La revuelta de 50 mil camioneros propietarios en Canadá –miembro de la OTAN, del Comando Norte/NORAD y del geoeconómico T-MEC– tiene ya fuerte impacto en su frontera con Estados Unidos.
Se escenifica una feroz colisión entre, por un lado, el connotado comentarista de Fox News, Tucker Carlson (TC), el expresidente Donald Trump, el hoy hombre más rico del mundo, Elon Musk (https://bit.ly/34jcNIX), y el primer ministro de Hungría, Viktor Orban y, por otro lado, los epígonos del megaespeculador israelí-húngaro-anglo-estadunidense George Soros.
Trump sentenció que apoya “en toda la ruta (sic) a los grandes camioneros canadienses (Daily Mail, 30/1/22)”, mientras el primer Justin Trudeau, de 50 años, abandonó la capital Ottawa con su familia a un lugar desconocido bajo el pretexto de haber contraído covid-19.
En el “convoy de la libertad” brilló el eslogan “Hacer a Canadá grande de nuevo”. En contrapunto al wokenismo, que le ha valido a Canadá su apodo de wokestán, surgió lo inesperado: un “convoy de la libertad” de 50 mil camioneros que protestan contra las medidas restrictivas del Covid-19, las cuales han sitiado a Ottawa y a su Parlamento, además de poner en jaque al premier Trudeau en Canadá: paradójicamente, país pacifista “doméstico” y simultáneamente bélico foráneo como miembro de la OTAN, donde azuza y atiza la confrontación en Ucrania contra Rusia.
El fondo financiero creado para subvencionar a los contestatarios camioneros, GoFundMe, ha alcanzado 10 millones de dólares (https://bit.ly/35FOtRW), cuyo origen procede en su mayoría de agrupaciones trumpianas de Estados Unidos que los financian generosamente.
Elon Musk apoyó sin tapujos a los camioneros que formaron un impactante convoy de 3 mil 218 kilómetros desde Vancouver (British Columbia), en la costa del Pacífico, hasta la capital Ottawa (Ontario). Musk sentenció por tuit que “los camioneros canadienses gobiernan”, mientras el atribulado primer Justin Trudeau los despreció como “racistas” y de “minoría marginal” (https://bit.ly/3GtHqbC).
La asombrosa revuelta alcanzó al primer ministro de Hungría, Viktor Orban, y hasta a Rusia, cuando el conductor estelar de Fox News, TC, desnudó el “control secreto” (sic) de George Soros sobre Hungría y sus multimedia globalistas (https://fxn.ws/3AXqUjh).
TC fustigó a Soros de socavar y ser el enemigo de la “civilización occidental” cuando entrevistó al primer húngaro Viktor Orban –que, por cierto, se acaba de reunir con el zar Vlady Putin en el Kremlin para desactivar el contencioso de Ucrania–, quien exhibió las tendencias globalistas de Soros, personaje que “condensa el símbolo de todo aquello que odian los húngaros”. La mendaz estatal CBC difundió en forma bizarra y sin nula evidencia la peregrina “teoría de conspiración” con “actores rusos” (sic) que se encuentran detrás de la revuelta (Daily Mail, 2/2/22). No comment!
Los ardientes camioneros en pleno invierno son propietarios de sus camiones y ya desde el 15 de enero habían sido conminados a ser vacunados para poder atravesar la frontera de la provincia de Alberta, Canadá, con Estados Unidos.
La situación política se le ha complicado a Trudeau cuando el opositor Partido Conservador le exhorta a encontrar una “solución política” e iniciar el diálogo.
La postura del Partido Conservador arrojó debajo del autobús a su pusilánime líder Erin O’Toole, quien fue sustituido por la más aguerrida parlamentaria Candice Bergen (CB, https://tgam.ca/3GqXxXt). CB exultó en la Cámara de los Comunes que los contestatarios camioneros son “apasionados, patriotas y pacíficos”, (sic) por lo que “merecen ser escuchados y merecen respeto”. CB urgió a Trudeau, cercano a Soros, a reunirse con los camioneros, ya que era su responsabilidad “aportar alguna solución”.
El premier atribulado Trudeau no sabe arreglar un relativo asunto menor en Canadá –que se le salió de las manos y nunca debió haber llegado a la situación presente–, y ahora busca participar en forma absurda con la OTAN y el megaespeculador globalista George Soros en una guerra nuclear contra Rusia (https://bit.ly/3opDUJt).