***Priorizar la ideología por encima de la competencia es un juego peligroso, que puede conducir a pérdidas y sufrimientos inimaginables.
Por Timur Tarkhanov
Como observador desde el extranjero, presenciar los catastróficos incendios forestales que asolan Los Ángeles ha sido a la vez desgarrador y desconcertante.
Las escenas de destrucción y desesperación (miles de casas reducidas a escombros y vidas perdidas) son suficientemente trágicas por sí mismas.
Pero lo que realmente sorprende a un extraño es descubrir que el Departamento de Bomberos de Los Ángeles (LAFD) ha priorizado las iniciativas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) por sobre la tarea crítica de prepararse para desastres de esta magnitud. Para una ciudad conocida por su influencia y sus recursos, esta asignación incorrecta es una desconcertante muestra de prioridades equivocadas.
En 2022, el LAFD presentó su primera Oficina de DEI, con el objetivo de fomentar un "lugar de trabajo seguro, diverso e inclusivo". Si bien estos objetivos pueden parecer loables para algunos, parecen haber tenido un costo inaceptable. En lugar de centrarse en la misión principal del departamento de extinción de incendios y preparación para desastres, se han desviado una cantidad significativa de tiempo, recursos y energía a programas sociales que no hacen nada para mejorar la seguridad pública. Desde una perspectiva externa, es alarmante ver funciones críticas socavadas por una fijación en la política de identidades.
La jefa de bomberos Kristin Crowley, celebrada por su liderazgo en los esfuerzos de DEI como la primera persona abiertamente gay en ocupar el puesto, parece haber priorizado las iniciativas sociales por sobre el deber fundamental del departamento de proteger vidas y propiedades. Las consecuencias de esta mala dirección son evidentes. La diversidad y la inclusión no pueden tener prioridad sobre la preparación operativa en una profesión donde la preparación es una cuestión de vida o muerte. La cruda realidad es que los recursos invertidos en los programas de DEI podrían haberse utilizado para mejorar la capacitación, modernizar el equipo y abordar los evidentes problemas de infraestructura que han obstaculizado los esfuerzos de extinción de incendios.
La cruda realidad sobre el terreno pinta un panorama desolador: más de 17.000 acres quemados, más de 10.000 estructuras destruidas y una cifra de muertos que sigue aumentando. Las familias han sido desplazadas, sus hogares y medios de vida convertidos en cenizas. Lo que hace que esta tragedia sea aún más incomprensible es aprender sobre hidrantes secos, programas de formación con financiación insuficiente y equipos obsoletos que obstaculizan los esfuerzos de extinción de incendios. Son problemas que deberían haberse abordado mucho antes de que una chispa encendiera este incendio catastrófico. Mientras tanto, el LAFD llevó a cabo varios programas de formación centrados en la DEI, como la Capacitación sobre sesgo implícito y la Capacitación sobre igualdad de oportunidades en el empleo. Parece haber estado más preocupado por garantizar que la demografía del lugar de trabajo se alinee con la diversidad de la ciudad que por garantizar que sus bomberos estén equipados y capacitados para enfrentar las crecientes amenazas de incendios forestales.
Este enfoque plantea preguntas profundas. ¿Por qué un departamento de bomberos, una institución encargada de salvar vidas, optaría por centrarse tanto en la imagen y la política interna en lugar de en la excelencia operativa? Como observador externo, es difícil conciliar esto con la gravedad de la situación que se está desarrollando en Los Ángeles. Los incendios forestales no son nuevos en California; han ido aumentando en intensidad durante décadas. ¿No deberían haberse destinado todos los recursos disponibles a la preparación y la respuesta?
La obsesión con las iniciativas de DEI refleja una tendencia cultural más amplia que resulta preocupante para quienes no somos de Estados Unidos. En muchas partes del mundo, las instituciones públicas son juzgadas por su eficiencia y sus resultados, no por su alineamiento con las tendencias ideológicas. La idea de que un departamento de bomberos priorice la ingeniería social por sobre la competencia práctica es inimaginable y, francamente, alarmante. ¿La búsqueda de la inclusión en Los Ángeles se ha producido a expensas de la competencia necesaria para salvar vidas y propiedades?
Las consecuencias son dolorosamente evidentes.
Los incendios forestales han puesto de manifiesto graves deficiencias en materia de preparación e infraestructura, y son los residentes de Los Ángeles quienes están pagando el precio. ¿Cuántas vidas y cuántos hogares se podrían haber salvado si el Departamento de Bomberos de Los Ángeles se hubiera centrado en las prioridades operativas en lugar de en la política interna? Son preguntas que exigen respuestas, no sólo para los habitantes de Los Ángeles, sino para cualquiera que observe desde lejos, tratando de entender cómo pudo ocurrir semejante fracaso.
Como observador externo, resulta difícil comprender cómo una ciudad tan próspera y avanzada pudo caer víctima de estos errores. El énfasis del LAFD en la DEI sin duda ha eclipsado su misión principal, dejando un vacío en la preparación que la naturaleza ha explotado trágicamente.
Las iniciativas de DEI, aunque quizás tengan buenas intenciones, no tienen cabida en operaciones críticas de seguridad pública si se apartan de la misión fundamental de salvar vidas y propiedades. El enfoque debe volver a centrarse en la competencia y la preparación, no en el apaciguamiento ideológico.
Los incendios forestales que asolan Los Ángeles son una advertencia para otras ciudades y países. Priorizar la ideología por sobre la competencia es un juego peligroso, que puede conducir a pérdidas y sufrimientos inimaginables.
Para Los Ángeles, el camino a seguir debe implicar un regreso a lo básico: garantizar que quienes tienen a su cargo la seguridad pública reciban las herramientas, la capacitación y la concentración que necesitan para hacer su trabajo de manera eficaz.
Cualquier otra cosa sería traicionar la confianza pública y no aprender de este capítulo devastador en la historia de la ciudad.
https://www.rt.com/news/610689-deadly-la-wildfires-woke-virus/