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Por qué Estados Unidos envió a la Guerra de Vietnam a personas con retraso mental


Forrest Gump no es una simple ficción. Cientos de miles de soldados con discapacidades o un coeficiente intelectual bajo fueron enviados a Vietnam.

Bajo el nombre de “Proyecto 100,000” o “Los 100,000 de McNamara” Estados Unidos reclutó un gran número de jóvenes que en otras condiciones jamás hubieran ido a una guerra como Vietnam. 

El proyecto fue concebido en 1966 por Robert McNamara, Secretario de Defensa de dicho país. 

Se trató de una retorcida y nada ética forma tanto de incrementar el número de tropas estadounidenses, como de apoyar la política del entonces presidente Lyndon B. Johnson en contra de la pobreza, atrayendo aproximadamente a 100 mil nuevos reclutas cada año.


Lyndonn B. Johnson y Robert McNaramara


Para ello, comenzaron a reclutar y entrenar a personas pobres y sin educación. 

Si bien el entrenamiento de estas personas (algunos dicen que la cifra alcanza los 354 mil) era el mismo que el de cualquier otro militar, el proceso de selección así como los requerimientos para poder entrar al ejército disminuyeron. 

Estas personas fueron llamadas New Standards Men (Hombres de Nuevos Estándares) aunque la mayoría les llamaba Los Cuerpos Idiotas. 

Entre ellos había gente incapaz de hablar inglés, mucho menos escribirlo o leerlo, sus aptitudes mentales no eran las adecuadas, algunos tenían ciertas discapacidades leves y otros simplemente no estaban en forma. 


Sin embargo, no fue la primera vez que Estados Unidos reclutó a personas que bajo condiciones regulares no podrían ser elegibles para combatir en una guerra o completar un entrenamiento militar. 

Por ejemplo, este tipo de reclutamiento ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial, lo que conllevó que instauraran una calificación de 80 de la prueba del Coeficiente Intelectual para poder entrar al servicio militar.

En su momento el programa provocó gran controversia, dado que las personas reclutadas en este esquema solían ser más propensas a la muerte en Vietnam. 

Según las cifras, 5 mil 478 hombres del proyecto fueron asesinados durante combate, una cifra tres veces más alta que la tasa de mortalidad de los soldados que no pertenecían a tal reclutamiento.


Hamilton Gregory, autor especializado en el programa de McNamara y que fue testigo de éste durante su tiempo en Vietnam, explica que en algún momento él fue seleccionado dado que tenía un título universitario para ayudar a un compañero recluta, quien no sabía leer y escribir, por lo que necesitaría ayuda con su papeleo. 

Con el tiempo, Gregory se dio cuenta que su compañero no tenía las habilidades necesarias para permanecer en el ejército y en el momento en el que un arma estaba en sus manos se convertiría en un peligro, tanto para sí mismo como para el resto de la tropa. 

«Mientras hablábamos… o tratábamos de hablar, yo me sorprendí porque él no sabía nada de la situación en la que estaba. 

No comprendía de qué se trataba el entrenamiento básico, ni siquiera sabía que América estaba en una guerra. Intenté explicarle lo que estaba pasando, pero al final me percaté que él estaba en una niebla [sic]. 

En el entrenamiento básico él era virtualmente inútil. Teníamos que ordenar su litera todas las mañanas porque él no era capaz de hacerla bajo las especificaciones del ejército. 

Yo tenía que atar sus botas todas las mañanas hasta que un recluta tuvo la paciencia y se tomó el tiempo para enseñarle esa habilidad».


La elección de este tipo de reclutamiento sin duda tuvo un motivo político. Gregory explica que en su momento ni Lyndon Johnson ni McNamara podían arriesgarse a enfadar tanto a la clase media, ni al público en general si comenzaban a seleccionar a estudiantes de Universidad o si enviaban a las Guardias Nacionales, en especial cuando la Guerra de Vietnam llevaba una década en marcha y ya era sumamente impopular entre el pueblo estadounidense.

 Por ello, consideraron que era una mejor estrategia alistar a personas de escasos recursos o sin los requerimientos mínimos en cuanto a su inteligencia —siempre medida a través del examen del Coeficiente Intelectual—.

Algunos han intentado explicar el impulso de este proyecto de McNamara puesto que su enfoque siempre vino desde el análisis computarizado, el cual en el papel demostraba que la inclusión de estas personas sería en un éxito rotundo, no sólo para el resultado de la guerra, sino también en su desarrollo personal. 

Él creía fervientemente que los reclutas aprenderían nuevas habilidades y su CI incrementaría, tanto con el entrenamiento, como con el contacto con otras personas y con el apoyo audiovisual. 


Tan sólo una minoría tuvo éxito durante su servicio, pero aparentemente esto se debió al apoyo de sargentos y comandantes comprensivos que procuraron que dichos soldados estuvieran fuera de las zonas de combate, dándoles tareas menos peligrosas y más simples en las que sí podían rendir frutos. 

Otro problema importante fue su retorno.

 Con los años se demostró que los veteranos tenían peores oportunidades de trabajo y desarrollo que aquellos que no lo eran, por lo que la promesa de un mejor futuro también resultó falsa. 

No había políticas de reinserción adecuadas o la atención psicológica suficiente para los veteranos, muchos de ellos con un repetido síndrome de estrés post-traumático, lo cual también sumaría a la dificultad de llevar una vida de civil. 


Sin duda, se trata de una política deshumanizante y atroz, que si bien se abolió en 1971, aún permanece velada en la presión por cumplir las cuotas de reclutamiento y se sigue reproduciendo —aunque a menor escala— en la actualidad. 

Por ejemplo, para la Guerra de Afganistán y el resto del conflicto armado, el ejército enlistó a personas con un coeficiente menor a los 80 puntos reglamentarios. 

Aunque la versión oficial, según Gregory, apunta a que las fuerzas armadas evitan a toda costa dicho recurso, dado que para ellos es más que claro el riesgo y el valor de las vidas humanas que implica armar a una persona sin las condiciones mínimas necesarias.

https://culturacolectiva.com/historia/proyecto-mcnamara-estados-unidos-retraso-mental-a-vietnam?fbclid=IwAR0uYRKkQNU7EH-PdfAnzNFM1i-kFt8s-ciXqtqvQozPBExMGLrzQHhpErI

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