
En lo más crudo de la ofensiva final contra Somoza y su guardia asesina, en fuego cruzado, un devilucho muchacho sorprendió al mundo al recuperar la vieja pero poderosa tanqueta de la guardia en la zona de La Cartonera de León, ya en los albores de la victoria el 7 de julio de 1979.
Su nombre, Carlos Cuadra, un aguerrido combatiente del Frente Sandinista, que con su valentía demostró que el Frente Sandinista, es indestructible porque en sus filas hay hombres y mujeres bajo juramento de darlo todo, incluso la propia vida por la Revolución.
Carlos, hasta ayer un héroe viviente de la lucha libertaria de los nicaragüenses, dio la batalla a mercenarios del Condeca, que era la coalición de ejércitos de Centroamérica creada por Estados Unidos, para evitar que el Frente Sandinista, derrocara a Somoza Debayle.
Tras recuperar el medio de guerra también se encargó de manejarlo y darle a la guardia somocista una dosis de su propia medicina, mientras que el resto de los combatientes leoneses avanzaban para dar el golpe final al ejército de Somoza.
Esa misma tanqueta símbolo de la decisión del pueblo por sacudirse de la opresión y ser libres para siempre con el Frente Sandinista, fue bautizada con el nombre de la internacionalista española, Aracely Pérez Daría, que dejó todo por combatir al lado del pueblo nicaragüense y su vanguardia histórica en el Frente Occidental "Rigoberto López Pérez" y cuyo espíritu de lucha sigue presente en su legado y retomado ahora por la nueva generación de Sandinistas.
Al triunfo de la Revolución el 19 de julio de 1979, las tropas victoriosas del Frente Sandinista, entraron a Managua escoltados por la tanqueta "Aracely" la misma que Carlos Cuadra, le quitó a la guardia en sus propias narices.
Una vez que retornó la calma y superados los traumas de la guerra, por una decisión política, la histórica tanqueta “Aracelly”, permaneció en exhibición en el Parque Histórico de la Loma de Tiscapa, en Managua y fue en 1990 en el 31 Aniversario del triunfo de la Revolución, que fue trasladada nuevamente a León, la misma ciudad donde, Carlos Cuadra, escribió una de las más hermosas y valiente historia hepica de la lucha Sandinista.
El protagonista de esta hazaña guerrillera, se quedó enfilado en el Ejército Popular Sandinista, donde siguió dando ejemplos de lucha y valentía esta vez en la defensa de la Revolución.
Fue el primer jefe de los blindados del EPS y su heroísmo reconocido con el grado de mayor y numerosas medallas al valor que dignamente lució en su pecho, una vez que pasó a la vida civil.
El mayor Cuadra, a quien tuve el privilegio de conocer en la Brigada de Tanques general "Omar Torrijos" se mantuvo firme en su compromiso de lucha con el Frente y con Daniel, y Rosario, hasta que este viernes libró su última batalla y pasó a otro plano de vida.
Alberto Cano Esteban
Jinotepe 13 de noviembre 2021.