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El golpista Juan Guaidó y un grupo de diputados que lo acompaña, en una Asamblea Nacional (AN) inexistente, buscan adueñarse de 80 millones de dólares, una parte de los recursos que ha robado el régimen de Estados Unidos a Venezuela, a través de la aplicación de medidas coercitivas unilaterales.
La supuesta AN, que preside Guaidó, una instancia ilegal e inexistente que funciona en diversos lugares del este capitalino, aprobó la “ley especial del fondo para la liberación de Venezuela y atención de casos de salud de riesgo vital”.
Esta “norma” permite la creación de un fondo con hasta 80 millones de dólares procedentes de cuentas bancarias congeladas en el exterior por sanciones a Venezuela, refirieron medios internacionales.
El martes, el canciller Jorge Arreaza denunció en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU que las acciones de terrorismo económico que ejecuta el gobierno de EEUU, contra Venezuela, han generado pérdidas al país que ya superan los 120 mil millones de dólares.
Los usarán para “gobierno” de Guaidó
Según el diputado Alfonso Marquina, el dinero será utilizado para el supuesto financiamiento de gastos sociales, “con atención prioritaria para las emergencias humanitarias”, se le escucha decir en un video publicado en su tuiter.
Indicó que también lo usarán para “fortalecer las relaciones internacionales”, con el objeto de “consolidar” el supuesto reconocimiento del golpista Juan Guaidó.
Dijo que el dinero también lo emplearán para fortalecer la AN inexistente, la contraloría y el TSJ ilegal, que formó la derecha. Así como para el “funcionamiento” del supuesto gobierno de Guaidó, agregó.
El fideicomiso sería supervisado por la Organización de Estados Americanos (OEA) dijo, a AFP, Marquina, reseñó ayer Diario Las Américas en su web.
Escenario Libia
Con estas últimas acciones, la derecha demuestra que lo que busca, en alianza con EEUU, es un “escenario Libia” para Venezuela.
En marzo de 2011, la oposición de Libia, que buscaba derrocar al presidente Muamar Gadafi, desconoció la autoridad del Gobierno y creó una administración paralela que llamaría “consejo nacional de transición (CNT)” con el auspicio de Estados Unidos.
La misma instancia que dos semanas después, y en los meses subsiguientes, facilitó la invasión militar liderada por mercenarios y fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
La oposición ha venido tratando de crear un Estado paralelo con el apoyo de Donald Trump y de gobiernos subordinados al imperio estadounidense.
Aunque no cuentan con el respaldo de la mayoría de la comunidad internacional, la medida le ha servido a Guaidó y a sus aliados para promover más sanciones contra el país y robarse, en complicidad con el régimen gringo, Citgo, filial de Pdvsa en Estados Unidos.
En enero, Guaidó volvió a promover la intervención militar contra el país en una entrevista que citó el Nuevo Herald, en donde el golpista dijo, “tenemos que evaluar todas las opciones”.
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