Teresa Villatoro, con su hijo Santiago Raudales.
Siempre he pensado ( y también lo he escrito) que Teresa Villatoro debe de ser oficialmente Heroína nacional de nuestro país, digo " oficialmente" porque ella ya lo es para los que hemos exaltado su papel en la lucha sandinista contra el yanqui invasor.
Su participación en el EDSN arranca desde el día que conoció a Sandino en San Albino y aunque entonces no era una revolucionaria profesional sino una humilde comerciante, por amor y luego por convicción llegó a ser tan importante dentro de las filas del EDSN como los internacionalistas que lucharon al lado de nuestro General.
La carta del guerrillero sandinista internacionalista Pavletich lo deja muy claro, al igual que decenas de otros documentos de la época e investigaciones posteriores.
El machismo, los prejuicios (que Pavletich directamente menciona su fuente: los liberales infiltrados que al final entregarían a Sandino) y el desprecio de los historiadores y políticos hacia esta mujer valiente, fiel e inigualable, han hecho su trabajo: Relegarla al olvido o a una posición marginal.
Pero seguiremos luchando hasta verla en el sitial que le corresponde como relevante representación de la mujer nicaragüense y centroamericana en la lucha por la emancipación de nuestros pueblos.
Edelberto Matus
CARTA DE ESTEBAN PAVLETICH A GREGORIO SELSER (pág. 2)
Existen -caro colega Selser- un olvido y una injusticia que reparar en toda la literatura escrita sobre Sandino, inclusive en su magnífico libro, lo que es explicable, ya que el propio caudillo se refirió rara vez a ella en sus escritos, por razones obvias.
Es la injusticia y el olvido que se cometen con Teresa Villatoro (Teresa Toro fue la esposa de Bolívar, lo que no deja de ser curiosa coincidencia), hembra bravía, salvadoreña ella, que permaneció al lado de Sandino como compañera suya en la etapa más encarnizada, y más sacrificada de su lucha.
Ya Sandino había desposado a Blanca Aráuz, pero esta siguió residiendo en San Rafael del Norte. En cambio Teresa fue la compañera del vívac, de la emboscada, de la vida a salto de mata, del riesgo diario, de la tensión de cada día y de todos los días.
Teresa Villatoro era la infatigable animadora de las mujeres de los campamentos; la que debía cuidar de la alimentación del mismo Sandino y de su escolta; la que a lomo de mula -si esto era posible- o a pie, siempre al lado de su hombre, tenía que ascender montañas, vadear ríos, realizar fatigosas caminatas, soportar implacables bombardeos aéreos y cuidar de los enfermos, todo con un coraje, una lealtad y una energía admirables.-
Desde la iniciación de la gesta de Sandino, hasta su viaje a México y reclusión en Mérida, Teresa Villatoro no abandonó a Sandino.
Después de esta etapa, no he vuelto a saber más de ella. Pero Sandino llevaba en el índice un anillo de oro con una extraña incrustación: un huesesillo. Provenía éste de la frente de Teresa, malamente herida por la esquirla de una bomba, en uno de los ataques aéreos de los invasores yanquis a un campamento sandinista.
Junto o antes que Martí, Estrada, Colindres, Altamirano, Quesada, Salgado, Irías, etc, etc., es deber recordar a esta mujer singular, dura, abnegada, perseverante, mujer del pueblo, combatiente anónima.
El hijo de ella, Santiaguito, era mascota del campamento principal y una suerte de hijo adoptivo de Sandino.-
En la página 202 de “El Verdadero Sandino”, firmado por el asesino Somoza, existe una rara referencia a Teresa Villatoro, en carta de Sandino al coronel Abraham Rivera.
En la etapa de los esoterismos más agudos del joven general y cuando los Zepeda, los Salvatierra y compañía, junto con su política amañada y oligárquica, introducían el contrabando de sus hipócritas prejuicios.-
Ignoro si mi libro aparecerá antes o después de la IV edición del suyo.- De cualquier modo, tome de mis cartas los datos que desee e indíqueme aquellos otros que pueda facilitarle. “De Sandino a Fidel Castro” puede disponer sólo de muy poco de mi tiempo, ya que la vida tiene urgencias imperativas e impostergables que precisan ser llenadas con prioridad.
“Libertad”, órgano del Partido Social Progresista, desapareció juntamente con el tal partido, que tuvo mucho porvenir pero periclitó por mala orientación.- Espero ponerme en contacto con algunos amigos míos de otros órganos para ver de colocar sus crónicas.
Aquí los grandes diarios llenan sus páginas editoriales con espontáneos, ganosos de exhibir sus nombres. La retribución al escritor y al periodista es mezquina, indignante. “El Comercio” me pidió alguna vez un cuento… y me pagó cién soles!!!
Le envío un recorte de “Correo”, diario nuevo, millonario, pero que carece de servicio de noticias internacionales y de artículos que no sean atractivos para gentes frívolas, tipo “magazine” y al estilo de algunos semanarios franceses. La entrevista está mutilada y plagada de errores. Se la envío por lo que alude a Sandino.
Por ahora, lo escrito, y un cordial abrazo de
ESTEBAN PAVLETICH
5 de agosto, 1963
Universidad Autónoma de la Ciudad de México
CAMeNA /Archivo Gregorio y Marta Selser
Tomado del FB Julio Briceño Davila