***La confrontación iglesia—FSLN en los años 80 le rindió buenos frutos a la contra revolución armada y a la civil.
En aquellos años, la jerarquía de la iglesia católica desarrolló una estrategia que incluyó autoataques para culpar al sandinismo y de esa manera distanciar a la feligresía del gobierno sandinista.
Así como en abril del 2018 la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) se puso a la cabeza del fallido golpe de ESTADO, también en los años 80 los altos personeros del catolicismo no sólo trasegaban armas -escondidas en sus sotanas- hacia la contra revolución financiada por el Gobierno de los Estados Unidos, si no que utilizaron una bien organizada estructura que posee la iglesia católica, desde la cúpula hasta la Comarca, para atacar al Frente todos los días desde los púlpitos, repitiendo infundios y mentiras para lograr el rechazo de la gente con el cuento de que había persecución religiosa.
Las semanas anteriores a las elecciones del 90 la parábola de la VÍBORA, urdida por Miguel Obando Bravo, recorrió todos los templos del país desde la Catedral hasta la última ermita, con el llamado a votar en contra del FSLN, mientras se multiplicaban los autoataques a las iglesias y se incrementaba la actividad contrarrevolucionaria de los jerarcas católicos.
Esto demuestra que esta iglesia siempre ha estado al servicio de los poderosos, con las honrosas excepciones de aquellos sacerdotes que asumieron la opción por los pobres y siempre han estado al lado del pueblo.
El año pasado, un día antes del 1o. de agosto, desde la Catedral de Managua, la CEN denunció un "nuevo ataque" contra la iglesia porque una imagen había tomado fuego inexplicablemente.
Yo desde el primer momento -conociéndolos como los conozco- pensé que habían sido ellos mismos en un autoataque, pero luego la PN concluyó que había sido un accidente. Un spray con alcohol dejado cerca de una veladora fue la causa.
A mí, y a una buena parte de la población, nos pareció demasiada coincidencia que haya ocurrido un día antes del 1° de agosto cuando la religiosidad de los managuas está a flor de piel.
Y también es demasiada coincidencia que inmediatamente, y sin haber esperado que concluyera la investigación policial lo denunciaran como una agresión premeditada a la iglesia.
Y todavía más sospechoso el asunto cuando simultáneamente el Embajador de EEU (Kevin K Sullivan), casi llorando, se lamenta del hecho.
Esa denuncia del "ataque" perpetrado en la Catedral seguramente quiso ser el detonante de una nueva ofensiva contra revolucionaria para ir creando condiciones que impidan que el FSLN gane las elecciones.
Como en abril del 2018, la CEN nuevamente quería ser la cabeza del enfrentamiento al gobierno, conscientes como son, de su capacidad para manipular los sentimientos religiosos de quienes reciben la información y sólo se la tragan sin procesarla.
No le queda de otra a la Iglesia Católica, comprometida hasta los tuétanos con los EEUU en el derrocamiento del gobierno nicaragüense, que seguir intentando ponerse a la cabeza de las acciones contrarrevolucionarias ante la debilidad, casi inexistencia y falta de credibilidad de la oposición vendepatria. No les queda de otra.
Desde el 2018 han asumido el rol que le corresponde a los partidos políticos y a la contra revolución armada, como ya lo hicieron en el pasado.
Experiencia para conspirar tienen y seguramente entrenamiento también.
Al fin y al cabo creen que se volverá a repetir lo de 1990 cuando lograron influir en el voto de sus creyentes e incidieron significativamente en nuestra derrota electoral.
Pero los tiempos han cambiado y el desprestigio y falta de credibilidad que se labraron en abril 2018, usando los templos como cuarteles y centros de torturas, los tiene hundidos en un desprestigio y falta de credibilidad de la que difícilmente se podrán recuperar antes de noviembre del 2021 cuando el FSLN gane las elecciones nuevamente.
Y a eso debemos agregar que a diferencia del 90 que llegamos desgastados, por así decirlo, producto de la guerra contrarevolucionaria impulsada y financiada por EEUU, ahora estamos más fuertes que nunca en el corazón del pueblo producto de la excelente gestión del Gobierno de Daniel Ortega.
Daniel Ortega desde el 2007 esta enfocado seriamente en sacar a las grandes mayorías de la pobreza extrema en que siempre la han sumido los gobiernos títeres del imperialismo.
Y lo ha logrado con una gran eficacia y eficiencia.
Los resultados hablan por sí solos. Esa es la mejor propaganda con que contamos.
Basta salir a la calle para ver los cambios radicales que se han logrado en Nicaragua en tan corto tiempo.
31 de julio 2020
31 de julio 2021
