Luego de anunciarse las sanciones para la eliminación del envío de remesas a Cuba por el Gobierno del Presidente Donald Trump el pasado del 23 de noviembre, se publicaron en días dos tweets de la Embajada de los Estados Unidos en La Habana, que indicaban de manera autoritaria al Presidente Miguel Díaz-Canel lo que debía hacer para recuperar las remesas de los cubanos de la Isla.
El condicionamiento era claro, quien escribió las líneas de ataque, solicitaba que el Presidente de todos los cubanos, debía arrodillarse ante el Imperio o de lo contrario su pueblo sufriría, tal como han hecho padecer a muchos gobiernos en América y el resto del mundo.
Cuba no se doblega, se apega a su condición de resistir, luchar y vencer por cruel que sea el adversario.
El encargado de negocios en La Habana Timothy Patrick Zúñiga-Brown, además aupó a falsos huelguistas y movimientos vinculados al terrorismo como método para subvertir el orden y la paz en Cuba. Instiga constantemente a la ejecución de acciones de protestas y comete abiertamente injerencias. ¿Cómo llega tanto odio de un estadounidense a los cubanos?, ¿qué le motiva a reaccionar con tanto desprecio e insulto al pueblo de Cuba?
Veamos su historia y revelemos varias acciones “ocultas” de su pasado.
El Sr. Zúñiga-Brown es graduado de la América University y del National War Of College, lo mejor de lo mejor cuando de Doctrina imperialista se trata. Para que se tenga noción, de estos centros de estudio salen mucho de los futuros cargos diplomáticos estadounidenses.
Escogió el joven Timothy como futuro la diplomacia imperial que como concomemos es bien distinta al resto de las diplomacias del mundo. Lo normal en estos ámbitos son trámites consulares, apoyos culturales y hasta políticos.
Lo anormal es el uso de cargos para reunirse con sectores descontentos de un país y orientar acciones que permitan crear estallidos sociales, construir falsos liderazgos con el interés de derrocar gobiernos legítimos o subyugar voluntades políticas mediante el chantaje y el dinero.
Más claro, el Sr. Zúñiga-Brown como muchos, están dedicados permanentemente a la propaganda negra. Para él, adoctrinar a siervos imperiales es el sentido de vida, lo recompensa con lo que más quiere, beneficios personales y económicos, (dinero)
En su paso nada corto por el Departamento de Estado fue coordinador del grupo de trabajo de niños no acompañados de la dirección de Asuntos del Hemisferio Occidental, paradójicamente hoy apoya al Presidente Trump y su agenda anti emigrantes que afecta a niños que se encuentran enjaulados o separados de sus padres en la frontera de EE.UU.
Sus misiones diplomáticas se han concentrado en Ecuador, Bahamas, Iraq, New Zelanda, Perú, Sudáfrica, Cuba, Panamá y México.
Antes de regresar a Cuba, ejercía como el coordinador de la Oficina de Asuntos cubanos en el Departamento de Estado, mismo puesto que hoy ocupa el lúgubre personaje de Mara Tekach.
En la isla tropical muchos de los seudodemocráticos le conocen como el padrino de la mal llamada oposición interna. Personajes como Oswaldo Payá, José Daniel Ferrer, Coco Fariñas, Manuel Cuesta Morua, Elizardo Sánchez, Bertha Soler, Yoany Sánchez entre otros, todos llevan su cuño. El motivo radica en que son productos de su creación y los más recientes el Movimiento San Isidro.
En su historia por la Isla se conoce que el 19 de mayo de 1997 arribó a la Habana. A su llegada es recibido en las oficinas de Michael Kozak, jefe de la Sección de Intereses de EE.UU. en La Habana, entonces SINA. Allí fue nombrado como primer secretario político, económico y especialista en materia de derechos humanos.
Dejó clara sus intenciones el 12 de junio de ese año cuando recibe en su oficina a los contrarrevolucionarios Lázaro Cuesta Collazo y Rita María Hernández Trujillo, miembros de la organización subversiva Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC). El objetivo fraccionar la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) Además aprovechó para fotocopiar documentos subversivos que serían distribuidos de forma clandestina en la Isla, y le suministró dinero para beaticos.
Incurrió desde muy temprano en la violación de la Convención de Viena para las relaciones internacionales, cometió injerencia en los asuntos internos de un país, historia que repite hoy.
Para el 1 de julio de 1997 invitó a la residencia de Kozak en La Habana al cabecilla Vladimiro Roca, conociendo las profundas divisiones que existieron entre su padre y el personaje. El objetivo era que Vladimiro impartiera una conferencia para el cuerpo diplomático acreditado en Cuba y a la prensa extranjera sobre las presuntas violaciones de Derechos Humanos en la isla.
La actividad contó con la presencia del Sr. Kozak, hoy Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental y tenaz en su agresividad a los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Un punto a favor de Timothy lo fue el interés de la prensa por esta cita.
Ese propio mes, Sr. Zúñiga contactó con varios contrarrevolucionarios para que influyeran sobre los participantes extranjeros en el XIV Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en la Habana. El objetivo era confundirlos y llevarlos a actividades que desarrollaban los grupúsculos para que ganaran adeptos. En esta empresa fracasó, porque los estudiantes mostraron más interés por conocer al Comandante Fidel Castro, quien participó en un encuentro de varias horas con los delegados al evento.
Para enero de 1998, en la residencia de Zúñiga en La Habana se reunieron los asistentes de los congresistas Jesse Helms y Dan Burton donde se “cocinó” la actual ley Helms-Burton. Entre los temas bordados estuvo el “embargo” y la manera en que podían afectar a Cuba en materia de salud pública, asegurando entonces que con esta nueva Ley el “embargo” sería reforzado.
En el contexto de la visita del Papa Juan Pablo II a Cuba, Zúñiga entró en contacto con elementos contrarrevolucionarios a quienes les indicó que tenían que jugar un papel preponderante con la Iglesia católica y la oposición para cultivar lo que llamó el espíritu de rebeldía. Uno de los participantes fue Guillermo Coco Fariñas con su falsa huelga de hambre. La apuesta de Zúñiga era lograr que la Iglesia se pronunciara a favor de la Contrarrevolución y en detrimento del gobierno cubano. El resultado fue total fracaso.
Se pidió a la Iglesia la mediación para solicitar la excarcelación de reclusos por motivos por políticos al vaticano y vender a Cuba como régimen dictatorial. Zúñiga-Brown hizo evidente el seguimiento que brindó el gobierno del entonces Presidente Bill Clinton a este asunto, pues en las discusiones entre Cuba y EE.UU, este último condicionó el levantamiento del bloqueo, la venta de medicinas y alimentos al cash, a la decisión de que Cuba adoptara medidas inmediatas sobre la excarcelación de los presos políticos.
A pedido de Juan Pablo II, Cuba liberó un importante número de presos comunes cuyas penas no fueran de carácter grave ya que no contaba con presos políticos. La acción se ha convertido para Cuba un hábito, pues se ha repetido en varias ocasiones desde entonces.
En mayo de 1998, ante la posibilidad de que representas de países de la Unión Europea sostuvieran un encuentro con los cabecillas Elizardo Sánchez y Gustavo Arcos Bergnes, para abordar el tema de la supuesta represión contra la oposición, Timothy impartió orientaciones sobre cómo comportarse en dicho contacto, manifestando que tenían que tener criterios propios, expresar que todavía existía hostigamientos o inventarlos, abordar las problemáticas de las prisiones y hacer énfasis en la situación de la disidencia interna.
En otros contactos con cabecillas se interesó por la situación de Cuba, indagó sobe la posible realización de actos de desobediencia civil, convocar marchas y protestas ante embajadas de otros países, dijo que a los opositores no les favorecía continuar divulgando la disminución del hostigamiento y la existencia de cierta apertura. Cuba se preparaba entonces para firmar un acuerdo trascendental con la Unión Europea que él tenia que sabotear.
Indicó en ese entonces a muchos de sus acólitos que visitaran las embajadas de países europeos inventando denuncias sobre violaciones de los derechos humanos en Cuba y aplicar a los programas de la National Endowment for Democracy (NED), USAID y el resto de las agencias que promueven la subversión política hacia Cuba desde Europa. Así se creó Yoani Sánchez y su blog 14 y medio, a su vez le entregaron diversos premios a las Damas de Blanco y al Coco Fariñas. Mientras hablaran mal del comunismo eran bienvenidos.
En plena pandemia de 2020 la sede diplomática estadounidense en La Habana mantiene la misma acción con nuevos actores. Cuestiona el sistema penitenciario cubano, denuncia supuestas torturas a disidentes políticos, exhorta a cabecillas pagados exigir a la Iglesia católica intervención e inventa pastores evangélicos para clamar por ayudas falsas en la Isla.
La nueva y mas reciente línea de ataque es la cultura motiva y orienta plantones encabezados por contrarrevolucionarios como Tania Bruguera, Luis Manuel Otero Alcántara y Anamelis Ramos.
Hemos visto en estos últimos meses los casos ridículos de José Daniel Ferrer quien pide protestas “pacificas” aprovechando la celebración del día de la Caridad del Cobre para promover la chanza de la Revolución de los girasoles. A la vez empuja a cabecillas como Maykel Osorbo, para la realización de huelgas de hambre ficticias; todo un burdo show plagado de mentiras.
El Sr. Zúñiga-Brown tiene que entender que con Cuba no se puede y su fracaso siempre será el mismo al tratar de destruir la Revolución. A los cubanos les digo, son momentos de definición en todos los sentidos y es en las vicisitudes donde se mide el temple de los hombres y mujeres de valor, o estas con San Isidro o con el Cuartel Moncada.
Fuente: Editor Miradas.
https://zonafrank.wordpress.com/2020/12/29/timothy-patrick-zuniga-brown-un-viejo-conocido-del-odio-a-cuba/