Ha conformado más de diez empresas periodísticas para desestabilizar al gobierno sandinista, y por supuesto, obtener jugosas ganancias del financiamiento externo que recibe.
En una de sus últimas aventuras intenta establecer paralelismo entre la Insurrección Sandinista de 1979 y el fallido golpe de Estado de 2018. Todo financiado por la Suiza COSUDE.
El mayor comerciante del periodismo en Nicaragua puede que sea Carlos Fernando Chamorro Barrios, quien ha logrado confeccionar un conglomerado de empresas disfrazadas de ONG, a fin de acumular dinero con el cuento de que lucha por la democracia y una “dictadura” que no le ha tocado ni uno de los pocos pelos que le quedan en la testa.
CINCO, PROMEDIA, ONDA LOCAL, Esta Noche, Esta Semana, Confidencial, Confidencial Digital, el Observatorio de Medios y Fondo de Apoyo al Periodismo Investigativo, son algunas de las firmas creadas por Chamorro Barrios para acceder a los dólares de los contribuyentes norteamericanos, la mayoría de los cuales ni siquiera sueña con tener los lujos y la opulencia en que vive este oligarca.
Nueva empresa
El hijo de Violeta Barrios recibe financiamiento de la CIA-USAID, NED, NDI y el IRI, COSUDE, Fundación Soros y países europeos, entre otros, sin contar sus nexos con otros medios extranjeros de la derecha latinoamericana y mundial, de los que también obtiene fondos.
Una de las nuevas empresas de Chamorro Barrios es la Asociación Productora de Periodismo Independiente (PRONICA), creada en Costa Rica y que de inmediato fue adoptada por los gobiernos y agencias extranjeras involucrados en la desestabilización de Nicaragua.
PRONICA es una extensión de Confidencial, y nació a fin de seguir obteniendo fondos foráneos para desestabilizar a Nicaragua, y por supuesto, mantener la vida de jeque árabe que lleva el que se considera “zar” del periodismo en nuestro país.
El COSUDE ataca de nuevo
Uno de sus proyectos le fue presentado a la Cooperación Suiza, (COSUDE en Nicaragua), a fin de que patrocine un mamotreto binacional entre Confidencial y Nómada, una publicación de Guatemala dirigida a la juventud de ese país.
Básicamente, el guion presentado al gobierno Suizo a través de su oficina de cooperación, trata de hacer creer que Guatemala es más democrático que Nicaragua debido a la preocupación del gobierno norteamericano y los europeos, mientras que nuestro país se ha quedado a la zaga debido a la “dictadura Ortega-Murillo”.
Analogía que solo en su mente existe
Igualmente, intentan grabar en las mentes de sus lectores u oyentes, la creencia de que el fallido y sangriento golpe de Estado de 2018 en Nicaragua, impulsado entre otros por Carlos Fernando Chamorro, tiene parangón con la Insurrección Sandinista de 1979, que dio al traste con la feroz dictadura de Anastasio Somoza Debayle.
Pese a que no existe ni la mínima analogía entre uno y otro evento, Chamorro Barrios planteó a los suizos del COSUDE que se registrarían historias de las “principales voces y líderes de los estudiantes universitarios, siendo una de estas la del joven Lester Alemán, de 20 años, que encaró al presidente Ortega, para exigirle explicaciones por los asesinatos y la desaparición de varios de sus compañeros que participaban en protestas contra el gobierno”.
Nadie duda que lo de Alemán no tuvo nada de espontáneo y que su acción correspondió a un guion preelaborado del MRS y sus ONG, la Iglesia Católica y empresarios privados.
Historia convertida en chacuatol
Con la idea de darle relevancia a la intentona de golpe de Estado que se extendió varias semanas gracias al ardid de los obispos católicos de pedir al gobierno que acuartelara a la Policía Nacional, Chamorro Barrios indica que “también” se “incluirán las historias de los jóvenes Sergio Saldaña, José Somarriba, Erick Ramírez y Mauricio Santamaría, asesinados cuando tenían entre 17 y 19 años por la dictadura de Somoza el 23 de julio de 1959”.
Y como era de esperar, el traidor exdirector de Barricada amalgamará “historias de jóvenes de la generación de los años 80 que luchó a favor y en contra de la revolución. Las historias se presentarán bajo los tres ejes de la justicia transicional: justicia, verdad y reparación”.
Es decir, edulcorará los crímenes de la contrarrevolución en consonancia con sus nuevas amistades somocistas, con las que empuja el carro desestabilizador en contra de Nicaragua.
Oportunista del esfuerzo ajeno
Vean esto: “Se documentará la memoria de la insurrección armada de 1979, que cumple 40 años el 19 de julio de 2019, desde la perspectiva de algunos de sus protagonistas, y de forma comparativa con la insurrección cívica del 2018”.
¿Cuál insurrección cívica? ¿Dónde estuvo el apoyo del pueblo para derribar al gobierno sandinista como ocurrió en 1979? Como se ve que Carlos Fernando Chamorro no participó en ningún movimiento popular para derrocar al somocismo, aunque sí ha sabido obtener fama y dinero de la sangre del pueblo.
Para sus propósitos, orientará entrevistas “con algunos de los protagonistas de la insurrección de 1979, sobre sus logros y fracasos, con un enfoque particular en la reflexión de estos protagonistas sobre la insurrección cívica del 2018 y las similitudes y diferencias con la de 1979”.
Utiliza a Guatemala
Como no voló ni un tiro al aire en la gesta de 1979 ni en el sangriento y fracasado golpe de 2018, trata de armar una simbiosis idealista de dos hechos que en nada se parecen. Solo su mente profusa en signos de dólar y anhelante de poder, es capaz de elucubrar semejante adefesio.
Le dice a los suizos que lo financian, que el “producto final se publicará como un especial, que luego se reunirá en el micrositio de la memoria, como un producto de Confidencial. Adicionalmente se producirá un documental de TV de 50 minutos que se transmitirá en televisión abierta, en el programa Esta Semana”.
¿Y Guatemala qué rol juega en esto? Ninguno, es solo un instrumento en la mente manipuladora de Carlos Fernando Chamorro Barrios para hacer más potable su engendro periodístico.
Estos son extractos del proyecto presentado al COSUDE: