Pablo Gonzalez

Personas Ilustres de Nicaragua: Alfonso Cortés- 9 Dic 1893 - 3 Feb 1969


Muchos me han dicho: -El viento, el mar, la lluvia, el grito
de los pastores... Otros: -La hembra humana y el cielo;
otros: -La errante sombra y el invisible velo
de la Verdad, y aquellos: -La fantasía, el mito.

(Del poema Yo).


Alfonso Cortés Bendaña nació el 9 de diciembre de 1893 en León, Nicaragua, hijo de Salvador Cortés Fonseca y Mercedes Bendaña Mendieta, al igual que el poeta Rubén Darío, aprendió a leer a la edad de 3 años y a los 7 años escribió sus primeros versos, y el primer poema que escribió fue “El disco de oro”.

Alfonso de manera autodidacta estudió lenguas y contra la voluntad de sus padres abandonó los estudios para dedicarse al periodismo, empezando a trabajar en el diario “Eco Nacional” de la ciudad de León, también aprendió los idiomas inglés, francés, portugués e italiano, detalla el historiador, Carlos Tünnerman en el documental Mi Vida, Mi Historia: Alfonso Cortés, El poeta loco.

En 1912 su familia alquila la casa del poeta Rubén Darío, quien estaba en España, tiempo después trabajó como redactor del diario El Excélsior y en 1914 empezó a trabajar de maestro en las escuelas públicas de León.

En noviembre de 1921 se va rumbo a México al primer congreso de periodistas hispanoamericanos, pero antes, hace escala en Guatemala y participa en el concurso Juegos Florales de Quezaltenango ganando el primer lugar con su poema “La odisea del istmo”.

Cortés tuvo de influencia a los poetas: Stéphane Mallarmé y Rubén Darío.

En 1922 regresa a Nicaragua y recopila la obra de Rubén Darío para Francisca Sánchez del Pozo, pareja del vate, quien llegó desde España a la ciudad de León para recoger los últimos papeles de la herencia de su hijo, Rubén Darío Sánchez Güicho, Cortés la recibió, le ayudó en ese trabajo y ella en agradecimiento le donó el inmueble.

En 1925 sufre un golpe terrible, su mamá Mercedes Bendaña muere a causa de una grave enfermedad, algo que lo afectó emocionalmente.

En la noche del 18 de febrero de 1927, se levantó asustado, se dirigió donde su papá Salvador, es llevado al psiquiatra siendo diagnosticado con esquizofrenia, Alfonso no volvió a ser el mismo, “Una noche de mediados de febrero de 1927, después de varios días de libaciones se levantó a media noche y le dijo a mi papá: “papá no sé  lo que me pasa, pero me siento como que no soy yo, me parece que soy el Papa o el Anti-Papa. 

Se me vienen unas ideas horribles, no puedo dormir”, relata su hermana María Luisa Cortés en su libro Biografía de Alfonso Cortés (1975).

Alfonso tenía algunos periodos de lucidez pero él continuaba totalmente perdido, a veces tenía episodios de furia y la familia tomó la decisión de encadenarlo; en una ocasión, furioso por estar así, agarró los barrotes de la ventana y los dobló.

Alfonso aun en ese estado, siguió escribiendo, y el primer poema fue “La canción del espacio” parte del poema decía: ¡La distancia que hay de aquí a una estrella que nunca ha existido porque Dios no ha alcanzado a pellizcar tan lejos la piel de la noche!

Su familia tomó sus escritos y publicaron sus obras, entre ellas: Poesías en 1931 y Tardes de oro en 1934, año en que muere su padre Salvador Cortés y en 1935 publican Poemas eleusinos.

Para que siguiera con su tratamiento, en 1944 es internado en el hospital psiquiátrico de Managua, en el cuarto donde lo instalaron tenía una guitarra, una mecedora y papeles donde él escribía su poesía, siempre con la misma calidad, uno de ellos es “Un detalle”, donde relata lo que ve desde su encierro.

José Coronel Urtecho quedó encantado con el poema “Un detalle”, diciendo que es el mejor poema escrito en español, pero también alegó que el título no era el adecuado, y lo cambió por “Ventana”, Alfonso al darse cuenta no quedó satisfecho, manteniendo siempre el título original.

En 1950 es llevado a Costa Rica e ingresó al asilo Chapuí pero al año siguiente es traído de regreso al hospital de enfermos mentales de Nicaragua.

En 1952 el poeta Ernesto Cardenal publicó la antología 30 poemas de Alfonso, y en ese mismo año se publicó Las siete antorchas del sol.

En 1964 se publicó Las rimas universales, con prólogo de Thomas Merton, al año siguiente los arrebatos de furia de Cortés terminaron, y después de pasar 21 años internado, el 10 de septiembre de 1965 su familia se lo lleva de regreso a León, días después lo visitó el joven poeta Julio Valle Castillo.

En 1967 se publicaron: Las puertas del pasatiempo y El poema cotidiano.

Con los años Cortés enfermó de cáncer y el 25 de septiembre de 1968 la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), le hizo un homenaje, el rector Carlos Tünnerman se presentó a su casa y le entregó en su lecho de enfermo, la máxima distinción académica el doctorado honoris causa, dio unas palabras de agradecimiento y recitó su poema Un detalle.

A pocos días de haber recibido su homenaje, Alfonso Cortés falleció el 3 de febrero de 1969, tenía 75 años, era el último de los tres grandes que decía adiós, fue sepultado en la Catedral de León.

En ese mismo año fallecieron: William March, Martín Andersen Nexo, Constancio Vigil, Vitaliano Brancatti, Eugenio D’ors, Oswald de Andrade, Stig Dagerman, Yitzhal Lamdan y James Hilton.

En 1971 se publicó en Costa Rica el libro Poemas.

En 1972 el cantautor nicaragüense Hernaldo Zúñiga compuso el tema “Ventanillas”, que fue su primera canción, inspirándose en el poema “Un detalle” de Alfonso Cortés, con ese tema Hernaldo participó en el XV Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar en febrero de 1974, logrando la admiración del público.

En 2009 el V Festival Internacional de Poesía de Granada, Nicaragua, fue realizado en homenaje a Alfonso.

Se opone la duda, el rigor de valorar sus dimensiones poéticas y la inconsciencia de situarlo más en la locura que en su propia vida. A Cortés, lo han querido detener restándolo de su universalidad para acuñar sobre el poeta metafísico anécdotas indecorosas. 

A juzgar por la incomprensión de cambiarle el nombre del gran poema “Un detalle” al simple común de “Ventana”, han pretendido imponer a un Cortés loco para enterrar su poesía en la incertidumbre y la pesadez del olvido, pero Cortés se mueve sin tropiezos desde el azul propio al azul de su voz poderosa, afirma el poeta y periodista Tito Leyva.

Su poesía más auténtica y original, que hoy conocemos como poesía Alfonsina, se eleva a cumbres insospechadas de complejidad metafísica, planteando su particular percepción del tiempo, el espacio, el ser, la creación, el sonido y otros temas a través de una capacidad sensorial hiperestésica, difícil de encontrar en otros poetas de América o del mundo. 

Por momentos sentí en mí el peso de sus conceptualizaciones, el vértigo del espacio, el ajedrez mental de su locura, afirma el cantautor y compositor nicaragüense Ofilio Picón, quien en 1992 musicalizó nueve poemas de Alfonso Cortés, que fueron parte de su álbum “Ventana”, lanzado en 1997.

Alfonso Cortés es considerado uno de los tres grandes junto a Salomón de la Selva y Azarías H. Pallais.

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