El gigante petrolero ruso Transneft, responsable del transporte de hidrocarburos, ha interrumpido las entregas de petróleo a través del oleoducto Druzhba que abastece a Hungría, Eslovaquia y la República Checa.
El oleoducto Druzhba atraviesa Ucrania y una transacción bancaria ha sido rechazada a causa de las sanciones económicas impuestas a Rusia.
Es un duro golpe para Hungría, Eslovaquia y la República Checa, tres países europeos que no tienen acceso al mar y se abastecen a través de un ramal del oleoducto Druzhba
Transneft, la empresa rusa encargada del transporte de hidrocarburos, ha indicado que las entregas de petróleo a través del oleoducto se interrumpieron tras el rechazo de una transacción bancaria a causa de las sanciones impuestas a Moscú.
En un comunicado, Transneft explica que su pago por el derecho de tránsito a través de Ucrania para el mes de agosto, realizado el 22 de julio, fue rechazado el 28 de julio debido a la entrada en vigor de determinadas sanciones contra Moscú.
Como consecuencia de ello, la empresa ucraniana UkrTransNafta “dejó de prestar servicios de transporte de petróleo a través del territorio ucraniano a partir del 4 de agosto”, dice Transneft.
Mientras que las entregas a Hungría, Eslovaquia y la República Checa se han interrumpido, las de Polonia y Alemania, a través de otra rama de Druzhba que transita por Bielorrusia, continúan con normalidad.
Las sanciones son un paripé de cara a la galería. A pesar de la ofensiva militar rusa en Ucrania, el petróleo y el gas rusos siguen fluyendo a través de Ucrania hacia la Unión Europea, varios de cuyos miembros dependen en gran medida de los hidrocarburos de Moscú.
Por ejemplo, Hungría depende del petróleo barato ruso para el 65 por cien de su consumo.
Bruselas concedió ciertas exenciones a algunos Estados miembros.
Las importaciones a través del oleoducto de Druzhba fueron de las que quedaron exentas inicialmente.
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