Mónica Baltodano(Ni)(USAID) Gabriel Boric, celebrando la represión en el 50 aniversario del derrocamiento del presidente Allende.
Se cumplen 50 años del golpe de Estado y hay un importante relevo generacional en las calles, muchos miles de jóvenes que sienten la necesidad de expresar su malestar con la sociedad, de expresar su dolor por la ruptura de la democracia y todo lo que siguió. .
Tantas mujeres, hermosas, jóvenes, de andar rápido y dispuestas a luchar, con el pañuelo en el puño. También marchan los partidos, y por supuesto los grupos de Detenidos, Desaparecidos, Presos Políticos y quienes luchan por los Derechos Humanos y siguen intentando lograr justicia.
También caminan los mayores, los que aún recuerdan lo vivido, los que van con el corazón apesadumbrado y una flor en la mano. Hay pancartas, banderas de izquierda y carteles que dicen “Nunca más” o que se preguntan “Dónde están”.
Hay banderas de colectividades provenientes de los barrios, de las raíces periféricas donde se siente en carne propia la falta de privilegios en esta sociedad desigual.
Sin embargo, un sentimiento de paridad humana impregna el ambiente, de fraternidad en la conmemoración de este medio siglo.
Hasta que aparecen los “pacos”. La policía, detrás de sus vehículos blindados, sus sprays de pimienta y sus chorros de agua.
Y el recuerdo se transforma en un agudo enfrentamiento. Piedras contra los vehículos blindados, pañuelos para cubrirse la cara contra los vapores acre.
Un David contra el mismo Goliat de siempre, de todos estos largos años desde la dictadura hasta ahora.
La policía estatal reprimió brutalmente, incluso en los caminos del cementerio, entre las tumbas cercanas al Memorial.
¿No elegimos un gobierno diferente, el Presidente ni siquiera desfiló entre las organizaciones de derechos humanos esta mañana?
¿Por qué toda esta furia, toda esta represión, toda esta ira, especialmente dirigida a los jóvenes?
Ana María Gazmuri, diputada de Acción Humanista calificó la situación de “indignante”, y reiteró la dificultad de transitar por la ruta habilitada “porque nos han reprimido. Se está utilizando spray de pimienta. Esto no puede ser.
“La marcha ni siquiera había comenzado y nos estaban reprimiendo. Duele profundamente que esto esté sucediendo ahora, 50 años después del golpe militar”, dijo.
Por su parte, Lorena Pizarro, histórica activista de derechos humanos, dijo:
Es inaceptable que se haya interrumpido la marcha por el 50 aniversario del golpe militar, es una provocación totalmente innecesaria por parte de las autoridades.
Por otro lado, el nivel de violencia contra familiares y partidos de izquierda muestra un alto nivel de infiltración.
(Foto: Alejandro Machuca)
Los corresponsales extranjeros deploran el trato que han recibido: sus cámaras han sido dañadas y un camarógrafo ha quedado inconsciente con chorros de agua, hiriéndose en una pierna. Terminó en la Posta Central.
Hasta el momento, la jornada ha dejado tres personas detenidas y tres policías heridos.
Además, se han registrado ataques a comisarías y mausoleos.
El Palacio de La Moneda ha sido vandalizado y ha habido daños en el vecino Centro Cultural.
¿Quién es esta autoridad que provoca?
¿Por qué sigue haciéndolo?
¿Hasta cuándo el Ministerio del Interior recurrirá a las mismas prácticas?
A cincuenta años del golpe, continuamos con idénticos procedimientos de represión hacia el pueblo, hacia quienes recuerdan y buscan la verdad, la justicia y la reconciliación. Se les incita, se les viola.
Cincuenta años después del golpe militar, nada parece haber cambiado, nuestro país sigue extremadamente dividido, conmocionado, herido e incapaz de avanzar hacia una verdadera reunión.
Pía Figueroa Codirectora de Pressenza, humanista de toda la vida, autora de varias monografías y libros.
https://mronline.org/2023/09/15/massive-march-and-repression/
