La jornada electoral en Ecuador transcurrió sin mayores incidentes durante el día, pero con fuertes críticas en la noche al rol de Consejo Nacional Electoral y su forma de presentar los primeros resultados. Aún sin la totalidad de las urnas computadas, la segunda vuelta aparece con la opción más probable.
La jornada electoral en Ecuador terminó con incertidumbre y fuertes críticas al Consejo Nacional Electoral (CNE) por la forma en la cual entregó los primeros resultados en horas de la noche del 7 de febrero.
Los primeros datos arrojados fueron el 90% del total de un conteo rápido, es decir, "un subconjunto del subconjunto", como afirmó el candidato Andrés Arauz, quien encabeza todos los números parciales.
Esos resultados arrojaron:
31.50% a favor de Arauz, de Unidos por la Esperanza (UNES);
20.04% para Yaku Pérez, del partido Pachakutik;
19.97% para Guillermo Lasso, de la alianza CREO y el Partido Social Cristiano;
el candidato Xavier Hervas, de Izquierda Democrática, con 16.53%.
Los números fueron cuestionados por dos candidatos centrales, Arauz y Lasso. En el caso del candidato de UNES volvió a señalar las irregularidades en el seno del poder electoral, y, en este caso, su decisión de entregar datos parcialmente parciales.
"El ‘conteo rápido’ del CNE nos da 31%. Todos saben que eso es mentira. En los mismos datos reales ya ingresados, estamos en alrededor del 38%. ¡A cuidar cada voto! El engaño es evidente", escribió Correa en su cuenta de Twitter poco después de conocerse los primeros resultados.
Lasso, por su parte, afirmó: "con todo el respeto que se merecen los consejeros del CNE, mal han hecho al confundir al pueblo ecuatoriano con un conteo rápido con 2.100 actas cuando la muestra acordada era 2.400 actas, e inducen a la confusión y al error cuando cinco minutos después, en un canal de televisión, informa que los resultados del conteo rápido nos ponen en segunda vuelta", aseguró Lasso.
Con los primeros resultados entregados por el CNE, resultaría modificado el escenario proyectado por la mayoría de las encuestas hasta antes de las elecciones. Lasso quedaría fuera de una posible segunda vuelta y, quien ingresaría al balotaje sería Pérez, algo que el candidato anunció tempranamente el 7 de febrero: "después de la segunda vuelta seremos la primera fuerza política del país", afirmó.
Por otro lado, Arauz no alcanzaría el 40% e iría a una segunda vuelta con uno de los dos en disputa por el segundo lugar. Aún falta conocer el 100% de los resultados escrutados. Pasada la medianoche de Ecuador, con 74.4% de votos escrutados, los resultados serían:
Arauz con 32.29%;
Pérez 19.76%;
Lasso 19.46%;
Hervas con 16.04%.
La posibilidad de una segunda vuelta, cada vez más probable, fue abordada por Arauz en una entrevista: "tenemos que tener una perspectiva de la segunda vuelta, que es buscar aglomerar a la mayoría del pueblo ecuatoriano que ha decidido optar por otras opciones".
La victoria
"Fue una victoria contundente, hemos tenido la victoria en la mayoría de las regiones del país", afirmó Arauz en la noche. Los resultados, aún sin el número final, arrojan una conclusión: el candidato de UNES, es decir la revolución ciudadana como proyecto, y la figura de Rafael Correa como liderazgo, obtuvo la mayor cantidad de votos.
Se trata de un resultado logrado en un contexto de adversidad y persecución que se desató bajo el Gobierno de Lenin Moreno, un hombre que llegó al Gobierno de la mano del mismo Correa en el 2017. El CNE desplegó medidas que atentaron contra la inscripción de la fórmula encabezada por Arauz, así como contra la misma campaña, como impedir que Correa apareciera en los spots de campaña de Arauz.
Por lo tanto, la mayoría alcanzada en una competencia entre 16 candidaturas fue vivida como un triunfo por la revolución ciudadana, que logró refrendar un respaldo social, a pesar de la inmensa campaña política, judicial y mediática desplegada en su contra. Los números obtenidos por el candidato de UNES fueron mayoritarios en zonas claves, como las provincias de Pichincha, Guayas y Manabí.
Votación y después
El día de votación transcurrió sin mayores incidentes registrados. Existieron problemas señalados como la demora en apertura de centros electorales, la lentitud en el ingreso a los mismos, algo que se vio reflejado en las largas colas en la entrada de numerosos centros de votación en el país.
Se trató de una jornada con una elevada participación, con 82.12% del padrón electoral.
El clima electoral, apagado en la ciudad antes de las elecciones, se expresó con fuerza el mismo 7 de de febrero en las diferentes conversaciones, en argumentos para defender diferentes candidatos en el marco de un país que atraviesa la segunda ola de pandemia y una recesión económica.
Si bien aún resulta incierto proyectar el futuro político del país, resulta seguro que Moreno dejará el gobierno en mayo con una baja popularidad, y una marca de retroceso en lo económico, institucional, social.
El país que asumirá el próximo Gobierno enfrentará una situación económica crítica y, probablemente, con mayores condicionamientos que los ya existentes, como son los créditos tomados por Moreno en los últimos meses con el Fondo Monetario Internacional y la Corporación para la Financiación del Desarrollo.
Por el momento los ojos están puestos en los números en evolución del CNE y el escenario que le espera a Ecuador una vez que resulten claros los resultados, en caso de que efectivamente lo sean y la totalidad de las fuerzas políticas los reconozca como tal.
Se trata, como había sido anticipado, de una elección marcada por la falta de transparencia del órgano electoral en un contexto donde entra mucho en juego, tanto para el país como para América Latina y Estados Unidos.
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