“Recordemos que el aborto no debe de ser agenda electoral, porque la vida humana no se negocia”.
Con las referencias de estas palabras se ha pronunciado la recién inventada Comisión de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Managua el 13 de mayo de 2021, dicha organización religiosa está integrada al igual que la Conferencia Episcopal de Nicaragua por destacados obispos promotores del Fallido Intento de Golpe de Estado que quiso perpetrar la Derecha Nicaragüense en contra de nuestro gobierno electo democráticamente, utilizando técnicas psicológicas y mediáticas para confundir al pueblo en el año 2018.
Los obispos políticos vinculados con los movimientos feministas pro abortos de las señoras Sandra Ramos y Azalia Solís que con vozarrón y arrogancia pretendían imponerse en sus intervenciones en la mesa del Dialogo Nacional iniciada hace 3 años, un 16 de mayo de 2018, fueron mediadores y nunca reconocieron ni se pronunciaron sobre todos los actos de violencia en contra de ciudadanos a los que se les denigro públicamente, desnudo, marcado, pintado, violaciones, golpeados y en los peores casos asesinados, asedio contra los que no apoyaban la desestabilización del país, el colmo fue que nunca dijeron nada cuando a un miembro de la mesa del diálogo fue secuestrado, torturado y atentaron contra su humanidad, como es el caso del compañero Leonel Morales, como expresa mi apreciado amigo, Diputado Wilfredo Navarro, ahora dicen que el aborto no debe de ser agenda electoral, olvidando así su estrecha relación con las altanera y engreídas señoras abortistas, sin importar la vida de los nicaragüenses.
Tenemos el deber de no olvidar la noche oscura que se intentó perpetuar en el 2018, con las absurdas intenciones de tomar el poder político por la fuerza, en contra de la voluntad del pueblo, de las normas democráticas establecidas y de la Constitución Política de Nicaragua, apoyado y en algunos casos organizados por jerarcas de la iglesia católica que todos ya sabemos, pero hay que recordarles también a los obispos golpistas que Nicaragua es un estado social de derecho, que se rige con normas democráticas y legales como el código penal que establece sobre el aborto en su Arto.143, Que quien provoque aborto con el consentimiento de la mujer será sancionado con la pena de uno a tres años de prisión.
Si se trata de un profesional médico o sanitario, la pena principal simultáneamente contendrá la pena de inhabilitación especial de dos a cinco años para ejercer la medicina u oficio sanitario.
A la mujer que intencionalmente cause su propio aborto o consienta que otra persona se lo practique, se le impondrá pena de uno a dos años de prisión.
Finalmente, señores obispos, este proceso electoral debe de ser un ejercicio democrático que refleje los hábitos y costumbres cívicos de nuestra sociedad, un ejemplo para el mundo de una ciudadanía que ejerce con libertad su derecho y tiene los conocimientos para tomar las mejores decisiones expresando lo que siente, decide sobre el futuro de nuestro país, impulsando una cultura de paz, de no violencia, manifestando nuestra alegría con cordura, tolerancia y respeto para con el que difieren, el 7 de noviembre debemos todas las partes vernos y tratarnos como hermanos, que la iglesia nos proteja a todos los nicaragüenses sin distingos políticos y de ninguna clase, la Justicia y La Paz debe prevalecer.
De: Luis Andino Paiz