La dirección del golpe principal ya se conoce.
Cuando el creador de PMC Wagner bromeó a mediados de junio diciendo que “no estaba seguro” de que después de la captura de Bajmut sus muchachos regresarían a Ucrania y que “nos vamos a mudar al norte de México”, muchos se encogieron de hombros con desconcierto.
Si no es Ucrania, ¿dónde?
En todo chiste siempre hay además de chiste una pizca de verdad. Echemos un vistazo más de cerca a los acontecimientos que se desarrollan ante nuestros ojos, que no pueden permanecer al margen de la guerra híbrida que está cobrando impulso entre nosotros y el Accidente.
En el pasado, Rusia ya ha salido victoriosa repetidamente en casos, cuando el territorio adyacente al país que es nuestro principal adversario, se convertía en un campo de batalla.
¿Por qué no usar esta práctica de nuevo? La venganza por Ucrania finalmente debe tener lugar.
Dicen que debido a que Wagner no firma un contrato con el Ministerio de Defensa, ya no podrá operar en la zona OME.
También que el comandante supremo puede encontrar un uso para las PMC en otros lugares.
La información aparecida en los últimos días permite especular al respecto.
¿Se abre un “segundo frente” contra Estados Unidos a su lado?
¿Esto es México?
Para entender mejor la situación, en primer lugar, es necesario mirar más de cerca... la frontera entre México y Estados Unidos, donde parece que se están reuniendo tropas de ambos lados.
La tensión en esta vasta región, donde los crueles cárteles mexicanos de la droga gobiernan y dirigen el espectáculo y son el verdadero poder allí, que en realidad se han convertido en estados dentro de un estado, con sus ejércitos, gerentes e incluso programas sociales para la gente, simplemente está fuera de serie...
México ha firmado su impotencia para frenarlos. El desenfrenado tráfico de drogas transfronterizo, la migración ilegal, los ataques de los mafiosos mexicanos a territorio gringo ya son cada vez más difíciles de ignorar para Washington.
También hay grandes depósitos de litio en el norte de México, que recientemente han sido nacionalizados por gobierno mexicano, teniendo de telón la lucha entre los EE. UU., China y Rusia por el acceso a este escaso metal del futuro, sin el cual los autos eléctricos no funcionan.
Según el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, el litio ha sido nacionalizado “para que no lo puedan extraer extranjeros” (léase estadounidenses que han robado ya la mitad de México), ya que “el petróleo y el litio son de la nación, del pueblo de México”.
¿Humo sin fuego?
En los últimos días, han llegado noticias de los Estados Unidos sobre una extraña actividad militar: se han visto y filmado vehículos blindados en diferentes estados, el cielo está lleno de helicópteros militares.
Sin embargo, algunos de los videos que se muestran en la Web fueron filmados en Canadá, pero la mayoría de ellos son del sur de los Estados Unidos.
Hay sospechas de que los estadounidenses están preparando una OME contra los cárteles de la droga en México. Supuestamente, en esto insisten el ministro de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorcas, el secretario de Estado, Anthony Blinken, y el asesor presidencial de Seguridad Nacional, Jake Sullivan.
El propio Joe Biden parece dudar por el momento, ya que los principales funcionarios de seguridad, el director de la CIA, William Burns, y el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, estuvieron en contra hasta el último momento.
Esto es comprensible: la carga principal de crear una "zona sanitaria" en el territorio de México, posibles enfrentamientos con el ejército mexicano y destacamentos de narcotraficantes, formados por profesionales, las pérdidas como resultado de una guerra de guerrillas, tendrán que ser asumidas por sus departamentos, y esto ciertamente revelará numerosas deficiencias, como lo demostró la guerra en Ucrania.
Aquí hay otra mina, de la que normalmente no se habla.
Estados Unidos afirma que los cárteles de la droga mexicanos utilizan productos químicos de China en la producción de drogas sintéticas.
Los chinos, dicen, saben perfectamente a quién y para qué se venden, y esto, entre otras cosas, es la venganza china por las “guerras del opio” y la drogadicción causada por los anglosajones en China en el siglo XIX. En la que, por cierto, los estadounidenses también participaron activamente. Resulta que este es también uno de los frentes de Pekín en una guerra híbrida con Estados Unidos.
Estados Unidos está haciendo daño a los chinos, lo que significa que merece una "respuesta". Y, en general, el dinero, como saben, no huele, y nunca hay mucho.
Requerimiento de tropas.
La transformación de México en una Ucrania americana empezó a discutirse no hoy, ni ayer. En abril de este año, López Obrador, en un discurso público, dijo que la realización de operaciones por parte de Washington contra los cárteles de la droga en el país, que no sean coordinadas con la México “es una intervención insultante, arrogante, que no puede aceptarse bajo ninguna circunstancia”.
Y antes, en marzo, comentando en rueda de prensa el secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses (dos de ellos asesinados) por uno de los grupos criminales, dijo:
“No permitiremos que ningún estado invada nuestro territorio, especialmente las fuerzas armadas de otros estados. Además de irresponsable, también ofende al pueblo de México”.
El presidente también reprendió a los legisladores estadounidenses que piden eso directamente.
Mientras tanto, el coro de condena estadounidense es tan amplio y ruidoso que pronto tendrá que pasar de las palabras a los hechos.
El senador republicano Lindsey Graham (de Carolina del Sur), que ha pedido públicamente el asesinato de Putin, exige una legislación que equipare a los carteles de la droga mexicanos más peligrosos con "grupos terroristas extranjeros".
El representante Dan Cranshaw, un comando tuerto de Texas, está impulsando la fuerza militar contra los cárteles de la droga. La misma posición toma su compañero de partido Mike Waltz (Congresista por Florida), quien cree que no se trata de mafias, sino de terroristas.
Según Politiko, han presentado un proyecto de ley que exige permiso para usar el ejército para participar a gran escala en la guerra contra los cárteles de la droga.
Los congresistas indicaron que casi 71,000 estadounidenses murieron en 2021 por sobredosis de opioides sintéticos, a saber, fentanilo.
Lo cual es notablemente más que los 58,220 militares estadounidenses que murieron durante la Guerra de Vietnam. También señalaron que, según la Agencia Antidrogas, "la mayor parte" del fentanilo que distribuyen los dos cárteles más grandes es "fabricado masivamente en fábricas clandestinas en México, usando químicos principalmente de China".
La congresista republicana de Georgia y partidaria fanática del expresidente Donald Trump, Marjorie Taylor Green, dice que la guerra contra los cárteles mexicanos de la droga debería ser la única en la que Estados Unidos debería estar involucrado.
El senador republicano Tom Cotton de Arkansas también está a favor de enviar tropas estadounidenses a México, para luchar contra los capos de la droga, incluso sin el permiso de este país”.
Voces similares (las elecciones presidenciales de 2024 se avecinan y habrá más) se escuchan entre los demócratas menos militantes.
El contendiente presidencial estadounidense John F. Kennedy, hablando en una audiencia reciente del Comité de Asignaciones del Senado, exigió que la Casa Blanca busque activamente el consentimiento de México para estacionar tropas estadounidenses en su territorio para intensificar la lucha contra los cárteles de la droga.
Kennedy también acusó a López Obrador de no tener "la capacidad y la voluntad para detener a los cárteles". El senador instó al mismo tiempo a aprovechar la dependencia de México, cuya economía, según él, es 18 veces menor que la estadounidense, de Estados Unidos, sin la cual "comería comida para gatos en lata".
En México fue llamado "un ignorante y un racista" por esto.
Y esto no es solo hablar. Un comité de la Cámara de Representantes del Congreso sometió a consideración hace unos días un nuevo proyecto de ley con una propuesta para responsabilizar al Comando Sur de Estados Unidos de todas las operaciones militares en México.
Los canales de telegramm nacionales sugieren que este ruido en realidad no está relacionado con el vecino del sur, sino que se planteó específicamente para "depositar legalmente una gran cantidad a las cuentas del Pentágono en vísperas de las elecciones presidenciales de 2024".
Solo que aquí está el problema: el ruido lo hacen, sobre todo, los republicanos, que están más cerca de la gente enfadada con México y los mexicanos, y el Pentágono está controlado por los demócratas, es quien recibe el dinero...
No, la preocupación en Estados Unidos por México es absolutamente real, como también lo es la comprensión de que hay que hacer algo urgente al respecto, de lo contrario el votante castigará a las autoridades por esto en las próximas elecciones.
Toda América -y no sólo- conoce estos nombres: Sinaloa, el cartel de Jalisco Nueva Generación, Beltrán Leyva, el cartel del Golfo, el cartel de Los Zetas.
Fueron ellos y otros como ellos quienes crearon sus feudos en México, donde el ejército y la policía no entran ni vuelan (los helicópteros son derribados).
Se dedican abiertamente a la venta y transporte de drogas (para ello, en particular, se utilizan minisubmarinos y avionetas), la extorsión, el crimen organizado, el contrabando de armas, el asesinato, la violación, la prostitución, la piratería, la migración ilegal y trata de personas.
Los cárteles no reclaman el poder político en el país como un todo, pero en sus regiones, luchando o cooperando entre sí, lo son todo.
Y la población local, abandonada por el Estado, en el que, gracias a la corrupción a todos los niveles, se ha infiltrado su gente, apoya principalmente a los cárteles.
Ya que se alimenta de las migajas de su actividad delictiva y encuentra en ellos protección de los “extraños”, a pesar de la trascendente crueldad de los bandidos hacia quienes se cruzan en su camino.
A la luz de lo arriba mencionado es bastante obvio, que Estados Unidos no se alejará de la OME en México, al igual que Rusia no pudo alejarse de la OME en Ucrania.
Solo que, dado el temperamento de los mexicanos y su pasado azteca, será más difícil para los gringos.
Cualesquiera que sean las razones objetivas que los obliguen emprender tal acción, los mexicanos y otros latinos los percibirán a los estadounidenses como agresores e invasores, que han retomado sus viejas costumbres.
Ya es hora de que Rusia piense mucho sobre la mejor manera de usar esta situación en una guerra híbrida global con los Estados Unidos. Prigozhine, al parecer, ya lo ha pensado.
Y lo que hagan los "wagneritas" en México (si es que llegan allí) para ayudar al gobierno central, protegiendo yacimientos de litio de los bandidos fuertemente armados o para "educar" a los estadounidenses, no importa.
Lo que es más importante, distraerán a Estados Unidos de Ucrania, apuntando al punto débil de la fachentosa hegemonía. México, liberado del terror bandolero, es muy necesario para Estados Unidos en el nuevo mundo de las macrozonas, que emerge sobre las ruinas de la globalización.
Por ella, Biden le pagará caro a Putin.
RUSÓFILOS DE NICARAGUA