Los hermanos Pedro José y Alejandro Ortiz Meneses, alias “Los Nacatamales”, quienes dirigían un grupo de apoyo logístico al narcotráfico con incidencia en el departamento de «Rivas, Nicaragua, huyeron hacia Costa Rica junto con Francisco José, Elías y Ángel Delgadillo Salazar, alias “Los Cabezones”, donde se establecieron sin que las autoridades costarricenses atendieran las órdenes de captura en su contra que existían en Nicaragua.
Se asentaron en los cantones de La Cruz y Santa Cecilia, Liberia, en Costa Rica, desde donde reiniciaron las actividades ilícitas de transportación de droga hacia Honduras o Guatemala.
Junto a autoridades ticas
La vinculación del narcotráfico con autoridades costarricenses se corroboró el 23 de noviembre de 2016, cuando por actividades de narcotráfico en Costa Rica fueron capturados Francisco José, Elías y Ángel Delgadillo Salazar, alias “Los Cabezones”, y los costarricenses Aldo Mairena Centeno, Jesús Gabriel Mairena Centeno, Reina Aurora Reyes Duarte, Donald Bejarano Cubillo, Gerardo Andrés Junes López, Rubén Avilés Domínguez, Rubén Tinoco Ramírez, Minor Rojas Artavia, Jarlin Alberto Rodríguez López, Dorjan Zamora Fernández y Luis Alberto Sánchez Picado.
Los anteriores fueron apresados junto a los miembros de la Policía de Tránsito, de Frontera, turística y del Servicio Nacional de Guardacostas: Eddy Manuel Cambronero Romero, Jorge González Ruiz, Alí José Vílchez Bejarano, Carlos Luis Vanegas Zúniga, Melvin José Martínez Castro, Francisco Guido Chavarría, Donald Obregón Hernández, Eliber Mauricio Chavarría Gonzaga, Roney Guillermo Vanegas Morales y William Ramón Ruiz Mojica.
Se agrega que el 2 de julio de 2016, en una céntrica calle de San José fue muerto a tiros Pedro José Ortiz Meneses, uno de “Los Nacatamales”, quien había adquirido documentación como ciudadano costarricense con el nombre de Juan José Chavarría.
Caso Televisa y la vinculación con Costa Rica
Por otra parte, como se recordará, un grupo de narcotraficantes integrado por 18 ciudadanos mexicanos que transportaba droga para el cártel Sinaloa, entre marzo y agosto de 2012, transitó por el territorio centroamericano en siete ocasiones, cuatro de entrada y tres de salida, movilizándose en seis furgonetas habilitadas con equipos de transmisión y logotipo de la cadena noticiosa Televisa, con sede en México.
El 22 de agosto de 2012, los Televisa fueron capturados en el Puesto de Control Fronterizo de Las Manos, cuando intentaban ingresar de tránsito por Nicaragua.
Fueron trasladados a Managua donde se realizó inspección de los vehículos, ocupándose 9.2 millones de dólares que trasladaban en compartimientos ocultos.
No colaboraron con investigaciones
Durante las investigaciones y el proceso judicial que se llevó a estos 18 narcotraficantes mexicanos, se determinó que el destino del grupo era Costa Rica, país donde compraban la droga que trasladaban hacia México, embalada en las mismas furgonetas en las que llevaban el dinero.
A territorio costarricense ingresaban con facilidad gracias a la colaboración del entonces Jefe Interino de la Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional (DIS) de Costa Rica en Guanacaste, Francisco Gutiérrez Espinoza, quien facilitaba los trámites migratorios, policiales y aduaneros en Peñas Blancas, Costa Rica.
También se involucraba Walter Morales Morales, quien laboraba para una agencia aduanera vinculada a la Dirección General de Aduana costarricense.
Las transacciones de entrega del dinero se realizaban en el Paseo Colón, San José-Costa Rica y el embalaje de la droga en un sitio marcado con las coordenadas N9 59.755 W84 11.776, cercano a una caballeriza, de acuerdo a datos contenidos en equipos GPS ocupados a los narcotraficantes mexicanos.
Aunque estas informaciones se hicieron del conocimiento del Gobierno de Costa Rica, no hubo reacción de sus autoridades que apuntaran a la investigación correspondiente, ni se recibieron aportes para el proceso judicial que se llevó en Nicaragua a los 18 narcotraficantes mexicanos.
Presencia en Costa Rica de hijo del Chapo Guzmán
Foto publicada en Facebook por César Guzmán Salazar, hijo del «Chapo» Guzmán, de su visita a Costa Rica.
Las condiciones que identifican a Costa Rica como el segundo escalón del narcotráfico, ha favorecido la presencia, no solo de connotados narcotraficantes mexicanos, sino de guatemaltecos, hondureños y colombianos.
De acuerdo a fuentes oficiales, a comienzos del año 2016 el empresario costarricense Guillermo Alberto Rodríguez Baldí participó en una fiesta con César Guzmán Salazar y Griselda Guzmán López, ambos hijos del narcotraficante mexicano y líder del cártel de Sinaloa, Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, la cual fue realizada en el Hotel Baldí Hot Springs, propiedad de Rodríguez Baldí, ubicado en La Fortuna de San Carlos.
En esta actividad también participaron los mexicanos Víctor Emilio Cuellar y Mario Álvarez Cáceres, miembros del cártel de Sinaloa; Víctor Cuellar es hijo de Hugo Cuellar Hurtado, reconocido narcotraficante colombiano y socio de Juan Esparragoza Moreno, alias “El Azul”, calificado como una de las cabezas del cártel de Sinaloa junto a Guzmán Loera e Ismael Zambada García, alias “El Mayo Zambada”.
En la cuenta de Facebook de César Guzmán Salazar, hijo del Chapo Guzmán, aparecen fotografías que confirman su presencia en suelo costarricense.
Sobre este hecho ampliamente demostrado, las autoridades costarricense callaron sin dar respuesta a las interrogantes del por qué no fueron investigados a profundidad los vínculos o círculo de relación del empresario Guillermo Alberto Rodríguez Baldí con el narcotráfico internacional; ¿por qué no comprobaron los registros migratorios, videos de seguridad en el hotel, registros de llamadas telefónicas u otros recursos propios de un proceso investigativo?
La respuesta es que otra vez la impunidad estuvo presente en Costa Rica.
http://nicaleaks.com/2021/03/17/los-nacatamales-los-televisa-y-hasta-hijo-del-chapo/?fbclid=IwAR1-WmbEkBj837i6a3JBlVyp-ld7dwl_idOYmnYnieVSkZqUmLr-820jmXw