La oligarquía blancoide, la burguesía chapiolla y el imperialismo conspiran furiosamente para derrocar al gobierno legítimamente constituido de Daniel Ortega Saavedra por todos los medios a su alcance, decididos a poner fin al experimento revolucionario mas prolongado y exitoso que ha tenido Nicaragua en toda su historia.
Pero las premisas de la derecha apuntan en una sola dirección, solo aceptaran una victoria electoral en favor de ellos, nada mas, ni nada menos.
Sin encuestas serias que les confirmen esa falsa premisa, juran y rejuran hasta con los dedos de las patas, que la única forma que perderían seria que Ortega se robe las elecciones mediante el cacareado fraude electoral.
La primera banda en la que ya se han montado es la banda de las elecciones “cívicas, honestas, creíbles y transparentes” para lo cual hay alrededor de una docena de pre-candidatos presidenciales.
Por supuesto que los candidatos que prevalecerán serán los mas encopetados social y financieramente como la Christiana Chamorro o Arturo Cruz Sequeira.
Candidatos como el campesino Medardo Mairena, el candidato leones de intensa tez oscura, Felix Maradiaga, o el indígena engallotado con ínfulas de sangre azul, Miguel Mora Barberena, tienen pocas o ninguna posibilidades de ser ungidos por el embajador Kevin Sullivan para el puesto de candidato a la presidencia de la Republica.
Aun así todos y cada una de la casi una docena de candidatos siguen entusiasmados calentando motores para la contienda electoral del 7 de Noviembre, al tiempo que reclaman, lloran, gritan y exigen al presidente Ortega las reformas a la constitución que supuestamente el gobierno pacto con la OEA.
El plan del golpe contempla 2 modalidades dentro del contexto de la primera banda:
1- Ir a las elecciones, perderlas, y alegar fraude
2- Anunciar su intención de ir a las elecciones para luego retirarse pocos días de las mismas porque no tienen todas las garantías que le exigen a Ortega.
Ya el padre de uno de los precandidato, don Arturo Cruz Porras, se retiro semanas antes de las elecciones de 1984, cuando las encuestas evidenciaban una segura victoria de Ortega.
La administración Reagan le ordeno a Cruz Porras retirarse y este dócilmente lo hizo.
Casualmente yo venia en el mismo avión junto con Cruz Porras, procedente de Miami, aunque yo no lo sabia hasta que lo vi desembarcar del avión.
Afuera del entonces aeropuerto Las Mercedes, una batería de periodistas esperaban a Cruz y desde allí anuncio su “triunfal” retiro de la contienda, ordenada por el imperialismo.
Aunque dicen estarse preparando para las elecciones, la verdad es que a nivel de base en los barrios no se nota ninguna actividad que indique que se están preparando para la contienda electoral.
Toda su preparación se limita a comparecencias en CNN en Español, discursos en foros de ONGs estadounidenses o costarricenses como la Fundación Arias o “testimonios” ante subcomités concreciónales.
La Segunda banda del golpe de estado y para lo cual si se están preparando activamente los sectores mas recalcitrantes de la oposición golpista, es la fase terrorista propiamente dicha.
Eso explica porque la policía se aposta en las afueras de las casas de ciertos militantes opositores y les vigilan y controlan sus movimientos porque su misión es precisamente salir a organizar las celulares terroristas, no comandos electorales.
Seis meses antes del derrocamiento del coronel Muamar el Gadafi en Libia, la Agencia Central de Inteligencia, CIA de Estados Unidos, introdujo 5 mil mercenarios, altamente capacitados y entrenados para realizar actos terroristas contras objetivos gubernamentales. No, no eran rubios, altos, ojos azules como en las películas, eran libios y de otras naciones circunvecinas igualitos en su apariencia física a los libios.
La Agencia Central de Inteligencia, CIA, hizo exactamente lo mismo en Bolivia.
Seis meses antes del derrocamiento de Evo Morales, miles y miles de mercenarios terroristas se introdujeron clandestinamente en Bolivia para preparar el ambiente de terror en todo el país.
El golpe en Bolivia es un ejemplo clásico de como se hace exitosamente un golpe.
El golpe contra Evo tuvo éxito porque culminó en la caída y derrocamiento de Evo Morales, quien se vio forzado a huir por su vida y salir al exilio otorgado generosamente por México.
El plan Oligárquico burgués imperialista en Nicaragua es hacer exactamente lo que hicieron en Bolivia:
La oposición pierde las elecciones, la OEA salta gritando que hubo fraude, Estados Unidos no reconoce los resultados y declaran al gobierno de Daniel como ilegitimo y se desata el terror.
Para eso ya están infiltrando terroristas por puntos ciegos de la frontera, entrenados en Costa Rica por la misma CIA en bases militares estadounidenses. Y están tomando en cuenta que no tienen el respaldo ni de la policía nicaragüense ni del ejercito nacional.
Para eso ya se cuenta con un plan político militar, en forma orquestada y perfectamente sincronizada, piensan realizar acciones armadas contra las estaciones policiales en los 153 municipios, simultáneamente.
Dichos ataques policiales irían acompañados de levantamientos “populares” dirigidos por activistas locales de previo entrenados y capacitados para ello.
Pretenden un levantamiento generalizado en todo el país, como el que hizo el FSLN en 1979 contra Somoza, cuando el país entero se levanto en armas contra el dictador.
La neutralización de la policía en todo el país, acompañada de masivas manifestaciones callejeras y de ataques quirúrgicos a centros estratégicos del gobierno tales como TELCOR, los canales de TV oficiales, aeropuerto y los cuarteles de el estado mayor del ejercito y la Plaza El Sol, serán según ellos, lo que provocaría irremediablemente la caída del gobierno Sandinista.
El resultado seria, según el libreto de la CIA, la salida de Ortega del poder, la proclamación de un nuevo gobierno a la cabeza del cual estaría el candidato derrotado y al cual según ellos, Ortega le robo la elección, algo similar a lo que sucedió en Panamá a la caída del general Manuel Antonio Noriega en 1989.
Pero, los estrategas norteamericanos temen Ortega tenga entre manos una carta oculta que se sacará de la manga en el mes de Mayo.
Cual es esa carta que tiene oculta Ortega y a la cual los expertos norteamericanos temen?
La carta de Ortega es aplicarles a los golpistas nicaragüenses, la misma estrategia que les aplicó Luis Arce en Bolivia en las últimas elecciones Bolivianas que resultaron en la derrota total de los golpistas del país andino.
La carta de Luis Arce fue ir a elecciones con un Consejo Supremo Electoral totalmente controlado por la oposición, al tiempo que construía un poderosísimo movimiento popular que se convirtió en un Tsunami electoral frente al cual no pudieron los golpistas.
A lo que mas temen los norteamericanos y los oligarcas y burgueses golpistas nicaragüenses es que Ortega les de todo lo que piden. Que Ortega les conceda al pie de la letra, todas las reformas y todas las garantías que piden para ir a las elecciones.
En todos los procesos electorales anteriores, la Oposición nicaragüense no ha sido capaz de nombrar en su totalidad a todos sus vocales en las juntas receptoras de votos, especialmente en zonas alejadas de la capital, obligando al partido gobernante a darle prestados vocales a sus partidos adversarios solo para suplir el requisito. Ese mismo problema lo volverán a tener ahora, porque no se están preparando para ir a las elecciones sino para derrocar al gobierno.
La carta debajo de la manga del presidente Ortega, siguiendo el modelo boliviano de Luis Arce, le daría al comandante Sandinista la total legitimidad democrática que ni Estados Unidos (dueños del circo) ni los políticos opositores (payasos del circo) están dispuesto a permitir o tolerar.
Estados Unidos no está dispuesto a permitir una LEGITIMIDAD DE ORIGEN en Nicaragua como la que logró Luis Arce en Bolivia.
ENTONCES, el Imperialismo tiene preparada una peligrosísima tercera opción.
Esta tercera opción será desatar una gran guerra civil semanas antes del 7 de Noviembre que impidan la realización de elecciones limpias, honestas, creíbles y transparentes.
Para desatar esta tercera opción, deberán estar presentes 3 factores:
1- El factor Evo en las elecciones, entendido esto como la virtual entrega de todo el aparato electoral en manos de la oposición o en su defecto cumplir al pie de la letra con todas las condiciones que exija la OEA.
2- Todas las encuestas privadas ordenadas por la embajada americana apuntarían a una aplastante e inevitable victoria electoral del candidato Sandinista. El margen de victoria seria tan aplastante que no habría forma de orquestar un fraude en favor de la derecha, tal como sucedió en Bolivia con Luis Arce.
3- Un manifiesta e insuperable fraccionamiento de la oposición dividiendo el voto opositor y reduciendo sus números a la mínima expresión por no decir virtual extinción.
Una vez confirmados estos 3 factores arriba mencionados y ante la determinación y capricho tanto de la oligarquía y burguesía golpistas como del imperialismo de negarle a Ortega la legitimidad de origen que les metió de gol Luis Arce en Bolivia, los sectores golpistas irremediablemente desataran un baño de sangre en Nicaragua.
La consigna parece ser, o todo el pueblo de Nicaragua se somete a la voluntad de la bota imperial, o los ahogamos en sangre a todos.
La legitima opción de elecciones limpias, honestas, creíbles y transparentes es solo un slogan politiquero detrás del cual se esconde la trampa mortal de una gran guerra civil.
Ni Estados Unidos, ni la oligarquía blancoide, ni la burguesía chapiolla estarán satisfechas hasta que Ortega salga del poder, por el medio que sea.
A la guerra civil le llamaran insurrección popular y a la salida ilegal de Ortega (solo puede salir mediante elecciones) le llamaran “cambio democrático.”
Permitirá el pueblo nicaragüense que la dinastía Chamorro juegue con su vida.
Esta el pueblo de Nicaragua dispuesto a permitir otro Chamorro mas en la administración publica, luego que hemos tenido 7 presidentes del mismo apellido en los últimos 150 anos?
El primer presidente de Nicaragua fue un Chamorro.
En el siglo XIX hubieron 5 Chamorros, en el siglo XX hubieron 2 y ahora en el siglo XXI quieren imponernos a sangre y fuego un octavo miembro de la misma dinastía Chamorro.
El pueblo de Nicaragua es un pueblo INDOMABLE.
El pueblo nicaragüense es un pueblo sencillo pero digno, un pueblo pobre pero heroico que ha luchado cien batallas, a quien no solo aun le duelen las heridas, sino que tomó su decisión y lo hizo bajo la consigna de Patria Libre o Morir.
Por: Carlos Alberto Escorcia Polanco