VATICANO: El más siniestro puntal imperialista

VATICANO: El más siniestro puntal imperialista

Torturas y ejecuciones en la hoguera, realizadas por la Inquisición en la Nueva España ( México )


En 1520, Hernán Cortés promulgó ordenanzas contra blasfemos y ordenó la persecución de los herejes en los territorios que ahora conforman México.

Nuño Beltrán de Guzmán llegó a ocupar la Presidencia de la Audiencia de México en 1529; desde su arribo se distinguió como un empedernido esclavista aprovechando su puesto para obtener riquezas en el menor tiempo posible.


Su obsesión por imitar a Hernán Cortés, a quien demostraba abierta aversión y su afán por superarlo en poderío y patrimonio, convirtieron a Nuño Beltrán de Guzmán en el prototipo del cruel y codicioso invasor español; obligando a Tangáxoan Gran Señor de los Purépechas en Michoacán a trasladarse a México manteniéndolo cautivo exigiendo la mayor cantidad posible de oro y plata para su rescate.

Una vez obtenido dicho pago aportado por los súbditos de Tangáxoan ( llamado Caltzontsin en idioma náhuatl por los mexica para referirse a los soberanos de Michoacán ). 

Nuño Beltrán de Guzmán inició un proceso contra Tangáxoan Caltzontsin por una denuncia que le hizo Francisco de Villegas acusándolo a él y a su hermano alegando que ambos impedían la tributación de Michoacán; lo anterior bastó para sacar a Tangáxoan Caltzontsin de su prisión y someterlo a tormento para que declarase su fabricada culpabilidad.

Las torturas a las que fue injustamente sometido Tangáxoan Caltzontsin Señor de los Tarascos constaron de varias etapas; una vez desvestido fue atado de brazos y piernas en una especie de escalera y a continuación instarlo a que confesara la verdad sobre lo que era denunciado, Tangáxoan Caltzontsin expresó que no era culpable, así que se le aplicó el garrote que era un torniquete en los músculos de brazos y piernas, retorciendo paulatinamente el cordel en las partes carnosas del3 cuerpo casi hasta trozar los músculos…

Tangáxoan Caltzontsin soportó dos aplicaciones en el brazo derecho, sin embargo, el intenso dolor causado por el tormento lo obligó a confesar un delito del cual no era culpable en realidad.

A Tangáxoan Caltzontsin Señor de los Purépechas conocido como Don Francisco por haber recibido el bautizo tiempo atrás se le sentenció a morir; la crueldad de los invasores españoles carecía de límites, así que primero fue envuelto en un petate ( tapetillo de palma entretejida que se usa en las zonas cálidas de México para dormir sobre el ); ya dentro del petate se le ató de los pies a un caballo para ser arrastrado, luego moribundo se le amarró a un madero rodeado de maleza para ser quemado, sin embargo, como Tangáxoan Caltzsontsin Don Francisco había sido bautizado anteriormente se le dio la oportunidad de ser ahorcado para ser quemado después de fallecer…las cenizas de su cuerpo fueron arrojadas al río Chiconahue evitando así que sus familiares y súbditos las conservaran para ser reverenciadas.

Poco antes de morir, se sabe que Tangáxoan Caltzsontzin Don Francisco mandó llamar a un joven tarasco al que le pidió que dijera a su gente que viesen el pago que se le daba a él por haber entregado de paz su señorío y por haberles entregado sus tesoros a los españoles.

Y que luego que muriese tomasen sus polvos y los llevasen con sus antepasados…este último deseo no le fue cumplido ya que fueron arrastradas por el caudal del río.

Alfonso Manrique, Inquisidor General de España en el año 1535 nombró Inquisidor al fraile Juan de Zumárraga, primer Obispo de la Nueva España ( actualmente México ), dicho clérigo condenó a ser quemado en la hoguera a un nieto de Netzahualcóyotl tras acusarlo de realizar ofrendas a sus dioses.

De 1536 a 1543, Fray Juan de Zumárraga ya siendo obispo de México organizó un poderoso tribunal que sentenció a más de ciento cincuenta personas acusadas de idolatría, superstición, blasfemia, brujería o judaísmo; inclusive condenó a la hoguera a Ometochtsin Yoyontzin, Señor de Texcoco conocido por Don Juan tras ser bautizado, nieto del sabio poeta Netzahualcóyotl e hijo de Netzahualpilli.

Tiempo atrás, Don Carlos Ometochtsin había aprendido a hablar y escribir en el idioma castellano, recibido el bautizo y adoctrinado en los dogmas católicos, sin embargo, sus oponentes que ambicionaban el cacicazgo de Texcoco lo acusaron ante los españoles de que él en realidad no se había convertido de corazón al catolicismo e intentaba renovar el culto religioso de sus antepasados, añorando las antiguas costumbres y la libertad; así que en 1539 fue acusado de idolatría por lo que Fray Juan de Zumárraga lo condenó a morir quemado en la hoguera…la crónica indígena describió los siguiente:

“ Fue quemado Ometchotsin Yoyontzin Don Carlos, Tlatoani Soberano de Tetzcuco – Aculhuacán por orden de Juan de Zumárraga Obispo de México. ”

Don Carlos Ometochtzin Yoyontzin Señor de Texcoco, antes de morir declaró:

“ ¿ Quiénes son estos que nos deshacen, e perturban, e viven sobre nosotros, e los tenemos a cuestas y nos sojuzgan ? ”

“ Pues aquí estoy yo, y allá estaban el Señor de México, y el Señor de Tacuba, y el Señor de Tula, que todos somos iguales y conformes y no se ha de igualar nadie con nosotros: que ésta es nuestra tierra, y nuestra hacienda y nuestra alhaja, y nuestra posesión, y el Señorío es nuestro y a nos pertenece, y quien viene aquí a sojuzgarnos, que no son nuestros parientes ni de nuestra sangre y se nos igualan, pues aquí estamos y no ha de haber quién haga burla de nosotros…”

La fanática intolerancia y atrocidad de la Inquisición Católica también cobró víctimas en los descendientes de los esclavos africanos traídos a América, así como en los mestizos llamados mulatos.
Corría el año de 1547, cuando Tello de Sandoval el visitador de la Nueva España ( actualmente México ) escribió al monarca Felipe 2º:

“ He avisado a Vuestra Alteza la necesidad que hay en esta tierra del Santo Oficio de la Inquisición y así ha parecido por experiencia.”

En aquella época muchas personas se inquietaban por el creciente comercio de libros prohibidos y la infiltración de elementos heréticos, esto permitió al cronista español Fernández de Oviedo, escribir: “ Agora peor está esta tierra que el Arca de Noé. ”; esto le pareció conveniente al rey Felipe 2º para complementar su plan unificador en América fundando tribunales del Santo Oficio en Lima ( Perú ), Nueva España ( México ), las Antillas, Panamá, Cartagena, Bogotá, Venezuela, Popayán y Santa Marta.
Los Reyes Católicos Fernando de Aragón e Isabel de Castilla instauraron la Inquisición en los reinos cristianos de la Península Ibérica en el siglo 15. La creciente violencia antijudía tomó auge durante los tiempos de dichos monarcas.

En sus sermones el fraile Tomás de Torquemada apoyó las protestas de los cristianos viejos y comenzó a predicar acerca de la conveniencia de crear una Inquisición.

La Inquisición Española fue implantada para consolidar la unidad religiosa católica en los antiguos reinos y en los territorios invadidos por España en América; fue hasta 1834 cuando la Inquisición fue abolida en toda España.

Bastaba un rumor para incriminar a las personas acusándolas de herejía, brujería y blasfemia, por lo tanto, eran obligadas a confesar mediante la tortura.

También existían detenidos acusados de realizar pactos satánicos, practicar alquimia, la homosexualidad y el paganismo. Después de obligarlos a confesar los supuestos delitos tras días y meses de tormentos, se llevaba a cabo el auto de fe que consistía en un acto público organizado por la Inquisición, durante el cual, los condenados abjuraban de sus pecados, esto significaba el reconocimiento de los errores heréticos cometidos incluyendo el arrepentimiento esto constituía su reconciliación e integración al seno de la Iglesia Católica, entonces el castigo podía consistir en el destierro, la flagelación, remar en los barcos de velas ( galeras ) o la prisión. Los reincidentes que confesaban su herejía aún después de arrepentirse eran quemados en la hoguera tras ser ahorcados en el garrote vil; los que no se arrepentían eran quemados vivos en la hoguera.

(Manuel Peñafiel, fotógrafo, escritor y documentalista mexicano.

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