La agencia EFE recordaba, hace unos días, la llamada Operación Peter Pan, desarrollada en Cuba hace 60 años. Es “considerada –leemos en su nota- el mayor éxodo infantil del siglo XX en Occidente” (1).
El texto recoge una única versión, la de Ileana Fuentes, una de aquellas niñas cubanas, que asegura ahora que aquella fue la “operación de rescate de niños y niñas mayor que recoge la historia”, y que salvó 14 mil menores “de la hecatombe castrista”.
Curioso. Porque sobre la Operación Peter Pan hay numerosos trabajos escritos, libros y dos importantes documentales: el estadounidense “Operación Peter Pan: Volando de Vuelta a Cuba” (2), y el cubano “Never Ever Neverland” (3).
Que, lejos de presentarla como una acción “humanitaria”, la definen como una operación psicológica de la CIA, en el marco del Programa de Acciones Encubiertas contra la Revolución cubana (4).
Recordemos. Era 1960. Las primeras leyes revolucionarias erosionaban ya los privilegios de los sectores acomodados… y de la poderosa Iglesia católica de Cuba.
La Ley de Reforma Integral de la Enseñanza, por ejemplo, introdujo el carácter laico y gratuito de la educación (5).
La Iglesia, que tenía 250 centros de enseñanza y dos universidades, inició una feroz campaña de desinformación, con el apoyo de los grandes diarios del país (Prensa Libre, Avance, el Diario de la Marina), de las agencias internacionales… y de la CIA (6).
En octubre de 1960, Radio Swan, emisora creada por esta Agencia, comenzó a difundir una enorme fake new: Fidel Castro se disponía a aprobar una Ley de Patria Potestad, por la que ésta ya no sería ejercida por las familias, sino por el Estado, que pretendía enviar a miles de menores a campos de trabajo en la Unión Soviética (7).
Tal como confesó uno de sus autores años más tarde, el texto de aquella falsa ley fue redactado por varios agentes de la CIA (8). Nada que nos cuente la agencia EFE.
Inculcado el terror en un buen número de familias de clase media, la Iglesia se encargó del resto. Bryan O. Walsh, director de la Oficina del Bienestar Católico (Catholic Welfare Bureau) de Miami, y James Baker, director de la Ruston Academy de La Habana, con el apoyo económico del gobierno de Dwight Eisenhower, y la logística de once embajadas, organizaron vuelos hasta sacar a 14.048 menores del país, que en EEUU quedaron bajo la protección de agencias –principalmente- católicas.
Miles ingresaron en hogares desconocidos y en orfelinatos, viviendo una experiencia traumática de soledad, castigos corporales, explotación y abusos (9).
En octubre de 1962, durante la Crisis de los Misiles, EEUU decretó la suspensión total de vuelos con Cuba (10), y muchos de aquellos niños y niñas quedaron sin conexión, durante años –incluso toda su vida-, con sus familias de la Isla, que habían confiado, erróneamente, en la inminente caída de la Revolución.
La versión edulcorada, desde Miami, ensalza a los Peter Pan “triunfadores”, como el cantante Willy Chirino (11).
Mientras silencia a quienes denunciaron, como víctimas, aquella tenebrosa operación, y dedicaron su vida a construir puentes entre Cuba y EEUU.
Uno de ellos, Carlos Muñiz Varela, fue asesinado a balazos por organizar viajes a la Isla.
Pero EFE prefiere difundir la versión única de quienes, como Ileana Fuentes, han dedicado su vida a lo contrario: a defender el bloqueo económico y la guerra total contra el país en que nacieron (12).
Recordemos que la agencia española EFE tiene un convenio de colaboración con la ciudad de Miami, que la compromete a realizar –leemos- “semblanzas y reportajes que reflejen la realización del sueño americano” en aquella ciudad (13) (14).
¿El sueño americano de Willy Chirino o la pesadilla asesina de Carlos Muñiz?
Edición gráfica y de video: Esther Jávega.
https://lapupilainsomne.wordpress.com/2020/12/31/repetir-una-fake-news-60-anos-despues-video-por-jose-manzaneda/