El Gobierno del Líbano mantiene bajo arresto domiciliario temporal a funcionarios del puerto de Beirut, después de que este martes se registraran allí dos potentes explosiones, según lo anunció este miércoles la ministra de Información, Manal Abdul Samad, informa Gulf News, citando medios locales.
La medida solo afectará a aquellos funcionarios que estén directamente relacionados con el almacenamiento de las 2.750 toneladas de nitrato de amonio —material altamente explosivo— almacenadas "de forma insegura" en el puerto desde hace seis años.
Se ha determinado que el Ejército se encargará de velar por la seguridad de Beirut y de vigilar a las personas puestas bajo arresto domiciliario, cuyo número se desconoce.
Asimismo, se ha creado un comité para investigar el incidente e identificar las causas de las explosiones, cuyo trabajo durará cinco días y que buscará castigar a los responsables.
"Desastre nacional"
Las deflagraciones en la capital libanesa han dejado al menos 135 muertos, cerca de 4.000 heridos y unas 300.000 personas sin hogar debido a los cuantiosos daños materiales ocasionados. Países como EE.UU., Francia, Irán o Israel han ofrecido ayuda a la nación árabe. Rusia ha enviado cinco aviones con ayuda humanitaria.
Las explosiones dañaron también el aeropuerto internacional situado a varios kilómetros de distancia del epicentro. Su potencia fue tal, que incluso se llegó a sentir en Limasol, Chipre.
Por su parte, sismólogos jordanos compararon la potencia de la explosión con la de un terremoto de magnitud 4,5.
El gobernador de Beirut, Marwan Abboud calificó el hecho como "un desastre nacional parecido a Hiroshima" y afirmó que las explosiones afectaron, aproximadamente, a la mitad de la ciudad.
El primer ministro del Líbano, Hassan Diab, decretó este miércoles como día de luto nacional, mientras que el Consejo de Defensa Superior del Líbano ha declarado Beirut como zona de desastre.
"Crisis sin precedentes"
El presidente del Líbano, Michel Aoun, ha declarado que el país enfrenta actualmente a "una crisis económica sin precedentes" y ha aseverado que los responsables de las explosiones en el puerto de Beirut afrontarán el castigo más severo.
En este sentido, se calcula que las pérdidas podrían oscilar entre 10.000 y 15.000 millones de dólares.
Algunos militares estadounidenses habrían sugerido que "una bomba de alguna clase" podría hallarse en el origen de la misma, según lo afirmó este martes el presidente de EE.UU., Donald Trump, en una rueda de prensa en la que calificó lo ocurrido de "ataque".
Sin embargo, el secretario de Defensa de EE.UU., Mark Esper, salió después al paso de esta declaración, afirmando que la mayoría de los expertos militares del país atribuyen la potente explosión a un accidente.
La Embajada de Estados Unidos en el país árabe ha asegurado que las explosiones podrían haber liberado sustancias tóxicas a la atmósfera, por lo que aconseja a todos los residentes del área permanecer en el interior de edificios y usar mascarillas.