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El Mossad de Israel está recurriendo cada vez más a las redes sociales para reclutar agentes para recopilar información sobre Siria, un centro crucial en el Eje de la Resistencia.
La guerra que se libra entre Israel e Irán no es tan discreta como parece. Está ocurriendo en un frente amplio que no solo incluye a Irán, sino también a Turquía, el Kurdistán iraquí y otros estados regionales.
Sin embargo, Siria sigue siendo el principal campo de batalla en esta guerra, dado que representa la arteria geográfica vital entre Irán y la resistencia libanesa de Hezbolá, a través de la cual fluyen armas, alimentos, combustible y otras mercancías.
Tel Aviv bombardea rutinariamente los aeropuertos de Damasco y Alepo cuando supuestamente llegan o salen aviones iraníes que transportan a miembros del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI).
Israel también afirma apuntar a los envíos de misiles en ruta hacia la resistencia en el Líbano, pero según sus reglas no oficiales de compromiso, evitan causar bajas en la resistencia.
Esto cumple con la línea roja trazada por el secretario general de Hezbolá, Hassan Nasrallah, quien ha prometido tomar represalias en especie si los miembros de Hezbolá son asesinados.
Como resultado, el modus operandi actual de Israel es lanzar misiles de advertencia cerca de los camiones que transportan armas, bombardeándolos solo después de que los conductores abandonan sus vehículos.
Operarios en línea
Los actos de agresión no acaban ahí: otra oscura guerra de espionaje y contraespionaje zumba constantemente de fondo. La prevalencia de las redes de espionaje israelíes que operan en Siria ciertamente no es un desarrollo reciente.
Recordemos a Eli Cohen , el agente del Mossad que penetró en los altos círculos sirios en la década de 1960, por lo que fue capturado y colgado con bombos y platillos en una plaza pública de Damasco.
Hoy, sin embargo, el uso de las redes sociales ha hecho que el reclutamiento sea mucho más fácil y más difícil de detectar para los estados.
Israel emplea las redes sociales para penetrar de forma encubierta en el Líbano y Siria con el fin de reclutar espías e informantes, con especial énfasis en infiltrarse en el Ejército Árabe Sirio (SAA).
La operación de seguridad israelí más reciente que se frustró fue el reclutamiento de un médico sirio radicado en Suecia y sus dos hermanos, ambos oficiales del ejército sirio, para trabajar para la agencia de inteligencia israelí Mossad.
Uno de los dos hermanos, que tenía el rango de general de brigada, trabajaba en el Departamento de Topografía y Agrimensura de la SAA y fue asignado para proporcionar al Mossad mapas de la ciudad de Damasco y sus alrededores, incluidos detalles de carreteras, autopistas y puentes.
Esta operación de espionaje en particular fue descubierta por los servicios de seguridad libaneses, quienes lograron seguir las cuentas en línea supuestamente utilizadas por los oficiales del Mossad para reclutar agentes arrestados previamente.
Las investigaciones revelaron una conexión entre estas cuentas y una persona cercana al Aeropuerto Internacional de Beirut, utilizando números de teléfono sirios y suecos entre 2020 y 2022.
Tras la investigación, se descubrió que estos números pertenecían al médico sirio Moeen Youssef, que reside en Suecia y había viajado previamente a Siria a través del Líbano.
Dirige el departamento de nefrología en un hospital de Estocolmo por un salario mensual de $7,300.
Los servicios de seguridad arrestaron a Youssef en el Aeropuerto Internacional de Beirut el pasado mes de agosto bajo la acusación de trabajar para el Mossad.
Durante su interrogatorio, informó a los investigadores que una persona llamada “Christopher” lo contactó por correo electrónico en 2018, alegando que trabajaba para empresas ambientales y de purificación de agua, y se ofreció a ayudarlo a implementar un proyecto gratuito de purificación de agua en Siria.
Después de comunicarse directamente por teléfono, se encontraron aproximadamente un mes después en el Hotel Sheraton de Estocolmo, supuestamente para discutir el proyecto de agua. En ese momento, el médico recomendó que “Christopher” trabajara con sus dos hermanos dentro de Siria, Louay y Mazen.
Preparado por el Mossad
Louay es un coronel retirado del ejército sirio y Mazen era el general de brigada que prestaba servicios en el Departamento de Ingeniería Topográfica y se jubiló a principios de este año. La esposa de su hermano, una ingeniera civil que trabaja en el municipio de Damasco, parece haber sido también parte del proyecto.
Durante dos años, los israelíes trabajaron para ganarse la confianza del médico sirio, antes de revelar su identidad. Durante este lapso, se mantuvieron varias reuniones con él en Suecia, Suiza, Italia y República Checa. La “empresa” incluso cubrió sus gastos de viaje para estos encuentros.
En la última reunión en Suiza, en agosto de 2020, se le pidió a Youssef que obtuviera un mapa que revelara la distribución de la red de agua de Siria en la totalidad de su territorio.
Le pagaron 2.500 euros para comprar un teléfono celular con chip sueco y una computadora portátil con software de encriptación para enviar mapas/documentos, alquilar una oficina en Siria dirigida por su hermano y comprar un boleto a Beirut vía Roma.
También le dijeron a Youssef que activara la aplicación WhatsApp en la línea móvil sueca para comunicarse con su hermano Mazen, y lo entrenaron para que tomara precauciones de seguridad para protegerlos a ambos, con el pretexto de que su hermano no estaría expuesto porque sería el destinatario de documentos confidenciales.
Durante el interrogatorio, Youssef confesó que en ese momento se dio cuenta de que se estaba comunicando con un oficial del Mossad israelí.
A su regreso a Siria, informó a su padre y a sus dos hermanos, Louay y Mazen, de sus sospechas. Añadió: “Tuvo lugar una discusión entre nosotros y decidimos seguir comunicándonos con él”.
Incluso el ejército se ha visto comprometido.
Youssef admitió que transfirió sumas de dinero por etapas a sus dos hermanos y su padre, además de modestos obsequios, y también le prometieron financiación para una fábrica de cemento propiedad de su padre.
Tras su arresto en Beirut, la inteligencia siria arrestó a cuatro oficiales del ejército sirio y a un gran número de soldados sospechosos de tener vínculos con el enemigo israelí.
El padre de Yousef, Omar, apareció en un video grabado donde repudió la “acusación atroz”. Después de todo. tratar con el enemigo israelí es un delito de alta traición en Siria, punible con la muerte.
Fuentes de seguridad libanesas informaron a The Cradle que el aparato de seguridad de Hezbollah brindó asistencia logística a la inteligencia siria en la persecución de estos agentes locales.
Los sitios web en hebreo publicaron noticias sobre los arrestos posteriores, nombraron a oficiales de la fuerza aérea y unidades militares de la SAA en Tartus y afirmaron que miembros de Hezbolá interrogaron a los detenidos.
Métodos modernos de reclutamiento.
Las investigaciones realizadas por los servicios de seguridad libaneses han revelado un nuevo método de operación para el Mossad.
Anteriormente, los espías eran reclutados mediante el engaño de las mujeres –“trampas de miel”, como se conoce popularmente a la práctica– o mediante la extorsión, tras obtener información personal sobre objetivos locales.
Hoy, el Mossad lanza una red más amplia y menos perspicaz: la mayoría de los reclutamientos recientes se han realizado a través de plataformas de redes sociales, donde el dinero actúa como el principal incentivo para una gran cantidad de colaboradores que viven en países con dificultades financieras.
Este método indiscriminado también expone la inteligencia israelí a las agencias de inteligencia de los estados seleccionados más fácilmente, ya que los reclutas podrían actuar fácilmente como agentes dobles para esos mismos incentivos.
Un caso peculiar de un intento de reclutar a un funcionario de Hezbolá fue a través de un empleado del servicio de entrega.
Una mujer llamó a un negocio de entrega y ofreció $100 para que su empleado comprara un libro en una librería de Beirut y lo entregara en mano en una dirección en Bir al-Abed, un área mayoritariamente pro-Hezbolá en los suburbios del sur de la ciudad.
La mujer le pidió al repartidor que colocara dentro del libro una carta que ella envió por correo electrónico que incluía la frase “contáctenos”, con un número de teléfono y un correo electrónico relacionado con el Mossad. También le pidió que fotografiara el edificio para asegurarse de que fuera la dirección correcta.
Resultó que la persona prevista no estaba en casa, por lo que el mensajero entregó el libro a su esposa. Después de revisar las imágenes de vigilancia, el Servicio de Seguridad General libanés arrestó al joven, quien confirmó que la mujer que le pidió que le entregara el libro era rusa y que le había hablado en árabe estándar moderno.
Al momento de escribir este artículo, el mensajero aún está bajo arresto en espera de una mayor investigación.
https://thecradle.co/Article/Investigations/17251
