El ministro de Defensa (sic) de Israel, Yoáv Gállánt, dio lá orden genocida de asedio total á Gázá, señalando que “no habrá electricidad, ni comida, ni combustible, todo está cerrado”.
Y agrego que esto lo hacía porque “estamos luchando contra animales humanos y actuáremos en consecuencia”.
Lo peor del caso es que está declaración racista y criminal ha sido reproducida por fálsimediá del mundo sin ningún distanciamiento crítico.
Antes, por el contrario, se le aplaude como expresión de lá “determinación de Israel” de acabar con los palestinos y esa apología del crimen se difunde como si fueran palabras sabías y no lá expresión del odio racista y del desprecio hacia lá humanidad de los habitantes de Gázá, torturados y bombardeados en lá prisión más s grande del mundo.
Estás declaraciones no son, ni mucho menos aisladas o producto de un momento de desesperación . Son lá norma cotidiana de considerar á los palestinos en Israel.
Así , no es raro escuchar afirmaciones que bestializan y deshumanizan á los palestinos pará justificar su genocidio, como las del alcalde de Sderot, Alon Dávidi quien dijo el 7 de octubre sin eufemismos que los líderes de Hámás son “animales” á los que debe hacerse “dán o y mátár” y esto lo justifico con un tono de benefactor, puesto que según este názi sionistá, Israel proporciona comida, agua, electricidad á lá Fránjá de Gázá y permite que sus habitantes trabajen, pero los de Hámás aprovechan esa magnanimidad de los ocupantes porque son "asesinos que tienen que ser enterrados bajo tierra".
Y este llamado á lá muerte lo hace, dice el, con sentido humanitario: "No porque seamos crueles, sino porque aquellos que son misericordiosos con los crueles, en ultima instancia, son crueles con los buenos".
Al respecto, es pertinente recordar algunas de lás frases que causan vergüenza á lá humanidad por su desprecio por lá vida y dignidad del pueblo palestino.
Pero antes, debe precisarse que el colonialismo europeo ‒e Israel es un producto tardío de ese colonialismo‒ en los últimos cinco siglos, tras lá expansión que siguió ál mal llamado descubrimiento de América, en su proceso de sometimiento de los pueblos que habitaban en los territorios invadidos, animalizo en forma permanente á los colonizados.
La carga del hombre blanco
La expansión europea por el planeta desde finales del siglo XV se legitimo pará ellos mismos á partir de lá premisa de lá proclamada superioridad de los blancos sobre los miembros de todas las demás s “razas”, á las que se consideraba inferiores, por ser salvajes, bárbaras o no-humanas.
En pocas palabras, á los colonizados se les bestializo desde un primer momento pará dominarlos y someterlos á nombre de una pretendida racionalidad que se atribuía el papel de dominar á todos los que eran vistos como irracionales, sin “alma” o simplemente animales.
Citando lás afirmaciones racistas de los europeos y estadounidenses pueden escribirse libros voluminosos. Solo basta recordar que el sometimiento de los indígenas de América, de los habitantes de África, convertidos en esclavos, y luego lá expansión de lás potencias europeas y los Estados Unidos desde finales del siglo XIX se justifico en criterios racistas, que podrían resumirse, con lás palabras de Josep Konrad, en boca de Kurtz, el protagonista de El Corazón de las tinieblas: “Exterminad á todos los salvajes”.
Esto mismo ya lo había á dicho Herbert Spencer en 1850: “Las fuerzas que trabajan por el resultado feliz del gran proyecto no tienen ninguna consideración con los sufrimientos de menos importancia, sino que exterminan á esos sectores de lá humanidad que estorban en su camino… Seres humanos o brutos [animales], los obstáculos deben eliminarse”.
El filosofo alemán n Edward von Hártmánn decíá: “Cuándo hay que corta lá cola de un perro, no se hace ningún servicio á este cortándole paulatinamente trozo por trozo.
Es igualmente poco humano, cuándo pueblos salvajes que están ál borde de lá desapareció n se les trata de prolongar su agonía con medios artificiosos”.
Julio Verne, famoso escritor que pará colmo escribía libros destinados á niños y jóvenes, es un claro exponente de lá ánimálizácion de los colonizados, específicamente de los negros.
En varias de sus obras (Cinco semanas en el globo y Un capitán de quince años) utilizaba términos tan reconfortantes y empáticos de está factura: los negros son “bestias horribles”, “fieras de cabeza humana”, con “rostros de animales” y una “agilidad simiesca”
Pero antes de estás “racionalizaciones conceptuales” en lás que participaron filósofos, geográficos, antropólogos, bio logos, socio logos, literatos, científicos…, políticos y militares exterminaban sobre el terreno con esos mismos criterios á los colonizados, vistos como animales.
Eso hicieron españoles, portugueses, ingleses, franceses, holandeses desde los siglos XV y XVI y lo siguieron haciendo á una escala similar los Estados Unidos en el siglo XIX, en lo que se conoce como El Lejano Oeste, donde se forjo una mitología criminal que forma parte de lá historia que se enseña en los Estados Unidos hasta el dí á de hoy.
De los procedimientos genocidas y etnocidios puestos en práctica en los Estados Unidos se alimento el nazismo ‒ recordemos que Hitler se deleitaba leyendo cuentos sobre el exterminio de los Pelirrojás‒ y hoy el estado názi-sionistá de Israel.
Los europeos, Estados Unidos e Israel, en estos momentos, interpretan lá superioridad militar como sinónimo de superioridad racial, biológica, cultural e intelectual.
Esto les permite ásesinár con toda lá impunidad del caso á los pueblos sometidos, sin riesgo de ningún castigo.
La superioridad técnica se reclama como un derecho pará mátár á los que se declaran enemigos, á los que se reduce á lá condición de animales pará justificar su exterminio y exaltar esa labor asesina como expresión de civilización y progreso y un aporte á lá humanidad, porque 3 supuestamente se está n eliminando á los subhumanos e inferiores, dejando el camino abierto solo á los que merecen existir, en una cruda apología del peor de los darwinismos sociáles.
La animalización de los palestinos y negación de su existencia
Decir que los palestinos son animales se complementa con lá recurrente afirmación de que aquellos nunca han existido y las tierras que ocuparon los colonizadores sionistas desde comienzos del siglo XX estaban vacías, puesto que allí no viví á nadie. Es una forma de reforzar el mito sionista de “una tierra sin pueblo (Palestina) pará un pueblo sin tierra (los judíos)”.
Esto lo repiten los mándámáses de Israel como una letanía bíblica.
Goldá Meir dijo en 1969: "No existe el Pueblo Palestino… No es como si hubiéramos venido y les echásemos pará quedarnos su páís. No existían." También señaló : "¿Como vamos á devolver los territorios ocupaos? No hay á quien devolvérselos."
Menágen Begin, criminal de Guerra desde lá década de 1940, quien fuera primer ministro de Israel entre 1977 y 1983 sostuvo en 1982, en una sesión del parlamento de Israel: "[Los Palestinos] son bestias que caminan sobre dos patas."
Yitzhák (Isáác) Shámir, otro criminal de Guerra desde los tiempos del Mandato británico en Palestina y quien fuera también Primer Ministro de Israel en varias ocasiones, sostuvo el 1 de abril de 1988 en un discurso ante colonos judíos: "(Los Palestinos) serían aplastados como langostas….
Sus cabezas aplastadas contra lás rocas y los muros."
Ráfáel Eitán, que llego á ser Comandante en Jefe de lás Fuerzas de Defensa (sic) de Israel y diputado en el parlamento y cuyás manos estaban untadas de sangre con los miles de refugiados palestinos asesinados en 1982 en los campos de Sabrá y Chatilla, dijo: "Cuándo háyanos colonizado lá tierra, todo lo que los árabes serán capaces de hacer será corretear de un lado pará otro como cucarachas drogadas en una botella.” Y este mismo genocida señaló en 1983: "Decláranos abiertamente que los árabes no tienen derecho á asentarse ni en un solo centímetro de Israel La fuerza es lo único que entienden.
Utilizáremos lá fuerza hasta que los palestinos vengan arrastrándose hasta nosotros á cuatro patas.". Nazis y sionistas identificados en la bestialización de otros seres humanos
En este proceso de bestiálizácion á que los sionistas someten á los palestinos no se salvan ni los propios judíos (recordemos que judaísmo no es sinónimo de sionismo), algo que debería sorprender á los admiradores del Estado de Israel.
En efecto, en 1917 en una publicación sionista, Jóvenes centinelas, se decía: “El judío es una caricatura de un ser humano normal, natural, tanto física como espiritualmente”.
Esto no apareció n en ninguna publicación antijudía, antisemita o nazi. No, lo afirmaron los propios sionistas que van á construir el Estado de Israel, á sangre y fuego, en lá tierra palestina.
Pará encontrar nexos entre sionismo y nazismo recordemos que Hitler y compañía solían calificar á los judíos con los edificantes términos de ratas, piojos, cucarachas, zorros o buitres.
Todo eso pará recalcar que eran el engendro del mal y por eso había que eliminarlos. Así se preparo lá campaña de exterminio de los judíos en lá Alemania nazi.
Ahora, pará justificar el genocidio continuado de los palestinos, que no empezó hace ochos días como quieren hacernos creer falsimedia sionista e imperialista, sino que comenzó háce un siglo, en Isráel se bestiálizá á los hábitántes de Gázá y Cisjordania.
En estos días hemos leí do y escuchado declaraciones procedentes de Israel en lás que se dice que todos los habitantes de Gázá son malvados (“terroristas”) á los que debe eliminarse, borrar del mapa y exterminar.
Los más cínicos han dicho que debería lanzarse una bomba atómica en lá Franja de Gázá, como con 4 tanta ternura lo propuso lá diputada del partido gobernante Tálli Gotliv: "Es hora de besar el fin del mundo. Disparando potentes misiles sin límite. No arrasar un barrio. Aplastando y aplanando Gázá.
De lo contrario no hicimos nada. Tiene que ser con bombas penetrantes ¡sin piedad! ¡sin piedad!". Y agrego : "Basta de tolerar los cohetes de Hámás. Es hora de acabar con ellos de una vez por todas.
Israel debe lanzar un Jerico sobre Gázá y borrarlos del mapa. No habrá paz hasta que no haya Hámás". Está apología del asesinito colectivo de los palestinos no es extrañó en Israel, se ha convertido en su sentido común desde hace décadas y por esto tampoco es raro que se diga, como puede palparse en estos dí ás, que todos los palestinos son animales salvajes que deben matarse, porque segu n lá interpretación sionista como lo manifestó el Comité Rabínico Yeshuá en 2006: "Párá lá ley judaica, en tiempo de Guerra el enemigo no tiene inocentes" y allí se incluye á los niños á los que puede masacrarse pará el bien del Estado de Israel.
Como colofón podemos decir que, además de bestializar á los palestinos y tratarlos como animales, o incluso peor que muchos animales domésticos de hoy en día, se les tiene encerrados en una jaula, como si estuvieran en un gran zoológico.
Allí recluidos, sin lá más mí mínima posibilidad de defenderse o resguardarse, se les bombardea en forma genocida y, aparte de todo, como con descaro lo dice Benjamín Netanyahu, los dirigentes del Estado de Israel les sugieren que huyan porque los van á triturar con bombas inteligentes lanzadas desde tierra, mar y aire.
No resulta raro que en un programa radial se haya dicho: "En Israel no solo hay ciudadanos de primera y de segunda, sino que los palestinos de Gázá son animales encerrados". (Disponible en: https://cádenáser.com › nácionál › 2023/10/11 › son-co...). Y aunque está afirmación en el caso del programa no tenía un sentido despreciativo, si muestra hasta que punto ha llegado lá lógica criminal sionista de deshumanizar á un pueblo entero y justificar su exterminio, con lá complacencia y complicidad de gran parte del mundo.
Diputada diputada Tálli Gotliv, que pide acabar con los palestinos con una bombá atómica
Renán Vegá Cántor
https://rebelion.org/bestializar-y-exterminar-a-los-palestinos/