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Cuba: Linchadores de artistas, el coro desafinado


El hecho del linchamiento mediático y artístico vuelve a ser comidilla en los predios del mercado del mal , esta vez con llamados en las redes sociales a boicotear los conciertos del cantautor Silvio Rodríguez en España


Hace pocos días que circulan por las redes sociales llamados a boicotear conciertos del cantautor Silvio Rodríguez en España. Incluso ya hasta han publicado en iguales plataformas digitales el póster del concierto en Madrid, pero con chapucera manipulación gráfica donde se anuncia «cancelado», creando confusiones y anarquía visual desde que nos asomamos a dicho cartel promocional.

Pero más allá del derecho que tienen unos a expresarse en los canales que les sean de más agrado, el hecho del linchamiento mediático y artístico vuelve a ser comidilla en los predios del mercado del mal.

Si renunciáramos a los extremos antagónicos de esta ecuación social que significa Cuba para muchos de nosotros, notaríamos que el peso del arte como vehículo de división política es un objetivo muy bien definido, y nada casual.

No exagero cuando afirmo que eso ha sido constante asidero de un manual ya concebido y utilizado, donde el uso tendencioso de íconos de la cultura son elementos prioritarios en llamados a desestabilizar y generar estados de incertidumbre y angustia. Ejemplos hay (el cantante boricua Andy Montañez o el actor español Willy Toledo, entre muchos otros), y las campañas de chantaje y terror han hecho fuerte puja por extinguir voces amigas que han tenido el coraje de hablar positivamente de nuestro sistema de Salud, deportivo o de educación.

Pero esa red de miedos y rencores ha sido inclusiva y no solo ha cerrado contratos o extorsionado a artistas de otros países, sino que ha ido enfilando su mirada hacia lo interno del universo musical cubano, llegando a límites que rozan el absurdo: cada músico cubano que intente ponderar algún matiz positivo de nuestra sociedad o del Gobierno, será cazado hasta la eternidad.

Pero, ¿por qué hoy enfilan los cañones nuevamente contra uno de nuestros más plurales artistas? ¿Qué les duele más de Silvio, su obra cabal o que viva en Cuba?

En su elucubración fabulosa, solo aceptarían a un artista ventrílocuo que pensara, cantara y hablara por una nefasta legitimización de la Cuba que desean. Y el discurso de Silvio no les vale, a pesar de su criticidad artística y humana, y su propia visión del proceso revolucionario cubano. Subvaloran de facto su posición en la historia musical continental y mundial, y acuden al escarnio público o digital, ya que solo serán beneficiados o perdonados quienes vociferen y pidan intervenciones humanitarias y militares, quienes aún en detrimento del idioma español no logren hilvanar una oración coherente o vivan bajo los efectos nocivos de sustancias tóxicas.

 No importan su obra o talento, ni ser símbolos de una lucha emancipadora y real: solamente vale el decir lo que unos pocos dictan, cual emperador romano, decidiendo quién vive o no.

Coartar el derecho de nuestros artistas a la libre expresión desde la verdadera pluralidad y verdad es un arponazo a la vida, disfrazado de motivaciones genuinas. Visibilizar y tratar de brindar coherencia a quienes de manera lúdica repiten las desgastadas frases de siempre en detrimento del vínculo genuino del arte es circo barato. 

En esa línea han silenciado criterios del propio Silvio, de Roger Waters, de Danny Glover, de cientos de intelectuales firmantes de una carta que pide el fin del bloqueo, publicada en The New York Times y dirigida al presidente Biden. Solo les importa una mínima, inapropiada, sesgada y mediocre versión de Cuba. Y eso en la música se llama estar desafinado.

http://www.granma.cu/Musicando/2021-09-08/linchadores-de-artistas-el-coro-desafinado

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