y lleno de fe. También enseñó a sus seguidores a exigir sanidad y prosperidad porque era su derecho divino. Tenían derecho a ello.
Hagin tomó estas enseñanzas y fundó la Asociación Evangelística Kenneth H. Hagin, comenzó una revista en 1966 llamada Palabra de Fe y construyó un seminario para que los ministros de la Palabra de Fe capacitaran, enseñaran y difundieran el evangelio de la prosperidad.
Este afirma que si una persona cumple su pacto o palabra con Dios con plena fe, será bendecida con sanidad física, emocional, espiritual y/o financiera . Uno también podría lograr esta promesa de sanidad total simplemente convirtiéndose en creyente y pidiendo expiación.
Curiosamente, al igual que en las enseñanzas del Nuevo Pensamiento sobre la oración afirmativa y el uso de la intención para expresar deseos como si uno ya los tuviera (todas las oraciones del Nuevo Pensamiento terminan con “Y así es”), la Palabra de Fe enseña que se debe orar por la sanación y aceptarla como si ya estuviera hecha.
La duda y el temor de que no se manifieste solo sirven para retrasar la sanación y la manifestación. Cualquier cosa negativa, como la enfermedad, la muerte, el dolor o el sufrimiento, se considera un intento de Satanás de prevenir o negar la sanación total en los creyentes. ¿La solución? Orar y fortalecer aún más la fe.
La Palabra de Fe predica que quienes siguen estas enseñanzas deben “decretar y declarar” su fe para crear lo que buscan obtener. Nuevamente, esto refleja las enseñanzas del Nuevo Pensamiento y la Ley de Atracción que se basan en visualizar y hablar solo de lo que se desea, no de lo que no se desea, y exigir al Universo/Fuente/Dios que cumpla su orden personal como si fuera alguien que cena en un restaurante. La orden se pone por escrito o se dice en voz alta para darle más “poder”.
La palabra hablada tiene un poder creativo y generativo en ambos movimientos, a través de la oración, las afirmaciones, los tratamientos mentales espirituales (oración afirmativa intensiva y estructurada) y la declaración de intenciones.
Esta declaración hablada en la teología de la prosperidad se conoce como “confesión de fe” o “confesión positiva” y es la clave para reclamar y afirmar que la sanación ya se ha cumplido.
Kenneth Hagin creía que debido a que Dios creó el universo mediante su palabra (“En el principio era el Verbo”), los creyentes de Dios han recibido este mismo poder creativo, llegando incluso a llamar a los creyentes “pequeños dioses”.
Teología de la prosperidad
Kate Bowler escribe que el movimiento también estuvo influenciado por hipnotistas, sanadores por la fe, oráculos de negocios, evangelistas, sanadores pentecostales y sabios metafísicos.
Esta variedad se puede ver en los diferentes estilos de quienes han ascendido en sus filas.
Los cristianos modernos pueden llamarlo el movimiento “Nómbralo y Reclámalo” o el movimiento de la Salud y la Riqueza, pero todo está bajo el paraguas de la teología de la prosperidad, que hoy es adoptada por millones de adeptos en todo el mundo.
Bowler sostiene que la tesis central del movimiento del Nuevo Pensamiento está presente en la teología cristiana de la prosperidad: “Las personas moldearon sus propios mundos mediante su pensamiento, tal como Dios había creado el mundo utilizando el pensamiento.
Los pensamientos positivos produjeron circunstancias positivas, y los pensamientos negativos produjeron circunstancias negativas”.
Eventos históricos como la Segunda Guerra Mundial impulsaron la difusión de estas enseñanzas de prosperidad y se popularizaron rápidamente a medida que los evangélicos buscaban curaciones milagrosas y bendiciones monetarias como una forma de atraer a aquellos que luchaban con problemas de posguerra como la falta de vivienda, la pobreza y el desempleo.
Oral Roberts
Los defensores modernos, como Oral Roberts (1918-2009), el famoso teleevangelista carismático estadounidense, considerado uno de los primeros propagadores de la teología de la prosperidad, extraen sus creencias de una serie de pasajes bíblicos para respaldar sus afirmaciones.
También tienden a interpretar estos pasajes para respaldar sus enseñanzas.
Algunos de los pasajes más utilizados son:
Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia. (Juan 10:10)
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. (Mateo 7:7-8)
Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. (3 Juan 1:2)
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. (Filipenses 4:19)
Roberts acumuló una gran cantidad de seguidores con su ministerio televisado que ayudó a introducir el pentecostalismo en la corriente principal
. Fue pionero en el uso de la televisión para llegar a millones de personas y fundó la Asociación Evangelística Oral Roberts y la Universidad Oral Roberts.
Reverendo Ike
Otros predicadores de la Palabra de Fe y de la teología de la prosperidad que salieron a la radio incluyen a Juanita Bynum con “Weapons of Power” en Trinity Broadcasting Network; Kenneth y Gloria Copeland con “Believer's Voice of Victory”; Jan y Paul Crouch, quienes fundaron Trinity Broadcasting Network (TBN); Creflo Dollar con “Changing Your World”; Benny Hinn con “This is Your Day”, actualmente visto en casi 200 países; Marilyn Hickey con “Today with Marilyn” en TBN y Black Entertainment Television; Robert Tilton, quien tiene programas en Black Entertainment Television; TD Jakes con “The Potter's House”; Joyce Meyer con “Enjoying Everyday Life”; y el reverendo Ike de Nueva York (Frederick J. Eikerenkoetter II), quien predicó en forma frenética en los EE. UU. antes de su muerte en 2009 con su lema: “¡No puedes perder con las cosas que uso!”.
Luego estaban Jim y Tammy Faye Bakker, quienes llevaron la evangelización televisiva a un nivel completamente nuevo con sus extravagantes apariencias y estilos de vida extravagantes.
Su parque temático Heritage USA era un destino muy popular tanto para cristianos como para no cristianos, y sus ministerios Praise the Lord (PTL) tuvieron un éxito increíble.
Muchos recordarán que los escándalos finalmente hicieron caer a los Bakker.
Jim y Tammy Faye Bakker, en la cima de su carrera éxito.
La televisión permitió a estos predicadores de la prosperidad llegar a nuevas audiencias mucho más allá de los confines de una sola iglesia en un pueblo o ciudad, y muchos comenzaron a dirigir "megaiglesias" con miles de seguidores.
Hoy, Internet y las redes sociales ofrecen aún más canales para que la predicación rentable se extienda más allá de las fronteras nacionales. Aunque el evangelio de la prosperidad tiene sus orígenes en los Estados Unidos, ahora hay muchos predicadores y pastores multimillonarios que se benefician de sus enseñanzas en todo el mundo.
Críticas a la teología de la prosperidad
¿Qué sucedería si estos milagros monetarios prometidos no ocurrieran? ¿Qué sucedería si alguien siguiera estas enseñanzas y siguiera siendo pobre? El Dr. Andrew Spencer, en su artículo “¿Qué es el Evangelio de la Prosperidad?”, para el Institute for Faith Works and Economics, dice que estos fallos “se deben a la falta de fe de quienes buscan los milagros”.
Ellos fueron los culpables de las oraciones incumplidas, no los predicadores que les prometieron que los milagros se manifestarían. “Si la riqueza y la salud son resultado del grado de fe que tiene una persona, esto lleva a la conclusión de que los pobres son pobres porque son espiritualmente deficientes”, escribe Spencer.
La gente suele referirse a una de las Bienaventuranzas del Sermón del Monte de Cristo, bienaventurados los pobres, porque de ellos es el reino de los cielos , como una forma de validar el hecho de ser pobre, pero Jesús en realidad dijo: “Bienaventurados los pobres en espíritu ” (énfasis añadido) (Mateo 5:3).
La declaración no tiene nada que ver con el dinero sino con el espíritu, lo que implica que a los tristes, deprimidos y oprimidos se les darán las llaves del reino celestial. Incluso las personas ricas pueden estar tristes, deprimidas y espiritualmente oprimidas.
Esto contradice claramente a quién le gusta culpar a los predicadores de la prosperidad: a la persona que pide ayuda. Esta forma de avergonzar y culpar a las víctimas es una de las críticas clave que muchas personas tienen a los líderes religiosos que promueven la riqueza material y financiera.
Parece que nunca pueden explicar por qué no funciona para todos los demás, así que culpan... a todos los demás.
El predicador bautista Russell H. Conwell es famoso por haber dicho a su congregación pobre en 1915: “Yo digo que debéis ser ricos; no tenéis derecho a ser pobres”.
Esta misma frase sobre los ricos y los pobres se ha repetido hasta la saciedad en la predicación del evangelio de la prosperidad durante más de 100 años, lo que implica que Jesús hizo hincapié en esto cuando claramente no centró sus enseñanzas en las riquezas materiales.
En lugar de culpar a la sociedad o a la desigualdad en el lugar de trabajo, la culpa se traslada a los fracasos de los pobres, que muy bien pueden ser individuos trabajadores de buen corazón.
Delitos y faltas
En 2007, el senador estadounidense Chuck Grassley investigó las finanzas de los ministerios de teleevangelismo que promueven la teología de la prosperidad, incluidos Kenneth Copeland Ministries, Creflo Dollar Ministries, Benny Hinn Ministries, Bishop Eddie Long Ministries, Joyce Meyer Ministries y Paula White Ministries. La investigación concluyó en 2011, y Grassley declaró que la autorregulación era preferible a la supervisión gubernamental de estos ministerios.
Los seis teleevangelistas insistieron en que cumplirían con las regulaciones fiscales para las organizaciones religiosas sin fines de lucro. Solo Joyce Meyer Ministries y Benny Hinn Ministries le dijeron a Grassley que habían cambiado la forma en que gobiernan sus ministerios o fijan la compensación.
Los otros cuatro se negaron a proporcionar información completa a Grassley, y algunos acusaron a Grassley de violar su libertad religiosa.
A principios de los años 90, Jim Bakker pidió perdón por sus enseñanzas sobre la prosperidad desde una celda de prisión, tras ser condenado por fraude postal y electrónico asociado con las diversas actividades de recaudación de fondos de su ministerio.
También estuvo involucrado en un escándalo sexual muy publicitado que involucraba a una mujer llamada Jessica Hahn y que finalmente derribó su poderoso ministerio PTL Ministries.
Se han publicado numerosos artículos en los medios de comunicación sobre el estilo de vida extravagante de estos predicadores, sugiriendo que cayeron víctimas del materialismo contra el que enseña la Biblia. No todos hacen alarde de sus lujosas posesiones y enormes cuentas bancarias.
Los evangélicos tradicionales, como Rick Warren y Jerry Falwell, se han manifestado en contra de la teología de la prosperidad por considerarla herética a las verdaderas enseñanzas de Cristo.
Se ha dicho que el “cristianismo capitalista” es un abuso de la fe y una forma de que los predicadores se enriquezcan a manos de sus feligreses, que quieren creer tanto que ellos también pueden ser ricos si tienen fe o si diezman el diez por ciento o más de sus ingresos a los hombres y mujeres que hacen esas grandes promesas desde lo alto de un escenario ostentoso.
Hay muchas historias tristes de personas que dan todo su dinero a los líderes de sus iglesias, solo para quedar en la indigencia mientras los predicadores compran mansiones y juguetes caros o se van a otro país, para nunca más saber de ellos.
Como señaló Cathleen Falsani en su artículo de 2013 “Las peores ideas de la década” para The Washington Post , estas enseñanzas entran en conflicto con los principios básicos del cristianismo. “Jesús nació pobre y murió pobre.
Durante su existencia terrenal, habló una y otra vez sobre la importancia de la riqueza espiritual y la salud. Cuando hablaba de riqueza material, generalmente era parte de una advertencia”.
Ser o no ser
¿Es espiritual ser pobre? ¿Deben los cristianos renunciar a todo lo que poseen y vivir sin hogar en las calles para alcanzar la gracia y la abundancia de Dios?
Los que prosperan pueden convertirse fácilmente en egocéntricos y materialistas, utilizando su dinero para comprar poder e influencia sobre los demás, o pueden ser mansos, misericordiosos y puros de corazón. Al fin y al cabo, son humanos.
Algunos podrían argumentar que los predicadores millonarios que se enriquecen a costa de sus congregantes mucho más pobres tendrán un momento muy difícil, juego de palabras intencionado, para enhebrar la aguja y entrar en el Cielo.
El dinero en sí no es la raíz de todos los males, aunque la lujuria, la codicia y la forma en que alguien gana todo ese dinero pueden desempeñar un papel importante. No es la riqueza lo que hace a la persona, sino lo que hace con ella y si la cambia para bien o para mal.
Sin duda, quienes son bendecidos pueden bendecir a muchos otros de un modo que no pueden hacerlo los pobres. El dinero puede traer felicidad y puede traer desesperación. No favorece a nadie. Es neutral.
Los predicadores de la prosperidad y sus entusiastas seguidores deberían recordar que para adquirir verdadera riqueza es más importante primero estar bien espiritualmente. Lo que venga después es solo la guinda del pastel.
Este artículo fue publicado en New Dawn 202 .
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Fuentes
“Los 5 errores del evangelio de la prosperidad” por David W. Jones, thegospelcoalition.org/article/5-errors-of-the-prosperity-gospel
Katie Bowler, Blessed: Una historia del evangelio de la prosperidad estadounidense , Oxford University Press, 2018
“El evangelio de la prosperidad” por Bryn Donovan, britannica.com/topic/prosperity_gospel
“El evangelio de la prosperidad, explicado: por qué Joel Osteen cree que la oración puede hacerte rico”, por Tara Isabella Burton, vox.com/identities/2017/9/1/15951874/prosperity-gospel-explained-why-joel-osteen-believes-prayer-can-make-you-rich-trump
“Las peores ideas de la década”, por Cathleen Falsani, washingtonpost.com/wp-srv/special/opinions/outlook/worst-ideas/prosperity-gospel.html
“¿Qué es el Evangelio de la Prosperidad?”, por el Dr. Andrew Spencer, tifwe.org/what-is-the-prosperity-gospel
© New Dawn Magazine y el autor correspondiente.
https://www.newdawnmagazine.com/articles/the-gospel-of-money-how-prosperity-gospel-preachers-hijacked-new-thought
