Los eventos instigados por la compañía militar privada Wagner (PMC) el 23 y 24 de junio fueron influenciados por varios factores militares y políticos.
El liderazgo de Rusia logró lidiar con el motín en menos de 24 horas. Sin embargo, las razones detrás del incidente aún pesan sobre el ejército ruso y deben abordarse.
De hecho, el futuro de la campaña militar en Ucrania depende de la rapidez con que Moscú aprenda de esta experiencia.
Las tácticas de Wagner y la clave de su éxito
Para comprender mejor el conflicto entre Wagner PMC y el Ministerio de Defensa ruso, debemos remontarnos a los hechos del año pasado. En ese momento, el grupo, que anteriormente había estado involucrado en combates tanto en África como en el Medio Oriente, fue contratado para ayudar a capturar el área fortificada de Popasnaya y luego Artyomovsk (Bakhmut), en Donbass.
La escala de esta operación fue tan grande que Wagner se convirtió esencialmente en un cuerpo de ejército, una unidad bastante autónoma con su propia infraestructura, comando y dirección táctica.
Al mismo tiempo, el grupo se consideraba infantería ligera. Haciendo uso de pequeñas unidades de asalto como Wagner, que estaban respaldadas directamente por la artillería, el comando ruso quería escapar de una guerra posicional sin salida.
Tales tácticas fueron utilizadas no solo por Wagner sino también por unidades como el 1.er Cuerpo de Ejército de Donetsk.
Además, la experiencia única de operaciones de asalto adquirida en el año de combate dio como resultado la formación de unidades de asalto "Storm Z" que operan con tácticas similares a las de Wagner y tienen una estructura similar.
Sin embargo, Wagner se convirtió en el ejemplo más conocido de soldados de asalto rusos. Esto se debió en gran parte a sus recursos de medios independientes y al éxito.
Cuando terminaron las batallas por Artyomovsk, Wagner tenía la esperanza de adquirir el estatus de una estructura independiente dentro de las fuerzas armadas, autónoma del Ministerio de Defensa ruso y subordinada directamente al presidente de la Federación Rusa.
Compitiendo por reclutas y las relaciones públicas oscuras de Prigozhin
La rivalidad interna se convirtió en uno de los principales motivos del enfrentamiento entre Wagner y el Ministerio de Defensa.
A principios de este año, a Wagner se le restringió el reclutamiento de voluntarios de las prisiones, que en cambio fueron asignados a unidades regulares, incluida Storm Z.
En consecuencia, en los últimos meses, Wagner solo podía confiar en las oficinas de reclutamiento normales y se vio obligado a competir por cada candidato. Teniendo en cuenta los severos combates en el área de Artyomovsk, cada recluta se volvió invaluable.
Para ganarse a la gente a su lado, el fundador de la empresa, Evgeny Prigozhin, desarrolló la marca Wagner y aumentó su presencia en los medios.
El grupo fue presentado como una comunidad ideológicamente afín, una casta militar, una corporación con sus propios valores y código de honor.
Cuando agotó los métodos habituales de marketing, Prigozhin hizo uso de las oscuras relaciones públicas para ganarse a los reclutas de su competidor, el Ministerio de Defensa.
Los medios de comunicación de Prigozhin presentaron a las unidades regulares del ejército ruso como estructuras burocráticas e incompetentes capaces sólo de retirarse.
El pico de esta oscura campaña de relaciones públicas coincidió con los últimos días de la batalla por Artyomovsk.
Prigozhin y sus medios exageraron deliberadamente ciertos problemas en el ejército ruso para atraer el recurso más valioso de cualquier guerra: hombres listos para tomar las armas.
Esta no es la primera vez que el Grupo Wagner y Prigozhin recurren a tales métodos. Anteriormente había ocurrido un problema similar con las milicias de Novorossiya.
Durante la relativa calma en los combates tras la firma de los Acuerdos de Minsk, Wagner reclutó a veteranos del Donbass [de los combates de 2014] para operaciones militares en Oriente Medio y África, en detrimento de las fuerzas locales. Prigozhin persuadió a los luchadores para que dejaran de arriesgar sus vidas por un salario exiguo y los animó a unirse a Wagner por una recompensa monetaria mucho mayor.
Expectativas versus realidad
Como era de esperar, el Ministerio de Defensa no disfrutó particularmente de todo el lodo que Prigozhin le echó encima. Como resultado, se produjo un largo conflicto entre el PMC, los altos funcionarios y el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas Rusas, una disputa que ardió durante mucho tiempo.
Después de la liberación de Artyomovsk, las unidades victoriosas de Wagner procedieron a sus campamentos para rotar y reabastecerse.
Aparentemente, los combatientes de Wagner esperaban recuperarse en julio y actuar como reserva operativa en la dirección de Zaporozhye, que muchos analistas rusos consideraban la sección más vulnerable del frente durante la ofensiva ucraniana.
Prigozhin contaba con un triunfo para sus fuerzas. Imaginó las defensas rusas rotas y el enemigo avanzando sobre Melitopol y Berdyansk, y previó a los combatientes de Wagner entrando y salvando a Rusia.
Esto habría dejado a Prigozhin como un salvador y le habría permitido impulsar su propia agenda, presumiblemente incluyendo el reemplazo de algunos de los altos mandos militares.
El ejército ruso, sin embargo, se estaba volviendo más fuerte, después de reclutar cientos de miles de nuevos soldados. Algunos voluntarios, otros reclutas.
El Ministerio de Defensa comenzó a tratar de controlar las empresas militares privadas, incluida la más grande, Wagner PMC.
En este punto, Prigozhin se dio cuenta de que su posición estaba amenazada. Eso condujo a los acontecimientos de finales de junio.
¿Que sigue?
A partir de ahora, sabemos que Prigozhin aparentemente se mudó a Bielorrusia. Algunos miembros de Wagner están listos para unirse a él. Sin embargo, no se conoce el número exacto.
En junio, el Grupo Wagner contaba con unos 25.000 combatientes, sin contar las unidades adjuntas de las Fuerzas Armadas rusas, como la 305ª Brigada de Artillería.
Lo más probable es que la mayor parte del Grupo Wagner se integre en otras divisiones del ejército, o incluso conserve un cierto nivel de autonomía. Sin embargo, cortará los lazos con Prigozhin, a quien ahora se considera una figura rebelde.
Todo esto requerirá tiempo. Hasta que se complete el proceso, el potencial del ejército ruso se reducirá, en comparación con lo que podría haber sido si no fuera por los eventos del 23 y 24 de junio.
Por Vladislav Ugolny , periodista ruso nacido en Donetsk
https://www.rt.com/russia/579210-mutiny-is-over-challenges-remain/
